El tren de la Sierra vuelve renovado para revivir a los pueblos de Huelva

Será muy temprano, a las 6:15, cuando se suban mañana en la estación de Jabugo los primeros pasajeros del recuperado tren de la línea Huelva-Zafra. Desde el 30 de junio de 2023 no circulaban trenes comerciales por esa vía debido a la ejecución de obras para su completa renovación. Se cierra así ahora un paréntesis de 806 días sin servicio en una vía fundamental para la provincia de Huelva y para la supervivencia de sus pueblos del interior.

Este primer servicio que se pone en marcha este lunes irá parando en las estaciones de Almonaster la Real, de Valdelamusa, El Tamujoso, Calañas, Los Milanos, El Cobujón, Belmonte y Gibraleón, antes de llegar a término, a la estación de Huelva, a las 7:51. Un trayecto de 1 hora y 36 minutos hasta la capital que avanza lo que supone la disponibilidad de un medio regular de transporte de este tipo para la vertebración de la provincia y el desarrollo de una tierra olvidada.

Esa es una de las principales razones por las que la modernización de esta histórica línea férrea ha sido una de las infraestructuras más reivindicadas de la provincia durante décadas.

Ha pesado sobre ella en muchas ocasiones la amenaza del cierre, sobre todo desde mediados los años 80, cuando se llegó a catalogar como deficitaria. No pudo salvarse la recordada línea Gibraleón-Ayamonte, por la que tanto se daría ahora para tener en activo de nuevo en toda la costa occidental hasta las puertas del Algarve portugués. El tren de Zafra sí se libró de la clausura pero ha subsistido en los últimos 40 años soportando la crisis de la minería onubense, la despoblación creciente del Andévalo y la Sierra, y, sobre todo, el deterioro de un ferrocarril obsoleto, anclado en el pasado durante demasiados años, como abandonado en su agonía, a la espera de su final.

Tan antiguo como el Recre

Precisamente el verano pasado, sin trenes, en plenas obras, se cumplieron 130 años de existencia de este trazado que planteó por primera vez el Gobierno de España en 1870 y acabó inaugurándose 19 años después. Nació el mismo año que el Decano, el Recreativo de Huelva, y también gracias a uno de esos prebostes llegados del norte de Europa en el XIX, que tanto contribuyeron al desarrollo local, Guillermo Sundheim, el alemán al que tantas cosas le debe la Huelva actual.

No fueron pocos los movimientos sociales en la provincia para evitar el cierre de la línea Huelva-Zafra. Y para exigir mejoras, sobre todo en las décadas de 1990 y 2000, cuando pueblos enteros onubenses (y pacenses) se movilizaban con pancartas, se concentraban en estaciones, cortaban la vía y recogían firmas para elevar a Madrid. Fue objeto, también entonces, por supuesto, de confrontación política, entre promesas, excusas y reproches que se acentuaban cada vez que ocurría alguna incidencia con los trenes. Eran épocas de descarrillamientos, desprendimientos, reducciones de frecuencias... y, en consecuencia, de una progresiva pérdida de usuarios.

Para muchos onubenses era su medio de transporte básico para moverse hasta la capital desde la Sierra o el Andévalo. Incluso desde Gibraleón, más como un Cercanías puntual que como un Media Distancia. Así algunos podían ir a trabajar, a estudiar, a visitar al médico, a la familia, ir de compras o hacer gestiones, que engloba todo lo demás. Eso es lo que se echaba en falta y ahora se celebra por recuperar esa alternativa a las temidas N-435 y N-433, en el uso que le darán quienes estrenen los nuevos trenes desde este lunes 15 de septiembre. Si es que los horarios establecidos en principio lo permiten.

Los 250 millones de euros invertidos en la línea por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible se han empleado, sobre todo, en la renovación de toda la infraestructura con nuevos materiales, y en un aumento de la seguridad, empezando por la reparación y refuerzo de cinco grandes viaductos del recorrido, más la implementación de nuevos sistemas que eviten la siniestralidad de antaño y mejoren el servicio. Y con el añadido de la necesaria compatibilidad con los trenes de mercancías, que aportan la rentabilidad económica junto a la rentabilidad social para la población de los alejados territorios por los que discurre.

Todo ello ha permitido que vuelvan a circular los trenes reduciendo su tiempo en 18 minutos, entre Huelva y Jabugo, y 25 en los del fin de semana con Zafra. Por el momento, los pasajeros sólo tendrán un tren diario por sentido entre las dos estaciones onubenses; uno más los viernes desde Badajoz; y dos por sentido los domingos.

Entre potenciales usuarios de la Sierra, hay quienes los consideran insuficientes y con horarios poco acertados para ser la alternativa real que necesitan para desplazarse a la capital a trabajar y estudiar. Sólo esperan que sea éste un punto de partida y puedan ampliarse las relaciones próximamente. Según la demanda, que también depende de la oferta. Ahora toca empezar a viajar. El lunes, a las 15:15, sale el primer tren de Huelva.