Los Ángeles, la tienda de toda la vida que sigue latiendo con fuerza en Huelva

Cuatro generaciones han conservado la esencia con productos locales cuidadosamente seleccionados y un trato cercano

¿Qué número compro para la Lotería de Navidad?: estos son los que más veces han sido premiados en el sorteo

Varias personas se detienen frente a la puerta de Los Ángeles para ver su escaparate navideño. / Rafael García Rebollo

Hay dos momentos que anuncian la llegada de la Navidad: el anuncio de la Lotería y la exposición de cestas navideñas de Los Ángeles. Ambos se han convertido con el paso del tiempo en señales inequívocas de que las fiestas están a la vuelta de la esquina. En mitad del bullicio de la calle Concepción hay un escaparate que se roba las miradas de quienes pasan, aunque muchos ya están acostumbrados, y que para muchos es un reclamo inevitable para entrar y viajar en el tiempo a un comercio que sigue guardando la esencia de aquellas 'tiendas de siempre' en las que no solo vende productos, sino recuerdos, tradiciones y una forma de entender el comercio que se resiste a desaparecer.

Jose Tomás lleva 40 años en este emblemático establecimiento del corazón de Huelva y forma parte de la familia que lleva al frente de Los Ángeles desde su apertura en 1948. Su trayectoria es, en gran medida, la historia viva del propio comercio, marcada por la constancia, la dedicación diaria y el aprendizaje continuo. "En casa intentamos hablar menos del trabajo porque somos cuatro en la familia y tres estamos aquí, es difícil no hablar del trabajo", bromea Jose Tomás, que es parte de la cuarta generación que ha heredado las famosas batas blancas de Los Ángeles, a la que ahora se han sumado sus hijos y sobrinos. Esta tienda es ese negocio familiar que guarda una magia especial y que hace sentir entre amigos a quienes pasan por su puerta.

Jose Tomás con la bata blanca que identifica a los trabajadores de la tienda. / Rafael García Rebollo

"Siempre atendemos al cliente de forma casi personalizada, y eso la gente lo agradece, si vas a unos grandes almacenes no te tratan igual", un trato que se manifiesta en pequeños gestos como guardarles la compra en las bolsas o llamarles por su nombre para preguntarles por cómo les está yendo durante las fiestas. Ese trato es el que antes había en la mayoría de negocios de la capital, y que poco a poco se ha ido perdiendo, pero que se mantiene en Los Ángeles como una de sus señas de identidad. Una forma de trabajar que apuesta por la cercanía frente a la prisa. "Ahora en Navidad entra mucha gente, evidentemente no conocemos a todos, pero el resto del año la gente es muy fiel", y es que es fácil acostumbrarse a ese trato especial y cercano que ya es un elemento diferenciador con el resto de comercios de la capital. Algunos de sus clientes la primera vez que entraron en la tienda lo hacían de la mano de sus padres o abuelos, y ahora traspasan la puerta siendo ellos quienes llevan a sus hijos y nietos señalándole aquellos pequeños tesoros que ya apenas se pueden encontrar.

El mantecado Felipe II entre un muy variado surtido de dulces navideños. / Rafael García Rebollo

Entre sus productos hay uno que es un éxito de ventas durante las Navidades: el mantecado Felipe II. Un clásico que se ha ganado un lugar destacado en las celebraciones navideñas de muchos hogares. Son muchos los onubenses que se acercan hasta la tienda solo para comprar este dulce navideño tan especial que es el primero y más antiguo de España y que apenas se puede encontrar ya a la venta. "Es de las pocas tiendas, si no la única, que hay en Huelva en la que se puede encontrar este mantecado", asegura Jose Tomás que cada día ve cómo la cesta de estos dulces mengua sin parar con la entrada de clientes que saben perfectamente con qué quieren llenar sus bandejas estas fiestas.

Igual de especial es el mantecado Felipe II que el resto de productos que llenan las estanterías de Los Ángeles, no solo por lo difíciles que son de encontrar, como es el caso del Anís Onuba, sino por el cariño con el que eligen qué ofrecer a sus clientes. "Los productos los probamos primero nosotros siempre antes de incorporarlos al negocio", así se aseguran de tener siempre la mejor calidad y poder recomendar a los más indecisos para llevarse el mejor producto, eso sí, preferiblemente que sean made in Huelva. En este negocio se prima el producto provincial "luchando siempre por mantener y consumir productos de la tierra, tenemos muchas conservas de Huelva, ibéricos, charcutería... Todo con sello de Huelva" en una apuesta firme por lo cercano y lo propio.

Este establecimiento, que forma parte del ADN de Huelva cuenta con una amplia variedad de vinos del Condado y aceites que conforman la cesta de Navidad perfecta junto con el jamón 5J "que casi nadie lo tiene", una frase que suele venir acompañada de: "pero seguro que en Los Ángeles lo encuentro".

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