Manos Unidas cumple cincuenta años como organización no gubernamental para el desarrollo, de inspiración católica y de voluntarios, cuyos objetivos es la lucha contra el hambre y la pobreza, el subdesarrollo y las causas que lo provocan. Hoy en la Santa Iglesia Catedral de la Merced tendrán lugar a las 19 horas misa de apertura de la campaña de 2009 que presidirá el obispo emérito monseñor Ignacio Noguer Carmona y al que acudirá el equipo de Manos Unidas que preside María del Carmen de la Vega y que cuenta como consiliario con el padre Emilio Rodríguez.

Las historia de Manos Unidas en estos cincuenta años comienza en Huelva hace 33 años. La entonces presidenta nacional de Manos Unidas, ONG para el desarrollo, católica y de voluntarios, María Dolores Gisbert de Gallego, se entrevistó con el obispo de la Diócesis monseñor Rafael González Moralejo para comunicarle su deseo de abrir sede en Huelva de Manos Unidas, porque era de las pocas ciudades españolas donde todavía no se había establecido. El obispo fue buscando un grupo de mujeres cristianas, y las encontró. Desde ese momento este grupo de mujeres se fue reuniendo semanalmente con el padre Muñoz Priego, intentando sembrar en cada persona la semilla de la solidaridad. De estas reuniones salió elegida la primera presidenta-delegada en Huelva, María Teresa Rofa, le siguió Tonia Sanz, Marisa Sienra, Cinta López, María Vélez, Ana María Galdón y la actual María del Carmen de la Vega. Todas estas mujeres, y todo el equipo que siempre ha habido detrás, han trabajado incansablemente por conseguir un mundo mejor, por mejorar la vida de millones de personas en el Sur, pero no ha sido tanto el trabajo hecho como lo que se ha recibido. El trato con los misioneros que vienen a apoyar sus campañas, ya la 50, el saber que todo llega y que nada se queda en el camino, ser el eslabón de la generosidad de los onubenses con el Tercer Mundo… todo esto y muchas más cosas han hecho posible que hoy día puedan decir que son muchos los proyectos realizados gracias a Huelva.

En servicios centrales, Huelva ha sido ejemplo de cómo una provincia puede tener cerca de 80 subdelegaciones que funcionan a la perfección, cerca de 80 pueblos que trabajan con el mismo fin, acabar con el hambre en el mundo. Algunos de ellos (La Palma del Condado, Valverde del Camino, Zalamea la Real, Beas, Cartaya, Isla Cristina, Corrales, Bellavista o Aljaraque) financian por su cuenta, de forma conjunta o individual, otros proyectos.

No se puede dejar de nombrar a todos los socios, tanto domiciliados como colaboradores, que han depositado su confianza en Manos Unidas año tras año y que van aumentando año tras año, hoy día son cerca de los 1.000. Como dato entrañable, Manos Unidas ha sido llamada por notarios para ser beneficiarios de herencias, en total cuatro casas y dinero en metálico. De la misma forma la relación con párrocos, centros escolares e instituciones son muy buenas y cordiales. Ayuntamiento y Diputación financian desde hace más de 15 años estos proyectos.

En estos años, cuatro las voluntarias han sido testigo directo del trabajo de Manos Unidas en los países del Sur, Tonia Sanz y Laura Cuesta a la India, María del Carmen de la Vega a Perú y la más reciente Cristina Fernández a Benín. Estas experiencias han marcado un antes y un después en sus vidas. Ellas han sido testigo de cómo esta organización es conocida y querida que es allí, lo bien que se trabaja.

Manos Unidas de Huelva también ha tenido la oportunidad de participar de forma directa en el VII Foro que Manos Unidas ha organizado en el 2007 en Zaragoza. En esta ocasión la Vicepresidenta-Delegada en Huelva pudo dar testimonio de cómo los jóvenes pueden cambiar el mundo.

En definitiva, sólo hay agradecimiento a toda la población onubense, que desde la primera campaña, donde se recaudó un total de 200.000 pesetas, hasta hoy, donde se recaudan más de 400.000 euros, lo que es depositar toda su confianza en esta organización haciendo de Manos Unidas el enlace con los más desfavorecidos del Sur.