Huelva

El agua llegó hasta La Placeta

  • La catástrofe se cebó en la Costa con las jabegas que se encontraban en la pesca de la sardina.

"En este conflicto, habiéndose recurrido al piadoso acto de sacar al Santísimo Sacramento, fue su Majestad servido de darnos el consuelo, de que las aguas no hubieran pasado de la parte de la Villa que llaman La Placeta". Sin embargo, aunque las aguas no subieron mucho, entendiendo que en esa época el muelle se encontraba donde hoy está la Plaza Doce de octubre y las orillas de la ría a los márgenes de las hoy avenida de Italia y Alemania, sin ningún tipo de protección. Las noticias más críticas llegaban de la Costa, asegurando que "las Artes de Jabegas, que estaban en la (playa de la) Tuta, para la pesca de sardina, han naufragado casi todas, quedando sumergida en la aguas la mayor parte de la gente, que se hallaba en aquellos parajes".

Tras el terremoto en Huelva del 12 de febrero de 2007, se ha estudiado que el maremoto llegaría a la costas de Huelva en unos 30 minutos. El seísmo fue de 6,2 grados y los investigadores de la Universidad de Huelva, como afirmó en su momento Francisco Manuel Alonso Chaves, profesor de Geología de UHU, ya pudieron apreciar un cambio en el nivel del mar, que aumentó unos diez centímetros. Se comprobó que la ola viajó a 600 kilómetros por hora, por lo que en la costa se notó a la media hora de producirse el seísmo. Por ello, lo que se considera más sensato no es intentar salvar cosas, sino ponerse a salvo en zona alta, en El Conquero o simplemente en pisos de más de cuatro planta. Hay que aprovechar el poco tiempo que hay para reaccionar tras el aviso. Lo primero que suele llegar es la cresta de la ola y más tarde una subida del mar mucho más rápida de lo normal, imparable. La situación puede ser muy distinta dependiendo de muchos factores y es que los periodos de oleaje suelen variar y no son siempre comparables.

En cuanto a nuestra capital, situada entre las rías del Odiel y el Tinto que conforman un amplio estuario de marismas fluviomareales, pero el océano queda a 10 Kms de la ciudad, razón por la que las grandes olas de un tsunami se irían amortiguando a lo largo de este trayecto tanto en altura como en potencia. Una localidad pegada al mar sufría unas consecuencias más directas.

14 tsunamis en 8.000 años

El seísmo de Lisboa dio lugar al nacimiento de la noción de riesgo sísmico, que permitió a los gobiernos a desarrollar estudios sobre series históricas de terremotos sucedidos en sus territorios con la conciencia de que estos se podrían volver a repetir.

En la actualidad hay equipos que se dedican a estudiar los restos de tsunamis, como es el caso del profesor Juan Antonio Morales, que en su estudios ha identificado 14 tsunamis en los últimos 8.000 años. Apunta a que el final de Tartessos coincide con uno de estos maremotos.

En algunas excavaciones arqueológicas recientes en la capital se ha podido detectar restos tsunamitas en la plaza de la Soledad, anterior a la época romana; en la calle Mora Claros, de época anterior al bronce; e incluso a los pies del cabezo del parque de la Esperanza.

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