Empresas y FP Dual, una alianza urgente para cerrar la brecha

Como profesora, vivo la Formación Profesional desde dentro. Veo el entusiasmo de quienes estudian cada día y también su ansiedad ante el futuro. En el aula les damos las herramientas, la teoría, las últimas metodologías... pero hay algo insustituible que solo las empresas reales pueden darles: experiencia y realidad.

Desde la aprobación de la Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenación e integración de la Formación Profesional, toda la Formación Profesional tiene carácter dual, integrando la formación en el centro educativo y en la empresa de forma obligatoria y curricular, es decir, la formación de los estudiantes de FP debe desarrollarse de forma compartida y coordinada entre el centro de estudios y una empresa, de principio a fin, garantizando que el estudiante aprenda y aplique lo aprendido en un entorno de trabajo real como parte de su itinerario formativo obligatorio. Y esta modalidad abarca el primer y el segundo curso de los ciclos formativos.

Para mí la FP Dual no es una carga, creo firmemente que es el puente más sólido para que nuestro alumnado de Formación Profesional conozca la realidad del sector y se convierta en el capital humano que de verdad necesitan las organizaciones.

Esta nueva Formación Profesional Dual ha llegado para revolucionar esto, y necesito ser clara: necesitamos la implicación de las empresas.

El valor de la realidad

Nuestro alumnado está deseando aplicar lo que aprende. Pero la diferencia entre hacer una simulación en el aula y trabajar en un entorno real es enorme. Y aquí es donde entran en juego las empresas. La formación en ellas permite que el estudiantado se integre en las plantillas desde la fase formativa. Es un proceso escalonado y pensado para que la incorporación sea gradual.

Este contacto temprano y progresivo es importantísimo. Es aquí donde nuestros estudiantes descubren el funcionamiento real de una empresa. Entienden los tiempos de entrega, la relación con los clientes, la presión del mercado, la importancia de la coordinación interdepartamental... En definitiva, la parte humana y práctica de su futura profesión, que ningún libro o aula puede enseñar.

Adiós a la brecha, hola al beneficio mutuo

Sé que el tiempo de los equipos es oro, y que formar a alguien requiere esfuerzo y recursos. Pero os aseguro que este esfuerzo es una inversión inteligente que se puede hacer para cerrar la famosa "brecha de talento":

1. Talento moldeable: las empresas tienen la oportunidad única de formar a quienes serán sus futuros profesionales en sus procesos exactos, con su maquinaria y su software. Cuando terminan el ciclo formativo, no solo tienen un título; tienen un perfil profesional hecho a su medida.
2. Visión fresca y motivación: el alumnado trae al día las últimas tendencias que impartimos en los centros. Pueden ser una fuente de innovación y soluciones sencillas a problemas enquistados, ya que ven las cosas desde una perspectiva nueva. Además, vienen con una motivación inmensa por demostrar lo que valen.
3. El mejor proceso de selección: en lugar de contratar a ciegas basándose en un currículum de una hora, la FP Dual permite evaluar a cada candidato durante meses. Pueden ver su ética, su responsabilidad y su adaptación al equipo. Es el filtro de personal más eficaz y humano que existe.
4. Reputación que crece y contagia: al participar activamente en este proceso, no solo están encontrando a su próximo gran profesional; están inspirando a la juventud, y ya sabemos que lo positivo del “boca a boca” es lo más valioso. La empresa pasa de ser un logo a ser un mentor, y con este gran gesto construye una marca empleadora respetada y querida.

No importa si la organización está en Huelva o en otra provincia, si es una Pyme familiar o una gran corporación, el reto de encontrar personal cualificado es el mismo.

El alumnado es el futuro. Abriendo las puertas de las empresas, no solo se les da una oportunidad a estos jóvenes sino que se está asegurando el relevo generacional y el dinamismo de los negocios.