El incendio en la pasarela de Francisco Montenegro pone el foco en el Pabellón de Control de Aguas de Endesa

La singular “casita”, obra de Luis Díaz del Río incluida en el registro Docomomo, permanece sin protección urbanística pese a su valor como ejemplo de arquitectura industrial moderna

Cerrada durante "bastante tiempo" parte de la pasarela de madera del Paseo de la Ría por el incendio de este lunes

El Pabellón de Control de Aguas de Endesa, este mismo martes tras el incendio.
El Pabellón de Control de Aguas de Endesa, este mismo martes tras el incendio. / Jesús Fernández

Huelva/El incendio declarado en la tarde del lunes en las pasarelas de madera del paseo de Francisco Montenegro se originó a escasos metros de uno de los edificios más singulares y desconocidos del patrimonio industrial moderno de la ciudad: el Pabellón de Control de Aguas de la antigua central térmica Cristóbal Colón, popularmente conocido como la “casita” de Endesa. El fuego, que fue rápidamente sofocado por los bomberos, no afectó a esta construcción, pero su cercanía ha vuelto a poner el foco sobre un inmueble que, pese a su valor arquitectónico, carece de protección urbanística específica.

Construido entre 1958 y 1966 por el estudio Otaisa, el pabellón es obra del arquitecto Luis Díaz del Río Martínez, en colaboración con Ricardo Abaurre y Herreros de Tejada, y forma parte del conjunto de instalaciones de la central térmica que Endesa explotó durante décadas en el frente fluvial onubense. El edificio, de pequeño tamaño y líneas modernas, fue concebido como punto de control del sistema de refrigeración de la planta y responde a una doble función: técnica y representativa. Actualmente no se encuentra en uso, salvo de forma puntual como sede para reuniones o eventos organizados por Endesa.

Corte de la pasarela de madera con el Pabellón de Control de Aguas de Endesa de fondo.
Corte de la pasarela de madera con el Pabellón de Control de Aguas de Endesa de fondo. / Jesús Fernández

Su diseño destaca por el uso de un volumen parcialmente soterrado y una planta superior acristalada, dotada de muro cortina y una cubierta plegada que dialoga con el paisaje de la ría del Odiel. El espacio interior estaba destinado a salas de control, comedor, zona de descanso y otros servicios para el personal. La disposición, orientación y transparencia del volumen superior ofrecen vistas privilegiadas al entorno natural de la ría del Odiel, lo que lo convierte en un ejemplo notable de integración arquitectónica en el paisaje industrial.

El pabellón está incluido en el registro Docomomo Ibérico, que documenta las obras más relevantes del movimiento moderno en España y Portugal. En su ficha técnica se subraya que, bajo su apariencia casi museística, se esconden instalaciones estrictamente funcionales vinculadas a la actividad industrial. A pesar de esta distinción, el edificio no goza de protección legal ni ha sido incorporado al catálogo patrimonial del planeamiento urbanístico municipal.

El autor principal del proyecto, Luis Díaz del Río Martínez, desarrolló gran parte de su trayectoria profesional en Andalucía, participando en numerosas obras de arquitectura industrial durante el franquismo. En el caso del pabellón onubense, su intervención revela una voluntad de dignificar los espacios técnicos mediante una arquitectura sobria, racionalista y coherente con los principios del movimiento moderno. Actualmente, el pabellón sigue en pie y sin uso público, integrado dentro del recinto portuario e inaccesible para la ciudadanía. La provincia de Huelva cuenta con un conjunto notable de construcciones incluidas en el registro Docomomo Ibérico. En total, son dieciséis los edificios catalogados, distribuidos por distintas localidades y representativos de diversas tipologías: residencial, educativa, industrial, sanitaria, religiosa y administrativa.

Construcción del Pabellón de Control de Aguas de Endesa.
Construcción del Pabellón de Control de Aguas de Endesa. / Docomomo

En el ámbito industrial destaca el Pabellón de Control de Aguas de la Central Térmica Cristóbal Colón, situado en Palos de la Frontera, obra de Luis Díaz del Río Martínez, Ricardo Abaurre y Herreros de Tejada, construido entre 1958 y 1966. También en el contexto portuario de la capital se encuentran los Pabellones para los Servicios del Puerto, proyectados por Francisco Sedano Arce entre 1941 y 1942, y el Edificio para oficinas de la Junta de Obras del Puerto, desarrollado entre 1960 y 1966 por José María Morales Lupiáñez, Luis Gómez Estern y Roberto de Juan Valiente.

Entre las obras de carácter residencial sobresalen el Chalé Pérez Carasa, en Punta Umbría, levantado en 1930 por Jaime Montaner Roselló y José María Pérez Carasa, y el Chalé Plus Ultra, en Gibraleón, de 1933, también obra de Pérez Carasa. Ambos representan interpretaciones locales del racionalismo y del expresionismo arquitectónico. En la capital destacan las Barriadas Huerta de Mena y La Esperanza, construidas entre 1948 y 1958 bajo la dirección de un equipo que incluía a Alejandro Herrero Ayllón, Francisco Sedano Arce y José María Morales Lupiáñez.

El listado incluye también centros educativos y sociales como el Pabellón del Colegio SAFA (Huelva, 1964, Francisco de la Corte López), el Colegio Nacional Divino Salvador de Cortegana (1933–1942, Antonio Marsá Prat) y el Colegio Nacional (actual Casa de la Cultura) de La Nava, también de Marsá Prat y fechado en 1933. Otro ejemplo destacado de la arquitectura moderna religiosa es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen, en Punta Umbría, obra de Miguel Fisac Serna (1964–1969), con su característico lenguaje estructural expresivo. En el ámbito sanitario figuran el Hospital Psiquiátrico de Huelva, proyectado entre 1960 y 1962 por José María Morales Lupiáñez, y el edificio de Oficinas del Monte y Viviendas, realizado entre 1962 y 1965 por Morales Lupiáñez junto a Rafael de La-Hoz Arderius y Roberto de Juan Valiente.

El catálogo se completa con intervenciones turísticas como el Parador Costa de la Luz en Ayamonte (1963–1966, Julio Vidaurre Jofre) y el Parador Cristóbal Colón en Mazagón, Moguer (1966–1968, Julián Luis Manzano-Monis y Mancebo), además de la singular estación de servicio moderna situada en la avenida Federico Molina de la capital, junto a El Corte Inglés, que fue construida entre 1955 y 1957 por Alejandro Herrero Ayllón. Este conjunto de edificaciones refleja la diversidad y riqueza del patrimonio moderno en la provincia onubense, aunque muchas de ellas carecen aún de una protección legal efectiva más allá de su reconocimiento documental en Docomomo.

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