Dolor en Huelva por la pérdida de una figura ejemplar como la de Serafín Correa Fini, un luchador que durante años fue un estímulo social. Tras sufrir en 2013 un ictus que dañó severamente su médula y lo dejó con problemas de movilidad y sin capacidad para hablar, decidió luchar en lugar de rendirse y dedicar sus energías en ayudar a los demás a aceptar su discapacidad. Desde entonces permanecía ingresado en la Clínica de salud mental y Atención a la dependencia Mentalia La Viña, en Chucena.
Lejos de rendirse, desde ese centro cada día se dejaba la piel por brillar y sacar la mejor versión de sí mismo. Decidió escribir para compartir su experiencia y se diplomó en Neuropsicología y ayuda a otras personas a aceptar su discapacidad.
En noviembre le fue diagnosticado un cáncer de hígado y colon. Nunca se rendió y mantuvo hasta el último instante su vitalidad y energía positiva.
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