Los onubenses cumplieron ayer las recomendaciones de las autoridades para evitar el contagio del coronavirus. La mayoría de ellos decidieron quedarse en casa y los que salieron a la calle lo hicieron para realizar compras, aprovisionarse de medicamentos y poco más.

Durante todo el día, las calles permanecieron desiertas, sobre todo después del mediodía. Y es que la mayoría de los establecimientos permanecieron cerrados siguiendo las consignas de comerciantes y hosteleros. Huelva quedó irreconocible, más por ser sábado cuando la inmensa mayoría de los onubenses salen de sus casas para disfrutar del fin de semana coincidiendo con los días de descanso del trabajo.Si en otras ocasiones calles y plazas están atestadas de gente ayer estaban desérticas y presentaban un panorama desolador.

Plazas de las Monjas, Gran Vía, calle Concepción acogieron por la mañana unas cuantas personas que se resistieron a quedarse en sus hogares por el coronavis, pero fueron las que menos y lo hicieron por necesidad no para disfrutar de las jornada y la compañía de familiares y amigos.

Todos los locales de ocio y las tiendas permanecieron cerradas y solamente abrieron los supermercados, las farmacias para poder abastecer a la población en su cuarentena y algún que otro bar. La recomendación era clara: no salir de casa.

Imágenes insólitas se vieron ayer por calles y plazas de la capital onubense

Una ciudad tranquila pero bulliciosa los fines de semana, sobre todo si el tiempo acompaña pero las calores no aprietan, como es Huelva capital suele vivir el sábado plácidamente en los bares y terrazas de restaurantes o de comprar por las tiendas de moda en las calles del centro. Ayer esta última actividad resultaba del todo imposible, ya que en la zona peatonal el 90% de los establecimiento estaban cerrado. Tan solo tenían sus puertas abiertas los dedicados a venta de móviles y tecnologías similares, aunque en su interior estaban vacíos, lejos de la acumulación de clientes que se produce habitualmente.

Redes sociales, medios de comunicación y comunicados oficiales se habían hecho eco del llamamiento unánime debido a la situación de crisis generada por la pandemia que tuvo resultado.

La Asociación Provincial de bares y Cafeterías de Huelva ha recomendados a sus asociados el cierre temporal de los establecimientos hasta nueva orden. La Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Huelva ha ido más allá y al exigido al Gobierno que decrete el “cierre obligatorio” de todos los establecimiento, eso sí una medida acompañada de ayudas económicas.

Por su parte, el Ayuntamiento de la capital onubense ha anunciado, como complemento a las medidas dictadas por el gobierno andaluz respecto a la concentración de personas el cierre al público de los polideportivos, Palacio de Deportes y otras dependencias deportivas, así como las salas de exposiciones de la Casa Colón, el Gran Teatro y los partes infantiles, entre otras instalaciones.

Un hombre con el carro de la compra.

Nunca las autoridades se habían preocupado tanto por la salud de los ciudadanos, una preocupación que se ha traducido en la adopción de medidas excepcional, en señal de lo que está por venir.

La Huelva vaciada se amplía así. No por la despoblación debido a los flujos migratorias de personas en busca de un futuro supuestamente mejor, sino por el aislamiento al que debe someterse por la pandemia, al igual que el resto de Andalucía y España.

El tráfico por la capital fue ayer casi inexistente, incluso las parada de los taxis permanecieron vacías. Huelva está sometida a las 56 medidas decretas por la Junta de Andalucía, unas medidas, que estarán vigentes hasta las 00.00 horas del 30 de marzo, sin perjuicio de que puedan ser prorrogadas, abarcan desde la suspensión de todas las actividades que supongan la concentración de gran número de personas, hasta el cierre de colegios, con llamadas a la responsabilidad d