Huelva

Barrio a barrio: La Plaza de las Monjas, el corazón del centro de Huelva

Hamburguesería Hermanos Rodríguez.

Hamburguesería Hermanos Rodríguez. / Ismael Tayllefert

La Plaza de las Monjas, el corazón de Huelva, un lugar de reunión, de encuentro, de convivencia. Uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad y un referente que todo onubense conoce. Se trata de un rincón que alberga siglos de historia, donde el tiempo se para cada tarde y los más pequeños junto a padres y abuelos se dedican a jugar mientras un ir y venir de gente les interrumpe. El centro de la ciudad se construye en torno a ella y se encuentra velada por las conocidas calles Tres de Agosto, Vázquez López, Méndez Núñez, la Avenida Martín Alonso Pinzón y Espronceda.

¿Quién no se ha sentado en la Plaza de las Monjas una tarde? Muchos onubenses a lo largo de los siglos han elegido este lugar para ver pasar el tiempo en uno de sus bancos, el tiempo que ha pasado por ella y la ha convertido en una de las plazas más antiguas de Huelva. Los Duques de Medina Sidonia la eligieron como las caballerizas de su palacio, algo de lo que no queda vestigio en la actualidad. Ya en el siglo XVIII logró consolidarse como espacio público, porque en ella se desarrollaban diversos espectáculos de entretenimiento dirigidos al pueblo.

Esta semana se ha celebrado la Feria del Libro. Esta semana se ha celebrado la Feria del Libro.

Esta semana se ha celebrado la Feria del Libro. / Ismael Tayllefert

Plaza de Abajo, Plaza Nueva o Plaza de San Juan han sido algunos de sus nombres, pero fue en 1805 cuando se le otorgó el nombre de Plaza de las Monjas, debido a que en ella se encuentra el Convento de las Madres Agustinas desde el año 1515 que en la actualidad sigue vigente. A partir de 1823 se modificó la forma de llamarla en varias ocasiones hasta que al comienzo de la democracia se le volvió a bautizar con el que todo el mundo la conoce.

La Plaza, un espejismo de la Huelva de ayer y hoy, sigue desempeñando la misma función y ya en 1907 sufrió su primera remodelación llevada a cabo por el arquitecto municipal Francisco Monís y Morales. Su idiosincrasia sigue estando presente y la fuente, aunque ahora se encuentra en obras, está siendo reconstruida para mantener siempre ese sello de identidad que tanto la caracteriza.

El Banco de España es otra de sus señas que lleva años en ella, aunque hoy por hoy no se destina a ningún uso. Los bares que le rodean la han convertido en un centro de vida en el que todos se llenan durante las tardes y los fines de semana. Aquí hay cabida para todos, desde los más jóvenes a los más mayores, todos tienen un hueco en la plaza, que sigue de moda en Huelva. Comerse una hamburguesa o un perrito en el kiosko es algo que tampoco entiende de edades, no importa la hora y, cada día, sobre todo los fin de semanas, se forman largas colas de onubenses que no quieren perderse esta tradición.

La plaza sigue una estructura rectangular que se abre hacia la Gran Vía, donde en 2011 se levantó el monumento a Colón que la preside mirando hacia la entrada de la calle. Desde las alturas preside con la medalla de la Patrona, la Virgen de la Cinta, en su mano y señalando al océano con la otra. Una estatua que no deja olvidar el pasado de la ciudad pero que abre hacia la modernidad, con una fuente en remodelación y el centro de Huelva en obras.

Terrazas de los bares que se encuentran rodeando la plaza. Terrazas de los bares que se encuentran rodeando la plaza.

Terrazas de los bares que se encuentran rodeando la plaza. / Ismael Tayllefert

Actualmente la Plaza de las Monjas acoge numerosos eventos que se realizan cada año, la feria del libro, la feria de la Primavera, exposiciones, la feria de la Tapa o incluso escenarios con música durante el Entierro del Choco en Carnavales. Por no hablar de su importante papel en la Semana Santa, siendo testigo del paso de todas las hermandades por su tramo de Carrera Oficial, uno de los más emblemáticos y esperados de la Semana Grande.

Conocer Huelva es sinónimo de conocer a la Plaza de las Monjas, una visita obligada que conecta a la perfección con los comercios colindantes a través de calles peatonales y una zona de ocio muy nutrida y valorada por los onubenses. Un espacio con historia, reconocido, un punto de encuentro, donde tanto la cultura como la diversión van de la mano y son completamente compatibles.

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