Huelva

La sentencia del caso del hotel El Coto se espera para finales de semana

  • Las partes implicadas en el juicio elevan sus conclusiones a definitivas

Zona de la piscina del Gran Hotel El Coto.

Zona de la piscina del Gran Hotel El Coto. / Josué Correa (Matalascañas)

Las partes implicadas en el juicio por delitos de apropiación indebida y alzamiento de bienes en el seno de Gran Hotel El Coto SA (Ghecsa) elevaron ayer sus conclusiones a definitiva.

En la sesión de ayer, dedicada a los informes finales del caso, las acusaciones se mostraron en sintonía y consideraron que el caso contempla una trama con dos finalidades. La primera de ellas está relacionada con “el mantenimiento del funcionamiento del hotel”, mientras que la segunda se refiere a la “abstención del pago” a los acreedores.

Por su parte, las defensas, cuyos informes finales se extendieron durante un tiempo “considerablemente” superior al de los emitidos por las acusaciones, negaron todos los hechos. En este sentido, alegaron que “no son estafadores, sino que también son acreedores y que, por consiguiente, no han defraudado nada ni a nadie”. Asimismo, insistieron en que se vieron “obligados” a actuar de tal manera.

Tras la sesión de ayer y según apuntan fuentes fiscales, se espera que la sentencia podría estar dictada a finales de esta semana.

A este respecto, cabe recordar que la Fiscalía solicita cinco años de prisión para M.B.G. –uno de los tres acusados por el impago a varios acreedores de la entidad suspensa Gran Hotel El Coto SA (Ghecsa)– y para otros dos miembros de la comisión liquidadora de la mercantil, A.V.G y M.B.C.

Sobre el juicio, es preciso apuntar que en la penúltima sesión, que data del 12 de marzo, el testimonio más sustancioso lo protagonizó el perito de oficio que analizó a fondo la contabilidad de Gran Hotel El Coto, quien apuntó que las empresas Alfa Beta Inversiones Hoteleras, Bamar 2000 y la propia suspensa Ghecsa “eran del grupo de M.B.G. y funcionaban a través de un mismo código”.

A preguntas del fiscal del caso, Pablo Mora, el experto señaló que “todo va al contado, todo es opaco, no se puede contrastar con ningún movimiento bancario”, al menos no entre 1995 y 2005. De los cinco años siguientes “hay unos apuntes contables”, pero poco más. Creer que se ajustan a la realidad “es un acto de fe”, manifestó ante el tribunal.

A su juicio, Alfa Beta “es una empresa espejo: lo que es un gasto para una supone un ingreso en la otra”. Y transparencia, que es lo que cabría esperarse de la tesorería de una mercantil que debe liquidar sus bienes para pagar a los acreedores, “es poca”.

Asimismo, el perito señaló que el dinero ingresado por los alquileres de distintos locales del establecimiento hotelero nunca llegó a Ghecsa y, por tanto, tampoco a los acreedores. Eran unos 300.000 euros, de los que el 85%, un total de 257.500 euros, fueron empleados en pagar al acusado y letrado A.V.G. (84.000 euros, 40.000 de ellos en minutas); a un despacho de abogados (78.000 euros, “solo hay un recibo”); a un miembro de la comisión liquidadora, también jurista (55.400 euros por minutas), y a Hacienda (40.000 euros).

En última instancia, el experto que realizó la valoración contable sostuvo que lo que sí es una realidad es que “a los acreedores no ha ido ni un céntimo”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios