La magia del fútbol nunca se va de vacaciones. Ni siquiera tras asestar la pandemia de la Covid-19 un golpe tan demoledor para la asistencia presencial. Amor eterno al Decano, bien renovando su fidelidad o bien se han unido a la familia con altas mostrando el sentimiento presente. Dada las circunstancias tan especiales con motivo de la presentación de la campaña, Seamos más, maticé que llegar a 5.000 sería un éxito y alcanzar los 7.000 era una bendición, pero convencido de la respuesta del recreativismo en las distintas llamadas de socorro.

Y tras consultar con Manolo Pedraza, una referencia del Decano por su trayectoria, humildad y sencillez, que controla el tema, su respuesta fue contundente: "Soy optimista y seguro que superamos los 7.000 abonados porque tenemos una base de generaciones y detecto mucha ilusión". Y con esa esperanza en otro comentario, "yo me saco el abono aunque no vaya al estadio", certifiqué que la afición se estaba identificando con este SOS de que sin taquillas y otros derechos adheridos económicos el presupuesto del club depende en el 75 % de esta base. Una profecía cumplida tras finalizar la renovación de reserva de asientos.

Y espera una temporada crucial con tres fases y cinco grupos. Si antes era un desafío con 80 equipos, ahora salen 102 para cuatro ascensos y 40 de ellos meterse en la futura Primera RFEF y los 58 restantes ya desahuciados sin recursos se quedarían entre la actual Segunda B (cuarta categoría) y la lucha por el descenso. Y hay que tener presente la ventaja de los cuatro descendidos, incluidos en el fondo de compensación de la LaLiga con el 3,5 % de los ingresos televisivos de flotador económico con críticas de adulterar la competición. El Recreativo o asciende a Liga Smartbank o forma parte de la Primera RFEF catalogada como profesional con subvenciones para la estabilidad.