Crimen de Laura Luelmo

El nuevo abogado de Montoya se plantea abandonar el caso

  • Miguel Rivera deja la decisión final a expensas de una nueva entrevista con el investigado

Bernardo Montoya a la salida de los juzgados de Valverde camino de prisión.

Bernardo Montoya a la salida de los juzgados de Valverde camino de prisión. / M. G. (Valverde)

El jurista sevillano Miguel Rivera no lo ve claro. Si en la mañana de ayer anunciaba con rotundidad en Televisión Española que no se va a personar en la causa abierta en el Juzgado de Instrucción 1 de Valverde por el asesinato de Laura Luelmo como letrado defensor de Bernardo Montoya, por la tarde avanzaba a Huelva Información que supedita su decisión definitiva a la entrevista que pretende mantener con su cliente la semana que viene en el centro penitenciario de Morón de la Frontera.

Los motivos de este anuncio repentino reposan sobre tres pilares. De un lado, la dedicación que requiere un asunto complejo como este y por el que, incluso, tendría que desplazarse a nuestra provincia constantemente; de otro, la imagen que se proyecta sobre la sociedad, "porque no soy ningún compinche de nada, voy a ganarme la vida lo mejor que puedo y no a minimizar lo que alguien haya hecho, pero todos tenemos derecho a una defensa".

Y la tercera razón, quizá la más importante, es que "quiero que me cuente la verdad, porque hay algunas cosas que no me cuadran y va por la tercera versión; creo que Bernardo anda un poco a la deriva en materia de versiones de los hechos y esto me desconcierta".

El abogado desconoce a día de hoy los pormenores de la causa, pero sí ha revisado con lupa lo que se ha publicado en los medios de comunicación. "Ya le pregunté en la segunda entrevista que mantuve con él que cómo era posible que Laura tuviera los vaqueros bajados, y me dijo que se le bajaron al arrastrarla, porque las plantas de la zona se lo engancharon".

Detalles como estos no terminan de convencer a Rivera, quien además evidencia que en la tercera versión, la que le ofreció Bernardo a los funcionarios de Morón y a él mismo en una entrevista de una hora y cuarenta minutos, "se incrimina a una tercera persona" –a Josefa, una ex del presunto asesino de Laura"a la que no podemos llamar homicida sin fundamento".

Hace autocrítica a la hora de entender que puede verse como "poco formal por mi parte haber dicho primero que me retiro y ahora que lo dejo en el aire, pero lo he pensado bien y esta es mi decisión".

Solo espera que Montoya le hable en el próximo encuentro "con sinceridad", de modo que pueda armar una estrategia de defensa en condiciones: "Quiero enterarme por él y no que la Guardia Civil me dé luego con las pruebas en la cara". Miguel Rivera va a solicitar reunirse con su patrocinado en Sevilla II la semana que viene, "espero que me lo permitan".

Preguntado por qué haría si decide finalmente personarse y se encuentra con un sumario plagado de pruebas contra Bernardo, el abogado señala que "si llego a personarme, llegaré hasta el final de la causa; asumiría esas dificultades y me emplearía a fondo".

Lo que sí quiere dejar claro el jurista es que en este mar de dudas nada ha tenido que ver el tema económico. "Él ha acordado conmigo la forma de pago; si hay algo que está claro es que Bernardo no tiene ni un pelo de tonto", a lo que agrega que a día de hoy no ha mantenido ningún tipo de contacto con los Montoya.

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