Huelva

"La arteterapia es un tratamiento para un mundo sin capacidad de invención"

Jean Pierre Klein forma parte del elenco de profesores de Arteterapia para la autorrealización personal, que se imparte desde el lunes y finaliza mañana dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía. Doctor en Psiquiatría y Psicología, Klein es director de l'Institut National d'Expression, de Creation, d'Art et Transformation de París, y aterrizó en España como creador y supervisor de la Formación de Arteterapia de la Associació per a l'Expressió i la Comunicació de la AEC en Barcelona.

La piedra angular del curso dirigido por Pilar Domínguez Toscano, profesora de la Universidad de Huelva, es la arteterapia o la terapia artística como medio efectivo para el afrontamiento constructivo de problemas. La investigación científica ha demostrado que el arte, en el conjunto de sus modalidades integradas (artes plásticas y visuales, música, danza, teatro, literatura y artes audiovisuales), está siendo actualmente un factor eficaz para mejorar a las personas y a las sociedades.

-¿Cómo comienza a trabajar con la arteterapia?

-Empecé en la aventura de la terapia artística con los niños y adolescentes, al comprobar que a algunos no les era posible hablar de sí mismos, ya fuese por razones instrumentales, por trastornos profundos, por secretos de familia... Desde 1973 he acompañado a estos niños con invenciones de cuentos, utilizando marionetas, con dibujos, invenciones imaginarias... A través de estas disciplinas, los niños ponían en escena sus problemáticas, pero sin decirlas. La arteterapia es un acompañamiento en las producciones pero sin que sea necesario decir nada. Comenzamos con niños, pero ahora se abordan todo tipo de patologías y también como método de autorrealización personal, y también en adultos.

-¿Y cómo interpreta usted esas producciones para abordar los problemas de las personas?

-No interpretamos, respetamos los enigmas. La arteterapia es un viaje en lo simbólico, es un trabajo dentro de la metáfora. El fin es la creación artística como proceso de transformación. Yo puedo entender lo que a esa persona le ocurre, pero no se lo digo de forma forzosa.

-Entonces, ¿cuál sería el objetivo de la terapia artística?

-Por ponerte un ejemplo, tus sueños son una forma de curarte. La mayor parte del tiempo no entiendes lo que significan pero los sueños, como el arte, las invenciones o las ficciones, son una manera de hacer un recorrido simbólico. En algunos momentos ocurre que dices ¡lo he entendido todo!, pero el milagro de la arteterapia es que lo puedes hacer sin tomar consciencia. Es extraordinario que lo que te causa dolor puede ser también un aliado en tu autorrealización.

-En la presentación del curso han hablado de disciplinas artísticas como el dibujo, la danza, la escritura, la pintura... ¿Cómo saben cuál de ellas tienen que elegir para cada persona?

-Hay que saber la relación de la persona con lo que pasa en su cuerpo, en su alma, en su espíritu... También hay que tener en cuenta lo que se le puede ofrecer sin brutalizarla. A un adolescente con un trauma violento se le puede ofrecer la danza o disciplinas en movimiento. Cuando hablamos de personas que practican alguna actividad artística, hay que proponerle algo que se acerque a ella, pero no la misma. De la mejoría te das cuenta viendo a la persona físicamente y también la evolución de una creación a otra. No es que la producción sea más bella, sino más fuerte y más compleja.

-Por hablar de ejemplos, ¿cómo podría ser una terapia artística para una persona con anorexia y para otra que está en proceso de duelo?

-Como se sabe, las personas que sufren anorexia son muy mentales. En este caso, se podría proponer un trabajo de collage. Utilizando una revista en la que aparezcan mujeres que cumplan los estándares de belleza actuales, se puede cortar cada parte de sus cuerpos con las manos y construir otra imagen monstruosa hecha de varios trozos. Es una manera indirecta de trabajar sobre su cuerpo que ha tomado como enemigo. En el caso de un duelo, la arteterapia podría ser inventar ficciones dolorosas o pintar un cuadro. Los duelos son como una invasión permanente a la persona, una invocación de la persona fallecida. En un primer momento se puede hablar del duelo, pero hacerlo con demasiada frecuencia supone que la persona reviva el dolor.

-¿Ha tratado a alguna persona víctima de un atentado?

-Sí. Respondió a la terapia con la invención de cosas terribles dentro de la ficción. Cuerpos rotados, muerte... Pero sin decir directamente el traumatismo. Eso fue la terapia secundaria, en un primer tiempo se realizó una aproximación corporal, en silencio y con respeto. Después se propuso con prudencia trabajar dentro de la ficción. La respuesta a la terapia, que fue de urgencia aunque parezca una paradoja, fue buena. El dolor se atenúa, aunque no se olvida. Es el desafío de poder crear a través del traumatismo y convertirse en autor de su propia vida.

-¿Piensa que en estos momentos el mundo necesita más arte para curarse?

-La arteterapia es un pequeño tratamiento para un mundo que ha olvidado las capacidades de la invención. Se está perdiendo la virtud de la imaginación, de tener símbolos personales y de ser sujeto autor de las propias producciones imaginarias. Ya todo es impuesto, con la publicidad, con el discurso de los políticos cargados de grandes palabras, hasta la música que tenemos que escuchar mientras comemos en un restaurante o viajamos. No tenemos la posibilidad de ser autores de nuestros símbolos. Por otra parte, vivimos en un mundo de violencia. Yo prefiero la violencia en un cuadro con sus colores o en la ficción de un cuento que los actos en la realidad.

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