La producción de la fruta de hueso onubense es la más precoz de España

El campo onubense está estos días en plena floración en lo que a variedades de árboles de fruta de hueso se refiere. Las millones de flores blancas, violetas y rosáceas que salpican las comarcas agrícolas de la provincia, y que anuncian de forma muy anticipada la llegada de la primavera, se habrán transformado en apenas dos meses en miles de kilos de nectarinas, melocotones o paraguayos, entre otras frutas de hueso producidas en sus tierras.

Y es que Huelva, sin ser la mayor productora de estas variedades de fruta en España -ya que en número de kilos se ve ampliamente superada por provincias como Badajoz, Sevilla, Murcia y, sobre todo, Lleida- sí puede presumir de ser la zona productora del país más adelantada en el tiempo. Y con diferencia.

No en vano, en los últimos 25-30 años, la provincia onubense, gracias al enorme trabajo investigador llevado a cabo en materia de nuevas variedades ha logrado adelantar sus producciones en aproximadamente un mes, siendo actualmente la zona productora de España más precoz: su fruta es la primera en llegar cada año a los mercados europeos cuando el precio, además, es el más ventajoso para el agricultor. Sin duda, un enorme factor diferencial y competitivo, que da valor a su cultivo en Huelva, a pesar de su baja producción en relación a sus grandes competidores.

En datos, y más concretamente en relación al melocotón, el paraguayo y la nectarina, la principal provincia productora en Andalucía es Sevilla, seguida de Huelva. Según fuentes del sector consultadas por este periódico, en toda la comunidad autónoma andaluza se producen unas 30.000 toneladas al año entre las dos primeras (melocotón y paraguayo), y el doble de nectarina (60.000 toneladas anuales). En total, sumando las tres variedades, alrededor de 90.000 toneladas anuales, estimándose la producción de la provincia onubense en unas 40.000 toneladas al año.

Para esta producción, que, no obstante, puede variar notablemente entre un año y otro, sobre todo debido a la climatología, Huelva destina a este tipo de cultivos unas 2.000 hectáreas. En ellas la principal variedad onubense plantada es la nectarina, seguida, en este orden, por el paraguayo y el melocotón.

En este sentido, otro hecho relevante para entender la importancia de estas producciones en el conjunto de la agricultura onubense, y su diferenciación frente al resto, es que por cuestiones de manejo relacionadas con ese fin último de obtener la fruta más temprana, en Huelva se produce mucho menos por hectárea que en otras provincias. Así, mientras que en el campo onubense se producen unas 20 toneladas al año por hectárea, en el gran gigante productor por excelencia de nuestro país, Lleida, la producción es de 60 toneladas por hectárea.

Otra diferencia es que en la provincia de Huelva los costes fijos de producción son superiores, especialmente en lo que respecta a aquellas variedades que se cultivan bajo plástico.

No obstante, "todo esto se compensa en Huelva por los precios mucho más elevados a los que se vende la fruta como consecuencia de su enorme precocidad", según detalla a este periódico Francisco Murillo, ingeniero técnico agrícola y responsable del Departamento Comercial de Fruta de Hueso de Planasa, empresa con filial en Cartaya que es uno de los principales viveristas del mundo, no solo de frutales de hueso sino de otros muchos tipos de cultivos.

Y es que para Murillo, la precocidad es precisamente "la principal ventaja competitiva de Huelva en materia de fruta de hueso". Según los datos que maneja la empresa para la que trabaja, "en los últimos 25 ó 30 años hemos conseguido adelantar en un mes la producción de las principales variedades de referencia para el sector". Hace casi tres décadas, según explica, la principal variedad de referencia de melocotón (Zincal 5), se recolectaba en torno al 10 de mayo, mientras que la variedad de referencia actual más temprana, el melocotón Plawhite 5, se empieza a recolectar en torno al 15 de abril en el caso de ser cultivado sin plástico, y en torno al 28 de marco si su cultivo se hace bajo plástico.

Las de Huelva son, por tanto, las variedades que antes llegan a los mercados de toda Europa. "Un mes antes que el resto", subraya Francisco Murillo, lo cual "es valiosísimo y es aprovechado por los productores onubenses para rentabilizar al máximo sus explotaciones ya que es cuando los precios están más altos".

La campaña en Huelva "prácticamente ya ha concluido y está ya amortizada cuando empiezan a recolectar el resto de provincias productoras, cuyo comienzo supone una enorme bajada de precios por la gran cantidad de fruta que inyectan en los mercados". Mientras que Huelva arranca entre finales de mayo y mediados de abril, en provincias como Sevilla, Murcia o Badajoz, la campaña se inicia el 15 de mayo, y en Lleida en junio.

No obstante, y según explica Murillo, pese a que los viveristas "estamos empeñados" en seguir adelantando cada vez más la producción en Huelva, los límites a la precocidad parecen estar ya prácticamente agotados y "cada vez es más difícil seguir adelantando las producciones de fruta de hueso onubenses".

"Sería ya forzar demasiado el proceso natural de la planta -prosigue- sobre todo de la forma en que lo hacemos en Huelva, donde no usamos transgénicos ya que nuestras variedades se obtienen de forma tradicional, polinizando flores de distintas variedades".

De esta forma, no descarta que de cara al futuro "pudieran obtenerse variedades un poco más precoces, pero solo se logrará adelantar la producción uno o dos días más ya que es muy complicado seguir acelerando el proceso natural de fecundación, floración, engorde del hueso, engorde del fruto y maduración". Además, concluye, el proceso es "muy lento" ya que "no sacamos ninguna nueva variedad al mercado que no haya sido antes probada, observada y testada durante al menos ocho años".