Mariló Duque Galey, experta en casos de acoso escolar: "La buena noticia es que los niños cada vez son más conscientes de que no pueden callarse"
A pesar de que el bullying "está aún muy presente en las aulas de Huelva", la experta indica que cada vez "se habla más del tema". El quid de la cuestión está en la prevención en casa y en las aulas. "Significa trabajar desde el respeto a la personita que tenemos en construcción, porque si la respetamos, ella va a respetar a sus iguales en clase"
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El acoso escolar es un fenómeno que, según la trabajadora social y experta en bullying María Dolores Duque Galey, "está aún muy presente en las aulas de Huelva". Duque es la encargada de impartir formación sobre el acoso infantil en la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Huelva (FAMPA) y asegura que, pese a la problemática, "ya hoy en día se habla mucho más de acoso escolar abiertamente, lo que está haciendo que haya una mayor conciencia".
A comentarios que se hacían antes como "que son cosas de niños", quitándoles importancia, "se les empieza a dar el lugar que verdaderamente tienen". Algo que ella misma ve reflejado en el aumento de peticiones de los padres a la hora de recibir esa formación vinculada al acoso. "Entiendo que es por ese aumento de concienciación con el tema. Las familias ya saben que pueden y que necesitan pedir ayuda. Eso es lo bueno. Se está haciendo un trabajo que está llegando, como con la violencia de género. La gente es cada vez más consciente de que no hay que callarse".
La próxima charla informativa sobre el acoso escolar para los padres en Huelva será el 8 de noviembre, con el objetivo de que "se conozca, se sepa identificar, se sepa cómo actuar y, por supuesto, la parte más importante, para que tengan herramientas para la prevención".
Lo más importante a la hora de detectar un caso de acoso escolar es que "existen patrones que se ven" y que la familia tiene que tener en cuenta cuando perciben determinados comportamientos que inducen a pensar que algo está ocurriendo. "Desde cambios comportamentales hasta no querer acudir al centro. Depende también de la fase en la que estén, hay muchísimos elementos".
Una vez que los padres han detectado un posible caso de bullying, la experta les anima a conocer la normativa vigente en los centros. "Los padres tienen que saber de qué habla la ley. Los centros educativos se rigen por la orden del 20 de junio de 2011, que recoge el protocolo de acoso escolar. Esto está vigente desde hace 14 años y se tiene que cumplir. Si la familia sabe en qué consiste ese protocolo, así como su activación y los 12 pasos que se deben ir dando en el proceso, sabrá cómo afrontarlo". Por fortuna, dice la experta, cada vez hay más investigación, así como implicación de todas las partes de la Administración Pública.
Señales de alerta
Como señales de alerta que deben percibir los padres, Mariló destaca detalles no querer ir al centro educativo, no querer participar en las actividades, desinterés por todo lo que atañe al centro, dejar de quedar con sus amigos, cambios de humor, insomnio, pesadillas, una bajada del rendimiento académico, perder cosas, traer cosas rotas o lesiones físicas.
Lo principal, asegura, "es no dejarlo pasar, puesto que todo esto puede empeorar. Hemos de transmitirles a nuestro hijo o alumno nuestro apoyo, comprensión, ofrecerle seguridad y hacer la comunicación oficial al centro educativo para que se active el protocolo de acoso escolar. Además, se debe valorar la necesidad de la actuación de profesionales en el ámbito sanitario y psicosocial y si esto no mejora, plantearse la denuncia".
Las cifras de acoso escolar en España, lamenta, "son alarmantes", sobre todo teniendo en cuenta, además, que no hay un censo oficial recogido. "En cualquier caso hay mucho dolor detrás de estos casos y contra el acoso escolar no cabe otra opción que actuar", recalca.
La prevención, el quid de la cuestión
A partir del protocolo de acoso escolar en los centros se hace una intervención, explica, tanto con la víctima como con la persona agresora y con el entorno. Sin embargo, dice, no solo hay que hacer ese trabajo con el alumnado implicado en una situación de acoso, porque por desgracia, esos casos se van a repetir. Por ello, asegura, el quid de la cuestión está en la prevención. "Estamos hablando que el acoso escolar es un tema de convivencia en las aulas. Esta protocolo de la Junta, de hecho, está dentro una orden que se basa en la convivencia escolar en los centros educativos, donde se tratan aspectos como la resolución pacífica de los conflictos".
Indica que "el conflicto es algo natural en el ser humano y por lo tanto, en los niños y las niñas. El tema es cómo gestionamos una resolución de conflicto, si se hace de manera violenta o de manera adecuada. Hay que saber identificarlo y para ello se deben trabajar las emociones. La educación emocional es imprescindible, porque ahí vamos a trabajar el autoconocimiento y el conocimiento de las otras personas y vamos a aprender el respeto, la empatía, la asertividad, muchísimas palabras que van a desarrollar habilidades para que la persona agresora no proyecte sus frustraciones en otra persona".
Esto es algo que, dice, empieza en casa y en las aulas. "Desde el hogar con los mayores y desde el centro educativo. Necesitamos transmitir estos valores en casa y que sean apoyados también en el cole. Si eso ocurre, por descontado el niño acabará teniendo mejores habilidades a la hora de relacionarse".
Según la experta, lo más importante de la prevención es trabajar en casa desde una parentalidad positiva. "Eso significa trabajar desde el respeto a la personita que tenemos en construcción, porque si la respetamos, ella va a respetar. Si la escuchamos, ella va a escuchar, si la comprendemos, esa persona va a comprender. Todo esto va a llevar al joven al desarrollo de la inteligencia emocional, algo necesario para que los niños vivan en una sociedad en armonía".
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