Cultura

El cubano Alberto Guerra recoge el XXIV Premio José Nogales de relatos

  • El jurado destaca la "historia de engranaje más complejo, divertido y eficaz que se haya hecho con el premio"

  • La Diputación edita 'El pianista del cine mudo', primera obra cubana

El escritor cubano Alberto Guerra recibió en la mañana de ayer el XXIV Premio Internacional de premio de Relatos Cortos José Nogales, que concede la Diputación de Huelva con el objetivo de promover e incentivar la producción literaria en el ámbito de la narrativa, por su obra El pianista del cine mudo.

La diputada de Cultura, Lourdes Garrido, remarcó, que a punto de cumplir el cuarto de siglo, "en su fecunda historia, escritores en castellano de más de 30 países han contribuido a que este certamen literario, uno de los más prestigiosos del panorama literario, sea un referente internacional del género".

Alberto Guerra es el primer cubano que se hace con el galardón, y el quinto escritor iberoamericano que inscribe su nombre en el palmarés del premio, "dos mexicanos, dos argentinos, y ahora, un cubano". Según destaca Lourdes Garrido, más allá de su perfil literario, Alberto Guerra "es un intelectual comprometido y polifacético".

Desde la provincia que acaba de celebrar el 525 aniversario del Encuentro entre dos Mundos y de profunda vocación americanista, "le damos la enhorabuena a un escritor del otro lado del charco, en la confianza de que se llevará un buen recuerdo de nuestra tierra", añadió la diputada.

El jurado del premio consideró El pianista del cine mudo como el mejor de los 457 cuentos presentados a esta edición. El portavoz, el escritor almonteño Juan Villa, afirmó que el relato ganador de este año "es probablemente la historia de engranaje más complejo, divertido y eficaz que se haya alzado con el premio en su ya larga vida".

Tras enumerar algunas de las escenas que se narran en el relato, Juan Villa señaló que "forman uno de esos cuadros, se podría decir, tan castizos, de la literatura y el cine cubanos, todo un mundo alucinante, que diría Reinaldo Arenas, en unas pocas páginas".

Según Villa, "en El pianista del cine mudo las fronteras entre varios planos de ficción se mezclan hasta producir un cuadro grotesco y desmedido cuyo cierre sin embargo termina por otorgarle una perfecta verosimilitud".

En este sentido concluye que pese a su apariencia metaliteraria "termina por cargarse de humanidad, una parada de perdedores que luchan por sobrevivir, como en una saga de Zola", pese a la brevedad del cuento.

Alberto Guerra -que también es profesor y guionista- afirmó ayer en Huelva sentirse "emocionado" y agradecido por este premio, que lo dedica "a José Nogales, ciego y a quien he conocido a raíz de este certamen, a Bola de Nieve, un grande de mi país y gran pianista del cine mudo y al uruguayo Felisberto Hernández, también acompañante de piano del cine mudo".

El autor de El pianista del cine mudo, que explicó los obstáculos que encontró para hacer llegar a Huelva el relato para participar desde Cuba, se declara un amante de su país y tuvo un recuerdo para sus "colegas de Cuba, que se imponen a las dificultades, como el pueblo optimista que somos, de personas con conversaciones picantes y de doble sentido, repleto de bailadores y de gente que defiende la identidad de su cultura".

Para Alberto Guerra haber escrito El pianista del cine mudo "es ya un premio, porque el relato ya está hecho, y tarde o temprano alguien lo va a leer después de publicarse".

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