Huelva

Testimonio de un onubense en Ucrania: "Sin un arma estoy inseguro"

Un vehículo destrozado por un bombardeo en Kiev.

Un vehículo destrozado por un bombardeo en Kiev. / Efe (Kiev)

Un trago de alcohol amortigua el golpe que ha sufrido Maxim Yuschuk. Dos conocidos suyos han sido asesinados en una localidad a 380 kilómetros de Rivne, municipio ucraniano donde reside este joven onubense. "El abuelo de uno de mis colegas ha sido el que me ha contado cómo han perdido la vida y me dice que, tal es la cantidad de maquinaria rusa en la zona, que todo el pueblo desprende un profundo olor a diésel", narra Maxim a Huelva Información.

No ha sido el único revés que ha soportado. Otro amigo suyo le ha llamado hace escasas horas para despedirse. "No voy a salir vivo de esta, saca a toda tu familia de aquí porque los rusos son animales", escucha Maxim al otro lado del teléfono. La voz rota de su amigo, acompañada "por disparos que se oyen de fondo", le cuenta que "el ejército ruso les dispara a todo aquello que ven moviéndose".

Maxim recuerda el relato de su amigo, de quien en estos momentos no tiene noticias, mientras lamenta "la pesadilla que estamos viviendo". Para el joven "esto es una película de terror, un Show de Truman en mi propio país".

En este punto, conviene recordar que Maxim, de 26 años nació en Ucrania, pero su corazón también es onubense después de vivir más de 15 años en Huelva. Su profesión actual, relacionada con la informática, le permite trabajar a distancia y compaginar estancias en Huelva y el país ucraniano. Llegó el domingo a Kiev y, junto a su familia, viajó hacia Rivne (a 400 kilómetros de la capital), pueblo de 30.000 habitantes donde tienen una residencia particular.

Maxim lleva tres días sin poder ponerse en contacto con esta redacción. Las pérdidas, los continuos dolores de cabeza y el cansancio se lo impiden. Seis días después del inicio del conflicto, explica que su día a día consiste en evacuar a familiares suyos y de amigos. Tanto es así, que ayer condujo "en círculo" alrededor de 800 kilómetros. En su itinerario se topaba "con carreteras vacías, como si de un apocalipsis se tratase, con controles de seguridad por parte del ejército ucraniano y con muchas barricadas". 

La misión de llevar a ucranianos a la frontera con Polonia para que estén a salvo tiene hoy dos protagonistas especiales. La madre y hermana de Maxim dejan Ucrania y regresan a Huelva. "No quieren irse y dejarnos aquí a mí y a mi padre", pero "tras horas de conversación familiar y llantos, han optado por abandonar el país", resume el joven, quien añade que "ahora estamos sacando a todas las mujeres y niños de mi pueblo porque nos dicen que soldados bielorrusos van a entrar de un momento a otro en Ucrania y solo estamos a 90 kilómetros de la frontera con Bielorrusia".

Preguntado sobre por qué él no abandona Ucrania si tiene la documentación española que le permitiría regresar a Huelva, Maxim subraya que "no puedo abandonar mi otro país. Viendo cómo de unidos están los ucranianos por la causa, si me voy, no tendría honor para volver". Igualmente, asegura que "si esta misma guerra sucediese en España, yo estaría en Huelva ayudando a mis compatriotas, porque así lo siento".

Sobre la "probable" entrada del ejército bielorruso en Ucrania, Maxim explica que "tenemos grupos de Telegram donde nos pasamos toda la información posible", toda vez que añade que está en la búsqueda de un arma, "porque sin ella no estoy seguro aquí".

Además de conducir para evacuar a sus allegados, Maxim trabaja con otros compañeros en la colocación de barricadas por Rivne, si bien no puede explicar en qué consisten realmente estas medidas de protección para "no dar pistas a Rusia". Así, sostiene que una de sus pocas ventajas es que "el enemigo entra sin saber donde está, no conoce nada de aquí".

En este momento Maxim detiene su relato para contar un hecho que le despierta "una gran curiosidad". A través de vídeos y llamadas, el joven es sabedor de que el ejército ucraniano ha tomado a militares rusos como rehenes, "a los que se les trata bien, se les da comida y se les permite llamar a sus familiares". Parte de estos rehenes, al ser preguntados, explican que "pensaban que estaban realizando prácticas militares en Ucrania. Argumentan que antes del conflicto se les quitaron los móviles y que, por ende, no son conscientes de que se están producido una invasión", algo que Maxim no sabe si creérselo o no, "porque desde hace ochos años tenemos disputas con Rusia, por lo que es improbable que los soldados se crean que aquí se realizan prácticas".

Ahora Maxim es interrumpido por un amigo que se hospeda en su casa. A oscuras, con la poca luz que puede emitir una vela, dado que toda Ucrania se apaga de noche "para no llamar la atención de los aviones rusos", le pide el cargador de móvil, mientras mantienen una conversación amistosa. Un desahogo después de más de media hora de terribles recuerdos.

Maxim prosigue explicando cómo es vivir en Rivne seis días después de la invasión. "La vida es medianamente normal, pero sin ser normal". El joven justifica su afirmación explicando que los comercios y las gasolineras siguen abiertos (la gasolina se racionaliza con 20 litros como máximo por cliente), si bien "el ambiente que reina es de profunda tristeza y melancolía". Saca en positivo la gran comunión entre habitantes, quienes ponen a disposición puntos o locales para que la gente pueda ducharse, comer o dormir. "Respiramos una gran solidaridad", resume.

A este respecto, lamenta no tener documentos gráficos para enseñar al resto del mundo. "Nos piden que no pasemos nada de cómo estamos, para nos dar pistas a nadie", apunta, aunque insiste en qué va a intentar recopilar imágenes y vídeos de su localidad que no comprometan la seguridad.

Maxim acumula seis días de guerra. Reconoce "no saber si este será el último contacto" con este diario ante la posibilidad de una pronta llegada del ejército bielorruso", pero antes de colgar el teléfono, asegura que observa la vida "de un modo muy diferente" a cómo lo hacía el domingo 20 de febrero, último día que estuvo en Huelva. "Detengo mi mirada en cada detalle, en cada árbol, en el cielo...".

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios