Huelva

La alcadesa de Bollullos denuncia una "persecución personal" en su contra

  • Isabel Valdayo deja por baja médica la Alcaldía y se muestra dispuesta a buscar una solución  

Isabel Valdayo, el día de su toma de posesión.

Isabel Valdayo, el día de su toma de posesión. / H. I.

El bochornoso espectáculo vivido el pasado miércoles en la sesión plenaria del Ayuntamiento de Bollullos que culminó con un cruce de denuncias entre la alcaldesa, Isabel Valdayo, y el portavoz del PSOE, Pablo Valdera, conoció ayer un nuevo episodio cuando la regidora hizo pública una carta a sus conciudadanos en la que explica su versión de los hechos al tiempo que hace un llamamiento a recuperar “la cordura y el sentido común”.La misiva de Valdayo señala todo lo que ha ocurrido desde que se produjo el fuerte enfrentamiento en la sesión plenaria, que ha derivado en que “por prescripción médica me vea en la obligación de apartarme por unos días de la actividad pública”. La alcaldesa señala que llega a esta situación porque se siente víctima de una “persecución hacia mi persona con claros intereses que nada tiene que ver con lo ocurrido”.¿Y qué es lo que ha ocurrido? La bollullera relata los hechos que concluyeron con ella en el cuartel de la Guardia Civil interponiendo una denuncia por haber sido presuntamente increpada y agredida por el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de la localidad, Pablo Valdera, a la que se adjuntaba un parte de lesiones, mientras que el edil socialista marchaba hacia la Policía Local para hacer lo mismo alegando que había sido ella la que lo había increpado y amenazado. Ante estos hechos, Valdayo manifiesta que fue “objeto de unas desagradables y vejatorias ofensas verbales” en el transcurso de la reunión, tras las cuales afirma que “interpelé al concejal por la grotesca actitud que había mantenido conmigo”. Es en ese momento cuando la alcaldesa refleja que “se produjo lo que considero que fue un inoportuno, y quiero entender que involuntario, gesto por parte del portavoz del PSOE”. En el relato de lo sucedido, la propia regidora opta por ofrecer un perfil conciliador al señalar que pese a que lo acontecido “no debió ocurrir jamás”, podría haberse solventado “con una simple disculpa”. Así la regidora admite que “un simple manotazo no tiene mucha gravedad”, si bien reclama a sus vecinos que “entiendan que un gesto de este tipo denota una falta de control que no se debe consentir”. Isabel Valdayo deja traslucir en su misiva la necesidad de pasar página y lanzar “un mensaje de tranquilidad, con ánimos de establecer cordura y sentido común” en la localidad. En esta línea, destaca que “en los próximos días intentaré solventar esto de una manera cordial, que sirva para que la normalidad vuelva” a Bollullos.

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