Huelva

Así es la historia de la abuela de Huelva que crea mundos de realidad virtual y los enseña en Youtube

Lourdes Luengo con su móvil en un restaurante.

Lourdes Luengo con su móvil en un restaurante. / M.G.

La realidad virtual es una gran desconocida por todos, pero para Lourdes Luengo, una señora de Huelva con 80 años, se ha convertido en su hobby y entretenimiento durante su día a día. Para ella la brecha digital no ha supuesto una barrera y se encuentra completamente inmersa en la creación de mundos alternativos que realiza desde su propia casa en Islantilla. Una mujer de armas tomar, viajera, divertida y con muchas inquietudes que se ha convertido en toda una gurú tecnológica al conocer la función de las gafas de realidad virtual. 

Aparentemente puede parecer una señora de lo más normal, pero cuando se indaga un poco su mundo se convierte en una verdadera caja de sorpresas que deja boquiabierto a todo el que la conoce. Ella misma se describe como una persona muy inquieta "no me aburro, mi marido y yo le hemos dado la vuelta al mundo tres veces en barco y una de ellas coincidió con la pandemia, vivimos en un oasis en medio del mar durante tres meses, que tuvimos la suerte de compartir con más personas". Cuando el crucero Costa Deliciosa estaba en Australia, se declaró el estado de alarma y decidieron pasar la cuarentena a bordo, lejos de las mascarillas y de la vorágine que estaba aconteciendo en tierra. Toda una aventurera y amante de los retos que, cuando volvió a casa, conoció el mundo de la realidad virtual y con sus gafas se ha pasado horas inmersa en juegos de estrategia y de investigación o incluso de pesca. "Cuando las conocí pensaba que iba a ser mucho más complicado pero aprendía a usarlas con rapidez", explica. 

Lourdes tiene una vida plena, trabajó en el instituto Rábida en Huelva como profesora de biología, tiene tres hijos y cinco nietos y confiesa que "les enseño el mundo de la realidad virtual e incluso con uno de ellos que vive en Córdoba juego online". Una abuela de lo más moderna y que rompe toda clase se estereotipos que quiso dar un paso más y no quedarse en el disfrute de su nueva pasión, sumergiéndose de lleno el mundo de la creación de la realidad virtual. "Al principio tenía dudas sobre si sería capaz de crear estos mundos pero comencé con tutoriales en Youtube y terminé aprendiendo". A Lourdes siempre le ha atraído la tecnología y ya en el instituto en el que trabajaba era la coordinadora de TIC, "nunca he tenido problemas con la tecnología, y al principio cuando empecé con las gafas pensaba que tenía que estar unidas a una consola pero en realidad no, se me abrió un mundo que siento mucho que la mayoría no conozca". 

Lourdes Luengo ha dado la vuelta al mundo en tres ocasiones. Lourdes Luengo ha dado la vuelta al mundo en tres ocasiones.

Lourdes Luengo ha dado la vuelta al mundo en tres ocasiones. / M.G.

Confiesa que siempre le ha gustado estudiar y aprender y que cuando descubrió la posibilidad de hacer mundos se lanzó a por ello. Con autoaprendizaje comenzó a utilizar el programa Unity desde su ordenador "Al principio el programa me parecía griego pero al final acabé picando, me considero una persona valiente", aclara. Dentro del mundo virtual, su avatar es Patosita, una bióloga con bata y pelo blanco que confiesa no parecer tan mayor, porque la realidad virtual no está preparada para eso. Ha forjado amistad con otras personas que comparten su pasión, que no se quedan indiferentes al conocerla y saber su edad. "Tengo un buen grupo de amigos dentro de la realidad virtual con los que compartir cosas, ver películas o programas o jugar con las gafas, hay dos chicos que son de Huelva y uno de ellos es bombero y aunque no los he visto en personas, se han convertido en grandes amigos virtuales", cuenta. 

Sus creaciones en la realidad virtual se pueden ver en el canal de Youtube Virtual Vision (VR), en el que Patosita muestra sus mundos y se los explica a su público. Aunque confiesa que no se puede quedar con ninguno porque son como "sus hijos", le tiene especial cariño a uno que está realizando ahora, un museo de biología compuesto por maquetas "en él puede tocar las células, meterte dentro y conocer a la perfección todos sus procesos". Además, en el canal de pueden ver sus diferentes creaciones, como un safari o incluso una clase.

Los viajes le ayudan a inspirarse para crear sus mundo de realidad virtual. Los viajes le ayudan a inspirarse para crear sus mundo de realidad virtual.

Los viajes le ayudan a inspirarse para crear sus mundo de realidad virtual. / M.G.

Para Lourdes la realidad virtual tendrá que avanzar, "podría tener un gran fin pedagógico pero actualmente este tipo de tecnología es difícil de implantar en las aulas debido a su alto coste, solo unas gafas ya pueden rondar los 500 euros". "Además, todavía su diseño tiene que evolucionar, haciendo que sean más ligeras y que no den tanta calor", añade. 

La historia de Patosita es digna de contar, en la que la brecha digital es una mera composición de palabras, una mujer que no deja de impresionar a todos los que la rodean y que disfruta aprendiendo inmersa en sus mundos creados por ella misma y que puede compartir con todos sus amigos virtuales. 

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