Huelva

El ozono es el único problema en la calidad del aire en Huelva

  • Cepsa organiza una jornada sobre gestión del medio ambiente en la que se destaca el descenso en emisiones desde hace diez años

Jesús de la Rosa, Antonio Lozano, Alfonso Huerta y Antonio García Sánchez en las jornadas de Cepsa.

Jesús de la Rosa, Antonio Lozano, Alfonso Huerta y Antonio García Sánchez en las jornadas de Cepsa. / O. L. (Huelva)

La jornada de convivencia con medios de comunicación que organiza anualmente Cepsa, se centró en la mañana de ayer en los estudios, medidas y controles que sobre la calidad del aire llevan a cabo tanto las empresas, como la Junta y la Universidad de Huelva. Dos conclusiones se alzaron por encima de la multitud de aspectos destacados en las ponencias; el primero de ellos es el enorme esfuerzo que han llevado a cabo las industrias onubenses a fin de adaptarse a una normativa cada vez más estricta y que les ha llevado a reducir de una manera más que drástica los niveles de emisiones en la última década; la segunda es la identificación del ozono como el único problema achacable a la calidad del aire en toda la provincia de Huelva.

Y tiene compleja solución. Según Antonio Lozano García, responsable del Departamento de Calidad del Aire de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía, ello es debido a que “ninguna empresa lo emite; se trata de un elemento que se forma a partir de unos contaminantes primarios” que son propios de cualquier actividad humana, por eso es más que complejo conseguir que no supere un límite concreto que tampoco está definido en la legislación.

Lozano quiso recordar el enorme avance que se ha dado en los últimos años por parte de la industria de cara a reducir los distintos efectos contaminantes. Así, en las partículas, “en los años 2007 y 2008 se superaron los límites claramente, por lo que se puso en marcha el Plan de Calidad del Aire de Huelva que ha conseguido que en la actualidad, no se supere ningún día por mucho los límites permitidos”.

José Antonio Agüera y Jesús Ivars, directores de la Refinería y la Química respectivamente. José Antonio Agüera y Jesús Ivars, directores de la Refinería y la Química respectivamente.

José Antonio Agüera y Jesús Ivars, directores de la Refinería y la Química respectivamente. / O. L. (Huelva)

También sucede lo mismo en los dióxidos de azufre y especialmente en uno de los problemas que sufría el aire en toda la provincia de Huelva, como eran los altos niveles de arsénico. Durante los años 2006 a 2008, el aire de la provincia superaba claramente los valores establecidos en la legislación y eran “consecuencia de las emisiones directas por parte de la actividad industrial. Eso ahora se ha corregido de tal manera que los niveles son ínfimos, al igual que sucede con metales como el Cadmio, Níquel y Plomo”.

Fueron los responsables de Medio Ambiente de las instalaciones de Cepsa en Palos y La Rábida, Alfonso Huera y Antonio García Sánchez de la Refinería y la Química respectivamente, quienes con su ponencia recordaron las medidas y controles a las que se somete la energética que se inician con “una auditoría de una empresa externa, homologada por la Junta y que controla todas nuestras mediciones a las que estamos obligados por la legislación europea”.

Los niveles de todos los contaminantes específicos de unas instalaciones como las que se encuentran en el Polo Químico onubense, “tienen un nivel de exigencia máximo en sus analizadores, por lo que son imposible de manipular”. Todos los parámetros se reciben en tiempo real y se actúa en consecuencia si existe el más mínimo problema. Se es especialmente riguroso con los gases de efecto invernadero, que se encuentran limitados al mismo nivel que presentan el 10% de las fábricas europeas que menos contaminan.

Jesús de la Rosa incidió en la importancia de transmitir buena información. Jesús de la Rosa incidió en la importancia de transmitir buena información.

Jesús de la Rosa incidió en la importancia de transmitir buena información. / O. L. (Huelva)

Por último el catedrático de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Huelva, Jesús de la Rosa, centró su intervención en la necesidad de transmitir información rigurosa de la calidad del aire con el argumento que “es mejor no informar, que informar mal”. A su juicio son las malas interpretaciones, incluso la consulta de los datos sin ningún tipo de explicación, las que trasladan una imagen que no corresponde a la realidad que viven las industrias de la provincia que su departamento estudia desde hace veinte años. El Centro de Investigación en Química Sostenible pone el acento en la importancia de controlar las emisiones, “tanto por el conocimiento de la población como por los beneficios que eso supone para su salud y la reducción del efecto del cambio climático”.

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