La Policía está de aniversario en Andalucía. Veinte años se cumplen este mes de la creación del cuerpo policial autonómico, una vieja aspiración andaluza con la referencia de las conocidas Ertzaintza vasca y Mossos d'Escuadra catalana. En un territorio español en el que la existencia de distintas fuerzas de seguridad sigue en entredicho, la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a la Comunidad Autónoma Andaluza ha encontrado su sitio entre un mar de competencias, dando a su trabajo un claro enfoque social. Vocación de servicio público, ante todo, dirigida a velar por el bienestar de la ciudadanía y la conservación del patrimonio común. En ello sigue y hacia su consolidación camina, dos décadas después, incidiendo en la especialización para reforzar su función social y mantener sus positivos resultados, según defienden en la Consejería de Justicia que dirige el izquierdista Emilio de Llera.

En la época inmediatamente posterior a la Expo y los fastos del Quinto Centenario, a finales de 1993, la Junta de Andalucía puso en marcha el cuerpo policial. Fue un 1 de diciembre, con 100 funcionarios que se integraron en la Jefatura Provincial de Sevilla, como capital andaluza, aunque con un radio de acción que abarcaba todo el territorio, incluida la provincia de Huelva.

"Aunque estábamos en Sevilla, atendíamos todas las provincias y realizábamos todo tipo de actuaciones", recuerda uno de los pioneros, Juan León, inspector jefe provincial en Huelva. "Empezamos donde nadie lo hacía, con menores, en la retirada del núcleo familiar ante situaciones de desamparo. Había muchos casos acumulados en la provincia y empezamos a darles salida", explica.

Los cometidos del cuerpo estaban marcados por las competencias asumidas por la Junta de Andalucía. También las de materia forestal, con las primeras investigaciones de incendios desarrolladas en la comunidad a partir del verano siguiente, sobre todo en Málaga, lugar más sensible "por la presencia de mayor masa forestal en torno a núcleos urbanos de la costa". "Nuestro fue el primer detenido que se realizó en Andalucía por un incendio forestal. Fue el 4 de julio del 94, en el municipio de Monda, en Málaga, y yo mismo participé en él", apunta Juan León.

Hasta cuatro años después no se incorporaron 150 nuevos agentes para comenzar el progresivo despliegue por toda la comunidad. Primero en Cádiz, Granada y Málaga, y a lo largo de 2002, con 115 policías más, en Huelva, Almería, Córdoba y Jaén, completando el mapa de jefaturas provinciales y una atención más cercana.

"Esta unidad ha dado un salto cuantitativo y también cualitativo en estas dos décadas, culminando su despliegue territorial y consolidando el valor y perfil social que marcan el desempeño de sus funciones", apunta el consejero Emilio de Llera.

La última fase de crecimiento se ha producido este mismo año, entre los meses de octubre y noviembre, con la llegada de nuevos efectivos, 148 en Andalucía, 12 de ellos en Huelva, y la apertura de un grupo operativo local en la comarca gaditana del Campo de Gibraltar, con sede en Algeciras. Un aumento de agentes que, según el titular de Justicia, "nos ha permitido potenciar la expansión de la unidad en todas las provincias".

"Contamos con una policía útil y con un caracter asistencial y social que incide en aspectos clave para el bienestar de Andalucía -explica Emilio de Llera- como son la conservación del medio ambiente o la protección de los menores en situación de riesgo".

Juan León insiste en que la finalidad del trabajo de la Unidad Adscrita no es el mismo que el Cuerpo Nacional de Policía en el resto del Estado. "No se trata de patrullar por la ciudad para prevenir delitos e investigarlos. Tenemos otros cometidos de índole social y de protección de la naturaleza. Actuamos para la Administración pero el ciudadano es el beneficiario. No somos tan conocidos por el público en la calle pero en los sectores en los que intervenimos sí saben quiénes somos y qué labor hacemos", explica León.

En la actualidad, el cuerpo policial autonómico cuenta con 602 agentes en las ocho provincias andaluzas, "una dotación adecuada y razonable para el cumplimiento actual de sus funciones", asegura el consejero de Justicia. De ellos, 41 forman parte de la Jefatura Provincial de Huelva, que tiene sus instalaciones junto a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, en la calle Sanlúcar de Barrameda de la capital.

En estas instalaciones se radican unidades motorizadas para intervenir en medios forestales, una de las grandes áreas de actuación en la provincia de Huelva, y pequeñas embarcaciones náuticas para la realización de inspecciones de pesca y la persecución del marisqueo ilegal y de la comercialización de inmaduros, como la campaña de vigilancia y control iniciada hace unos días en el ámbito andaluz en Isla Cristina. En esta época también se suceden en la provincia las incautaciones de piñas recogidas sin control para su venta fraudulenta o las sanciones por pesca deportiva en el Puente Sifón.

Desde la Junta de Andalucía insisten que el objetivo es reforzar la "función social" del cuerpo policial autonómico, impulsando en el futuro inmediato, entre otros campos, su intervención en problemáticas de especial sensibilidad como la violencia de género, además de implementar la cooperación y coordinación con otras administraciones y cuerpos y fuerzas de seguridad, especialmente con las policías locales.