“Ahora mismo hay una fiebre de producción de hidrógeno verde en todos los países de los cinco continentes”, aseguraba la directora de la Plataforma de Energía de la Unión Europea y de las Relaciones Internacionales de la Unión Europea, Cristina Lobillo, que fijaba el objetivo para el año 2030 de producción de 10 millones de toneladas propias en la UE y la importación de otros diez.

“En Europa estamos en un proceso de descarbonización que esperamos alcanzar en 2050 y sin hidrógeno verde no habrá descarbonización en la Unión Europea”, aseguraba Lobillo que señalaba que “hemos aprendido muchísimo de la crisis energética en Europa por la invasión de Ucrania y el chantaje de Putin a la UE de cortar suministro del gas”, lo que puso de relieve no sólo la subida del precio energético sino la falta de autonomía estratégica.

Tras esta situación desde la UE se decidió acelerar la transición energética con la producción eólica y fotovoltaica. Reconoce que es difícil ser totalmente autónomos en Europa por lo que la apuesta es poder diversificar tanto en la producción como en las exportaciones.

“La estabilidad es esencial para producir y atraer importaciones. El valor añadido de la UE es establecer un marco de principios que luego cada estado miembro tiene que desarrollar. En diciembre hemos terminado en Europa toda la legislación del hidrógeno”, recordaba la responsable de la UE que adelantaba que “el interés masivo en producir hidrógeno renovable significa que se va a crear un mercado internacional”.

La directora de la Plataforma de Energía y de las Relaciones Internacionales de la Unión Europea, hablaba también el I Congreso Nacional de Hidrógeno Verde que se está celebrando en Huelva de la relación con EEUU que llevan una política distinta ya que “ellos hablan de hidrógeno limpio que se produce con energía nuclear y de gas, esa no es la estrategia de la UE, nosotros priorizamos el hidrógeno renovable pero cooperamos con ellos. EEUU acaba de publicar una estrategia nacional donde marcan el camino de descarbonización con objetivos de 10 millones de toneladas de hidrógeno limpio en 2030, 20 millones en 2040 y 50 en el año 2050.

No obstante, Lobillo precisaba que “la política energética puede cambiar con las próximas elecciones en EEUU. Con la administración Biden tenemos una colaboración bastante intensa, estamos cooperando para crear energías limpias. Ya hay inversiones realizadas y queremos pensar que se van a mantener para conseguir la transición energética”.