El grupo de investigación ReALL de la Universidad de Huelva estudia las secuelas lingüísticas y emocionales en los niños que han superado un cáncer, en el marco de un convenio de colaboración con la Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer (AEetc), que incluye el diseño de materiales didácticos para la estimulación de los pequeños, con los que se les ayuda a mejorar su rendimiento escolar y la integración con sus compañeros de clase.

Mª Carmen Fonseca, que dirige este grupo de investigación, señaló que esta línea de trabajo surge a raíz de uno de sus proyectos de investigación que tiene que ver con la música y la rehabilitación y ayuda a los niños que tienen problemas en la lectura. La Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer se puso en contacto con ellos “para ver si esto podía ser una forma de tratar las diferentes secuelas que tiene el tratamiento del cáncer”.

A través de un convenio entre la AEetc y la Universidad de Huelva se abrió una línea de investigación y otra de voluntariado, con el objetivo de que los voluntarios trabajen con los niños. “Se unen las dos líneas porque poner en práctica el voluntariado es trabajar con las familias y los niños que nos llegan de Huelva”. En pequeños talleres se trabaja la expresión oral y la destreza lectora, a través de la música y los ritmos melódicos, además se ayuda a los niños a expresar sus emociones, activando y apoyando su desarrollo cognitivo.

Fonseca explicó que la asociación trabaja con los niños en Sevilla pero cuando los menores vuelven a Huelva, “aquí no había nada”. Indicó que en Huelva no hay Unidad Pediátrica Oncológica, “los niños son tratados en el Virgen del Rocío y en el Macarena, les hacen allí una evaluación cognitiva y lingüística y contactan con los padres, y son un grupo de apoyo logístico a la familia”.

Tres alumnas de diferentes titulaciones participaron en el primer año de voluntariado. Fueron a formarse a Sevilla. En el Centro de Investigación en Pensamiento Contemporáneo e Innovación para el Desarrollo Social (Coideso), en el campus del Carmen, tiene el grupo de investigación onubense una sede, donde se ha trabajado con una niña de cinco años con elementos musicales “para hacer frente a los efectos lingüísticos”.

Fonseca manifestó que los niños que han luchado contra el cáncer generalmente “tienen menor velocidad de procesamiento y memoria de trabajo y, a la hora del aprendizaje o lectura, tienen menos habilidades, no entienden bien todos enunciados, hay que hablarles con oraciones simples. Algunos de ellos, por el shock o la misma impresión, se quedan sin voz, y hay que volverla a recuperarla poco a poco”.

Subrayó que el año pasado la AEetc consiguió que se tratara a estos pequeños como niños con necesidades especiales. “El tratamiento es tan fuerte, el choque tan grande, y si superan la enfermedad uno piensa que ha salvado todo, pero no es así”.

La investigadora onubense incidió en que lo que está ofreciendo la Universidad de Huelva “es un voluntario con el objeto de ir investigando y conocer más sobre cuáles son las necesidades de estos niños y apoyarlos”. En la UHU han hecho materiales de difusión y didácticos con los alumnos de Educación Infantil, que han elaborado unos libros multisensoriales que ayudan a los niños, “incluyen juegos, tienen un tacto especial, son herramientas con las que pueden trabajar con los pequeños”.

Por otra parte, han contactado con la Onubense dos maestros del Aula Pediátrica del Hospital Juan Ramón Jiménez, que trabajan con niños con leucemia, y se abre con ellos otra línea de investigación para un apoyo de formación, “es como una transferencia de nuestros proyectos de investigación que pueden ayudar a estos niños”.