Tecnología onubense en el aula

Soldamatic 100 es un simulador de soldadura con fines docentes que ha introducido una dinámica similar a las de los videojuegos en esta rama formativa, que se extenderá a toda Andalucía. El padre de esta nueva herramienta de enseñanza es el ingeniero técnico onubense José María Carpintero, quien vio hace años la necesidad de utilizar un simulador para hacer prácticas en el aula antes de llegar al taller; el objetivo era que los alumnos pudieran familiarizarse con el trabajo, ahorrando material y de la forma más segura posible.

Carpintero, que confiesa haber estado siempre vinculado e interesado por la actividad docente, explica que, a su juicio, eran demasiados los inconvenientes que tenía que superar el alumno en poco tiempo para realizar este trabajo con seguridad y destreza. "Empezando por la ropa adecuada para protegerse, hasta el casco y las gafas; veía que había muchas dificultades a superar al mismo tiempo porque trabajar con todo el equipo y aprender al mismo tiempo era complicado". Hace tres años empezó a trabajar en la idea de crear un simulador con el que ayudar a los estudiantes. Carpintero añade que, a largo plazo, el simulador ahorra costes, teniendo en cuenta que en el taller había que desechar mucho material de piezas que quedaban inutilizadas tras los ejercicios; además, una máquina real requiere de un soporte adicional de extracción de humos y otro para bajar la temperatura.

En los últimos dos años y medio ha sido clave el trabajo de colaboración que ha realizado con dos ingenieros técnicos de la empresa Seabery Soluciones, que apadrinó el proyecto. Juan José Chica, ingeniero técnico informático, y Francisco José Aguilar, ingeniero técnico electrónico, le han ayudado a traducir su idea a un suporte multimedia. Ambos, practicamente, se han iniciado con Carpintero en el mundo laboral ya que cuando entraron en contacto todavía eran estudiantes en la Universidad de Huelva.

Estos años de trabajo han logrado poner en el mercado un prototipo con sello netamente onubense, que está en permanente remodelación. Desde el principio, el prototipo ha pasado por muchas correcciones para mejorar su manejo para alumnos y profesores. En los últimos meses se ha completado con un programa de seguimiento del profesor, que permite al docente grabar los trabajos que hacen los alumnos para poder hacer un seguimiento personalizado, corregir errores y hasta llamar al orden a los que se despisten. En esta fase del trabajo ha sido imprescindible la colaboración de los docentes que están trabajando ya con este simulador de soldadura como José Antonio Rojas. Este resalta las ventajas de iniciar a los alumnos en sus primeros pasos sin la tensión de estar utilizando una máquina real. Rojas señala que los chavales aficionados a la play manejan con una destreza admirable el prototipo; "para ellos hacer bien el ejercicido es un reto más de los que habitualmente ven en los videojuegos, lo que suma un aliciente al aprendizaje". Y añade que un paso en positivo ha sido adiestrar al alumno en el trabajo, primero, y, después, acostrumbrarse a hacerlo con el equipo de faena obligatorio, como botas, mono, casco y gafas, pues todo ello se hace incómodo al principio.

Carpintero trabaja ahora en la idea de diversificar los materiales de trabajo que analiza el prototipo. En el modelo actual tan sólo se puede trabajar sobre una base de acero al carbono pero la gama de productos en el trabajo real es tan variada como materiales hay, desde acero inoxidable, aluminio, a cualquier otro metal. El objetivo es seguir perfeccionando el modelo hasta lograr practicas simuladas tan reales como las que se pueden hacer en el taller o a pie de obra.

Soldamatic 100 simula los tres tipos básicos de soldadura: Electrodo revestido, Mig-Mag (semiautomática) y TIG (tunsgteno inerte de gas). Formación con la que un alumno está preparado para incorporarse al mercado laboral de forma inmediata.

En el centro de formación de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) de la Junta de Andalucía actualmente se imparte un curso de soldador a 15 alumnos. La mayor parte de ellos ya sabía soldar y, por tanto, habían realizado trabajos con máquinas reales. Conciden en señalar que el simulador es especialmente útil para los principiantes.

La intención de José María Carpintero es sacar este simulador al mercado internacional a través de la comercializadora Praxair, con el objetivo puesto en los centros de formación. De momento los alumnos andaluces tienen al alcance de la mano esta ventaja.