El Íbex 35 registró el menor avance entre los principales índices europeos, que cerraron la sesión con un generalizado avance. El sector financiero mostró la mayor revalorización de la sesión ante las perspectivas de que la política monetaria se mantenga en niveles restrictivos durante un prolongado período de tiempo. En contraste, los valores energéticos y el sector inmobiliario, muy sensibles a unos tipos de interés elevados, cotizaron en rojo. Grifols volvió a caer, dejándose casi un 4%.

Una sesión que estuvo marcada por la publicación del IPC de EEUU. La tasa de inflación general de EEUU repuntó en febrero un 3,2% interanual, por encima del 3,1% registrado el mes anterior y 0,1 puntos porcentuales superior a lo proyectado por los analistas. De igual manera, el IPC subyacente también superó las expectativas del consenso, aunque se moderó ligeramente a un 3,8% (vs. 3,9% en enero). No obstante, el mayor apetito por los activos de riesgo demostró que no fue una lectura inesperada, aunque ratifica el escenario de inflación pegajosa.

Por su parte, en renta fija la resiliencia del mercado laboral estadounidense mostrada en el informe mensual publicado el viernes y la menor desaceleración de los precios a la impulsó las rentabilidades de los bonos soberanos.

En el plano empresarial, destacó la publicación de las cuentas de Mercadona. El gigante español de distribución obtuvo el año pasado un beneficio neto récord de 1.009 millones de euros, un 40% más que en 2022. Asimismo, la facturación bruta creció un 15% hasta 35.527 millones.

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