En la mañana del viernes pasaron a disposición de la autoridad judicial J.A.M.B. y J.M.P.P., naturales de Cartaya y detenidos por su presunta participación en el crimen del onubense Samuel Vizcaya y el sevillano Manuel Granado, a los que se les perdió la pista el Domingo de Ramos y cuyos cadáveres fueron localizados en el interior de un pozo del camino de Los Bayos de la localidad costera el pasado martes.

La expectación era máxima y se habían extremado las medidas de seguridad. Al menos cuarenta agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil blindaron el Palacio de Justicia de Ayamonte para evitar cualquier ataque inesperado que pusiera en riesgo la integridad de los dos arrestados. Estos llegaron a la localidad fronteriza en un furgón que entró a la sede judicial por la puerta de atrás, la de la calle Punta Umbría, y se introdujo directamente en el sótano, lo que evitó su exposición pública.

Ya en el interior de la sede judicial, J.A.M.B. y J.M.P.P. fueron trasladados ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Ayamonte, en funciones de guardia en esa jornada, pero la comparecencia solo duró unos diez minutos. Ambos se acogieron a su derecho a no declarar, por lo que no ratificaron la versión ofrecida a los investigadores de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía de Huelva, en la que reconocieron la autoría de los hechos.

La juez Yasmina Carrera, que previsiblemente se inhibirá en favor del Juzgado de Instrucción 5 de Ayamonte en los próximos días (ya que este era el que estaba de guardia el día de autos), ordenó para los dos investigados la prisión provisional, comunicada y sin fianza. La tercera investigada (por encubrimiento), mujer de uno de los detenidos, no compareció el viernes.

Como informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la juez de guardia les atribuye inicialmente un delito de homicidio. Por el momento la causa sigue bajo secreto.

Los cadáveres de Samuel Vizcaya y Manuel Granado fueron hallados por la Policía Nacional el pasado martes por la tarde en una finca abandonada del camino de Los Bayos de Cartaya, al que se accede por el camino de Las Avezanas. Los cuerpos estaban en el fondo de un pozo y habían sido cubiertos con plásticos agrícolas.

Como avanzó Huelva Información el jueves, uno de ellos presentaba un tiro y el otro múltiples golpes en la cabeza. Se baraja el ajuste de cuentas como principal hipótesis de lo acontecido. Samuel Vizcaya desapareció hace una semana, el Domingo de Ramos. Su coche fue encontrado el lunes pasado en el viejo camino del cementerio, parcialmente calcinado.

Al mismo tiempo que sus presuntos asesinos pasaban a disposición judicial, familiares y amigos de Samuel le daban el último adiós en el cementerio de La Soledad de Huelva. A bordo de sus motocicletas y levantando los cascos, realizaron un pasillo al coche fúnebre plagado de coronas de flores para despedir al que califican como "un buen hombre". El onubense era amante de las dos ruedas y así le rindieron tributo. Ahora piden que se le haga justicia.