La recaudación tributaria de la Junta cae un 33% por la crisis
Los tributos de gestión propia han alcanzado los 114 millones en Huelva, 56 menos que hace un año · Los ingresos por el impuesto de Transmisiones (que suponen el 40% del total) bajan más de un 53%


En tiempos de recesión, cae el consumo y con él la recaudación de las administraciones, especialmente la que está directamente relacionada con la compra-venta de bienes y la que les llega a través de todo el papeleo que precisan facturas fiscales como las que llegan a través de cada visita a una notaría. A falta del cierre del año, la Junta de Andalucía ha recaudado a través de los tributos de gestión propia una tercera parte menos que el año pasado. Un bajón que llega fundamentalmente de los ingresos que le aportan los impuestos indirectos, que han caído en un año hasta un 44,50%.
Traducido en cifras absolutas, en un año la administración autonómica ha ingresado 114,06 millones en nuestra provincia frente a los 170,4 de un año antes, es decir, 56,30 millones menos, lo que deja una caída del 33,06%, descenso fundamentalmente motivado por la caída en la recaudación de los impuestos de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados como consecuencia de la crisis. Basta pensar en la recaudación presupuestaria que se obtiene por la compra de cada inmueble. Básicamente, son tres los impuestos a tener en cuenta a la hora de adquirir una propiedad inmobiliaria: el IVA, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el IBI. El primero se paga cuando se compra un inmueble nuevo a una promotora o constructora y el tipo general es del 7%. Cuando la compra se hace a un particular, es decir, un inmueble usado o de segunda mano, se debe pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el tipo es del 6% sobre el valor real de la adquisición, que suele ser el valor declarado en la escritura. El IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) es un impuesto anual y de carácter municipal. Su cuantía depende del municipio donde está ubicada la propiedad. Y en este caso, cada administración local fija tipos diferentes en función de aspectos como el uso que le estamos dando el inmueble, sus dimensiones, si es un inmueble rural o urbano.
La recaudación del impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que grava la compraventa o alquiler de bienes muebles o inmuebles y las operaciones societarias, alcanzó los 28,58 millones (en el acumulado anual hasta septiembre de 2008, último mes del que se disponen cifras oficiales), lo que supone la cuarta parte del total y un 53,35% menos que el año anterior, cuando se recaudaron más de 61,28 millones en nuestra provincia, según los datos de la Delegación de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía. La recaudación por el impuesto de Actos Jurídicos documentados, que fue de 43,45 millones -el 38% del global-, también registró un descenso del 37,63% durante el año pasado. El mayor descenso se ha dado en estos dos impuestos al estar ambos especialmente ligados a la actividad económica, resentida en periodo de crisis (el primero orientado fundamentalmente a la segunda compraventa de inmuebles y fincas rústicas y el segundo a la constitución de hipotecas o ampliación de capital de las empresas).
Comportamiento bien diferente ha tenido el impuesto ecológico, que con una recaudación de 1,74 millones ha supuesto un incremento del 16,63%. Un comportamiento que llega en gran medida de la mano de la aplicación (en enero del año pasado) de la aplicación del impuesto de matriculación ecológico. Hasta aquí los impuestos indirectos, ya que el que se aplicaba al juego de bingos dejó de recaudarse en enero de 2008, si bien sólo suponía el 0,28% sobre el total recaudado por la Junta en nuestra provincia.
En cuanto a los directos, sucesiones y donaciones, y patrimonio, aumentaron en su conjunto, hasta un 37,53%, si bien, el comportamiento de cada uno de ellos fue bien distinto, ya que aumentó la recaudación del de sucesiones y donaciones (con 13,70 millones, un 37,80% más), mientras que el impuesto de patrimonio descendió un 106,60% (con 1.198 euros pendientes de recaudar).
Está claro que la crisis del ladrillo que ha dejado polvo en los carteles que cuelgan de las viviendas e inmobiliarias deja huella en el bolsillo de los onubenses, en las cuentas empresariales y también en las arcas públicas. Y en este caso, las 'pérdidas' superan a la media andaluza, que apunta al -30,18%.
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