Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Merece la pena?
Hace 16 años comenzó su vida a pesar de haber nacido 43 años antes. Dejó atrás una existencia (se limitaba a sobrevivir) en la que no se comunicaba con nadie, la amistad no tenía cabida y la familia estaba a punto de desaparecer por culpa del alcohol. La bebida era para él como el aire que se respira. Una enfermedad, un problema y un auténtico peligro porque, entonces, Luis trabajaba como camionero.
"No quiero ni pensar las veces que me he jugado la vida. Me da miedo... Pero gracias a Dios hoy puedo contarlo". Contarlo y ayudar a quienes están pasando por la misma situación gracias a la ayuda que en su día recibió desde ARO (Alcohólicos Rehabilitados Onubenses). "Me devolvieron la vida, a mi mujer y a mis hijos". Fue la mejor recompensa que pudo recibir por dar la espalda "para siempre" al alcohol. Y también la mejor 'excusa' para comprometerse con ARO y pasar a formar parte del grupo de monitores que desinteresadamente trabajan para convertirse en el mejor apoyo y ejemplo de quien a pesar de no saberlo está enganchado a los grados del alcohol.
Para Luis no fue fácil, pero después de un año consiguió recuperar todo lo que había perdido. No lo dudó y animado por Cristóbal Gangoso consiguió poner en marcha una delegación de ARO en Nerva, localidad donde él vive y donde hasta entonces no se había formado ningún grupo de ayuda. "Estuve un año entero con la puerta abierta y nadie entraba", porque una de las cosas más difíciles para los alcohólicos es precisamente reconocer el problema o encontrar a alguien que les ayude a atravesar "la puerta de la vida". Hoy, quince años después, sigue adelante, a pesar de haber sido intervenido de un tumor de laringe, con más empeño, si cabe, porque ya han pasado centenares de parejas por sus instalaciones y le han dejado a Luis otra recompensa, poder comprobar que ellos también le han ganado la batalla al alcohol. Eso le da fuerzas, para seguir trabajando sin esperar nada a cambio con un único objetivo: sacar del alcoholismo a los enfermos de la Cuenca Minera.
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