La Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta ha creado un órgano técnico de participación integrado por colegios profesionales del ámbito sanitario para el impulso de acciones conjuntas de promoción, prevención y protección en materia de salud pública que permitan la mejora de la calidad de vida de la población onubense.

Esta semana se ha celebrado el acto de constitución de este órgano, que está presidido por la delegada territorial del ramo, Manuela Caro, y cuenta con la adhesión de las entidades colegiales de médicos, enfermería, farmacéuticos y veterinarios de la provincia de Huelva. Sus presidentes, Mercedes Ramblado, Patricia Mauri y Jorge Juan García, respectivamente, así como el vicepresidente en el caso de los veterinarios, José Luis Carrillo, han estado presentes en la primera reunión.

Se trata de una novedosa iniciativa diseñada por el Servicio de Salud Pública de la Delegación con la colaboración de los colegios profesionales, en el marco del desarrollo de la nueva Estrategia de Promoción de una Vida Saludable en Andalucía, un plan transversal de la Consejería de Salud y Consumo que persigue la promoción de hábitos saludables en todas las edades mediante intervenciones en el ámbito local, en todos los entornos de vida y en todas las políticas, así como actuaciones sobre los determinantes que generan desigualdades de salud.

Además de los colegios profesionales y el personal técnico de la Delegación, también forman parte los profesionales de las Unidades de Protección de la Salud, Epidemiología y Educación para la Salud y Participación Ciudadana de los Distritos de Atención Primaria y el Área de Gestión Sanitaria Norte de Huelva.

Los objetivos principales que se plantean son: compartir áreas de trabajo con las instituciones colegiales a fin de que conozcan las actividades realizadas por todas las unidades provinciales implicadas en salud pública; abrir un espacio de diálogo identificando aspectos de mejora en salud pública mediante el análisis de datos, informes epidemiológicos, encuestas o tendencias de consumo en territorios o poblaciones concretas de la provincia; establecer líneas de actuación conjuntas para la organización de actividades, formación... Que contribuyan a mejorar el bienestar y la salud de la ciudadanía en las área de trabajo actuales y a las que la administración sanitaria no pueda llegar; coordinarse con otras administraciones públicas y el tejido asociativo en aras de llevar a cabo estas actividades dentro de sus objetivos en el ámbito de Salud; participación de los colegios profesionales a través de profesionales jubilados y voluntarios en las actividades que la comisión establezca y de forma coordinada; difundir el trabajo de los profesionales sanitarios en la sociedad e incidir en la contribución de estos en la prevención, promoción y protección de la salud, mejorando su imagen; y erigirse en referente en el desarrollo de intervenciones de prevención y promoción de la salud para los ciudadanos y otras administraciones.

Estrategia de Promoción de una Vida Saludable

Su puesta en marcha ha ido precedida de un arduo proceso de elaboración, en el que han participado más de 300 personas, para conocer las necesidades y expectativas de personas y grupos, colectivos e instituciones, realizando un análisis estratégico y de situación y recogiendo propuestas de acción concretas dirigidas a la promoción de la vida saludable en la comunidad autónoma.

La estrategia pretende, además, potenciar la colaboración y la coordinación entre los diferentes sectores, administraciones y entidades ciudadanas de Andalucía, con la finalidad de aunar esfuerzos y armonizar las actuaciones destinadas a fomentar los hábitos saludables de la población. Un ejemplo claro de ello es esta nueva comisión que se ha puesto en marcha en la provincia onubense.

Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades crónicas no transmisibles matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. Esta situación adquiere especial relevancia si se tiene en cuenta que muchos de los factores determinantes que las provocan son evitables, que las estrategias de promoción de la salud cuentan con evidencias para frenar y a largo plazo invertir estas condiciones, y que el fomento de estilos de vida saludables conduce a beneficios para la salud a un coste mucho más bajo que el tratamiento médico de cualquiera de los factores de riesgo y enfermedades asociadas.

Así, la Estrategia de Promoción de una Vida Saludable se centra en los hábitos y comportamientos que generan salud a lo largo de la vida y que contribuyen a prevenir y afrontar, en su caso, un proceso de enfermedad para ser parte activa de la recuperación del proyecto vital de la persona. Entre estos hábitos se encuentran la promoción de la alimentación saludable, la actividad física, el sueño saludable, el bienestar emocional, la sexualidad responsable y el uso positivo de las TIC.