Nicolás González Núñez, emprendedor

Huelva/Hoy traigo a estas páginas a un asturiano que había nacido en un pueblecito del principiado, llamado San Martín del Rey Aurelio y que se vino a vivir a Huelva siendo aún muy jovencito porque la empresa constructora con la que trabajaba lo destinó a Huelva para construir la Ciudad Deportiva del Conquero. Y aquí es donde conoce a la que pronto se convertiría en su esposa, con la que tiene cinco hijos.
Al poco tiempo de haber venido a Huelva, Nicolás González fundó su propia empresa constructora y enseguida, con su buen hacer, se hizo un hueco en la sociedad onubense y empezó a construir viviendas sociales y edificios notables. En algunos casos ganaba y en otros perdía, pero él estaba para todo. Allí donde lo llamaban, acudía.
El gobernador civil de Huelva, Hernán Pérez Cubillas, asturiano también como él, depositó en Nicolás toda su confianza. Construyó la Barriada Licinio de la Fuente, los primeros edificios de la Barriada de Pérez Cubillas, grupos escolares, cuarteles para la Guardia Civil, nuevos edificios para los ayuntamientos, edificios de viviendas para su venta. Todo ello tanto en Huelva como en su provincia.
Nicolás siguió construyendo y en Punta Umbría nos dejó varias obras como el Colegio San Sebastián o, muchos años después, el nuevo cuartel de la Guardia Civil. También hizo la reforma integral del edificio llamado de “la vieja guardia”, que pasó a ser al albergue juvenil. Construyó los edificio Bonaire y Curasao, que son los primeros edificios de altura que se ven al entrar en Punta Umbría por carretera, conocidos como los Puntamar.
Contribuyó con el turismo local, construyendo el Hotel Costa de la Luz en el casco antiguo de Huelva, hace ahora 50 años, junto al arquitecto Ricardo Anadón Frutos. Fundó la primera televisión local, Huelva Visión, creó la Asociación HHH, de Huelva, por Huelva y para Huelva. Nicolás fue un onubense más, un onubense de los pies a la cabeza que luchó por las cosas de nuestra tierra. Amigo de sus amigos y con Huelva siempre en su corazón. Junto a Miguel Raya colaboró en obras sociales como el Asilo de Ancianos. Y también junto a Basilio Marquínez, construyó la Hacienda Santa María en La Rábida.
Todavía me acuerdo de aquel memorable 3 de Agosto de 1983 en los jardines del Hotel Pato Amarillo de Punta Umbría, donde se presentó en sociedad el número 0 del diario independiente de la provincia Huelva Información. Me habían invitado a este acto el presidente del consejo de administración Nicolás González Núñez y su encantadora esposa Ele Linares. Aquello fue una fiesta, porque nacía un nuevo periódico y esos acontecimientos no se dan todos los días.
El periódico fue para él otro hijo más. Lo fundó junto a otros onubenses de pro como fueron Manuel Muñoz, que fue vicepresidente y padre de mi querido amigo Manolo Muñoz Fortes, Anselmo Botello, Constantino Menéndez, Pilar Pulgar, Felipe Martínez de Acuña, Miguel Martín Pérez y otros muchos que no querían que Huelva se quedase sin prensa escrita, porque el diario del Movimiento, el Odiel, llegaba a sus últimos días.
Hubo una época que Huelva llegó a tener tres periódicos a la vez: Huelva Información, el Odiel Información y el recién fundado por él La Voz de Huelva, en el año 1995, del cual fui colaborador, ya que nada más aparecer el número 1 me llamó ofreciéndome la contraportada del diario para mis artículos todos los domingos.
De vez en cuando nos reunía a todos los colaboradores en una comida de convivencia en su finca La Parrilla de San Bartolomé de la Torre. Y así, de esta manera, nos mostraba su agradecimiento y nos conocíamos más entre nosotros. Hicimos buenas amistades todos los que escribíamos en La Voz de Huelva. Este diario solo duró cinco años.
Fui a visitar al bueno de Nicolás al Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde lo iba a operar nuestro común amigo el ilustre cirujano Manuel Hidalgo. Una posterior complicación hizo que fuese al cielo para seguir construyendo obras sociales y allí sabiendo como era, seguro que ha fundado otro periódico para tener informados a todos los onubenses que allí se encuentran.
Aunque me consta que ya en alguna ocasión se solicitó, de nuevo lo vuelvo a pedir a las autoridades onubenses: Nicolás González Núñez es digno merecedor de que una calle en Huelva lleve su nombre, por su amor y por su contribución al onubensismo que derrochó durante toda su vida.
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