Puerta del Mar

El día de la Virgen en la Cuaresma

  • La Iglesia celebra hoy la fiesta de la Anunciación, faltan nueve meses para navidades

  • Las dolorosas se encuentran en sus pasos para la salida

Las vírgenes de la Victoria y la Esperanza en sus pasos de palio para la salida del Miércoles Santo.

Las vírgenes de la Victoria y la Esperanza en sus pasos de palio para la salida del Miércoles Santo.

Está marcado de celeste en la Cuaresma morada de penitencia, es uno de esos días especiales, un día llamado a tener una mayor resonancia en esta Huelva tan cofrade y tan mariana. Hoy celebra la Iglesia la fiesta de la Anunciación del Señor, de aquí a Navidad van los nueve meses de la gestación.

Es el anuncio del ángel Gabriel en la ciudad de Nazaret. Allí acudimos este verano en la peregrinación a Tierra Santa con la Diócesis de Huelva.

La verdad que nada más dejarnos el autobús al bajar me resultó de gran impacto los murales en las paredes con dibujos reivindicativos y sobre el mismo un más reciente graffiti en aerosol rojo: Free palestine. En inglés, para que los visitantes no tuvieran dudas interpretativas de la situación.

Después una ciudad que siempre está en plena Navidad, hasta los letreros de latas de bebidas energéticas se mantienen con el gorrito de papa Noel y el deseo de una Merry Christmas.

La jornada depara unos momentos de gran fuerza, de alegría. Lo primero es la iglesia de la Anunciación o de San Gabriel de la Iglesia Ortodoxa Griega. Se accede por una puerta a un gran patio con remate de estrella de Navidad.

La fuente de la iglesia ortodoxa de la Anunciaciónen Nazaret, La fuente de la iglesia ortodoxa de la Anunciaciónen Nazaret,

La fuente de la iglesia ortodoxa de la Anunciaciónen Nazaret, / Eduardo Sugrañes

En el interior, tras pasar la puerta de cristal, de sabor clásico como guardan algunas casas de nuestros pueblos, el zaguán nos da paso a una pequeña iglesia pero sumamente encantadora. Me sobrecoge el arte, la pintura colorista en paredes y bóvedas, el tallado abigarrado del artesonado, la sillería, todo hermoso. Los iconos con toda su fuerza expresivas. Las velas de promesas sobre gran recipiente de tierra donde clavarlas.

Aquí se accede a un espacio íntimo, muy recogido por donde pasa aún el agua de un manantial subterráneo que es donde la creencia ortodoxa dice que se encontraba la Virgen sacando agua de la fuente en el momento de la Anunciación.

Este no es el único recinto sagrado dedicado a la Anunciación, la Iglesia Católica tiene dedicada una gran basílica con una trayectoria histórica que recorre todos los tiempos y muchas incidencias bélicas de destrucción.

Habíamos llegado tras recorrer algunas calles donde otro mural habla del conflicto palestino y la muerte de la última mártir, la periodista Shireen Abu Akleh.

Recorrimos otras calles estrechas, a modo de zoco, con tiendas muy diversas y una carnicería donde los grandes corderos se mostraban colgados en plena calle, aunque eso sí, entoldada.

Luego apareció a nuestra vista la portentosa basílica de la Anunciación, de construcción moderna, inaugurada el 25 de marzo de 1969. Nos resultó muy hermosa, pero más cuando entramos dentro de su recinto que parece amurallado. En el patio un monumento a la Inmaculada y recorre sobre las paredes mosaicos de imágenes marianas de todo el mundo.

Al acceder al interior te sobrecoge el diseño en el que se deja en el centro de todo la Gruta de la Anunciación, que es un espacio con los restos que se conservan de lo que se considera la casa de la infancia de la Virgen María.

La casa de la infancia de la Virgen María en el centro de la basílica de la Anunciación de Nazaret. La casa de la infancia de la Virgen María en el centro de la basílica de la Anunciación de Nazaret.

La casa de la infancia de la Virgen María en el centro de la basílica de la Anunciación de Nazaret. / Eduardo Sugrañes

En la iglesia superior el obispo emérito José Vilaplana celebró la Eucaristía, reflejando la importancia del misterio que se celebraba. “Aquí comienza el Evangelio, nuestra historia… con el día de la Virgen”. “Es la puerta por la que Dios se hizo uno de nosotros”. “Es el abrazo más tierno, el de la Virgen: Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”.

José Vilaplana en su homilía: “Es el abrazo más tierno, el de la Virgen: Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”.

Se culminó la celebración religiosa con un hermoso avemaría cantado de José Juan.

La providencia nos permitió que el tiempo que estábamos allí tuviera como colofón el Ángelus y con ello el ritual procesional de los franciscanos hacia el altar de la de la gruta de la casa de María, en él la leyenda en el altar: Verbum hic caro factum est (Aquí el verbo se hizo carne). Rezo entre el repicar en Nazaret de las campanas del templo. Ave María Gratia Plena.

Altar en la gruta de la casa de la infancia de la Virgen María. Altar en la  gruta de la casa de la infancia de la Virgen María.

Altar en la gruta de la casa de la infancia de la Virgen María. / Eduardo Sugrañes

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