El Infanta y el Juan Ramón cerrarán este mes el proceso de desfusión

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La mesa sectorial del SAS debatirá el futuro de los doscientos trabajadores que todavía se encuentran desempeñando su labor fuera de sus puestos adjudicados

Acceso a Consultas Externas del Juan Ramón Jiménez.
Acceso a Consultas Externas del Juan Ramón Jiménez. / Correa

huelva/La mesa sectorial de Sanidad tratará este mismo mes de junio, la conclusión de la desfusión hospitalaria del Juan Ramón Jiménez y del Infanta Elena, que formaron el Complejo Hospitalario Universitario de Huelva (CHUH) hasta finales de 2016. Se trata de cerca de 200 profesionales que tienen una adscripción temporal al Juan Ramón pero que siguen formando parte de la plantilla del Infanta, lo que implica ciertos desajustes que aunque no sean funcionales, sí van en perjuicio de las propias plantillas.

Se trata de un asunto que se va arrastrando desde que la sentencia judicial del TSJA puso freno al proceso de fusión de los dos hospitales de la capital.

Según señalaron las fuentes sindicales consultadas, esta próxima semana se podría dar una respuesta definitiva a la desfusión sin que la pandemia haya tenido repercusiones en este sentido, ya que se fijó meses atrás, este mes de junio como fin de plazo para establecer la plena normalización.

Desde el Sindicato de Enfermería Satse, su secretario provincial, Antonio Botello, recordó que se trata de trabajadores cuyas nóminas las sigue asumiendo el Infanta Elena si bien llevan varios años ejerciendo su actividad en el Juan Ramón Jiménez. Botello añadió que están perfectamente integrados en el organigrama de sus respectivos servicios aunque surgen fricciones, como la que se ha solventado recientemente, ya que “desde la gerencia del Juan Ramón no se quería asumir el gasto de las suplencias necesarias para que puedan disfrutar de sus vacaciones, lo que finalmente se ha conseguido”.

En concreto esto ha sucedido con diez matronas que pertenecen, como ya se ha comentado al Infanta. La situación no obstante, no deja de ser paradójica. En la inmensa mayoría de los casos son profesionales de servicios que han desaparecido del hospital comarcal, lo que no es óbice para que algunos puedan y quieran regresar al Infanta. Se trata en concreto, de los servicios de Obstetricia, Ginecología, Pediatría y Neonatología. Todos ellos fueron absorbidos por el Juan Ramón con el objetivo de que sean parte integrante del futuro hospital materno-infantil.

Es de esperar por lo tanto, que la gran mayoría opte por seguir en el Juan Ramón Jiménez. Para ello se les deberá dar una solución definitiva a su incongruente situación que pasa porque en estos momentos, tienen una adscripción temporal pero dependiendo económicamente, de su hospital de origen. Desde Satse no obstante, se apunta a algunas enfermeras que sí están dispuestas a regresar al Infanta Elena.

Desde el sindicato CSIF, su responsable de Sanidad, César Cercadillo, indicó que ha “estado todo aparcado como consecuencia de la pandemia aunque el día 25 tenemos la reunión de la Mesa Sectorial” donde se espera una solución definitiva. Reiteró que con la adscripción temporal, “todos estos trabajadores desplazados tienen su plaza blindada y pueden solicitar la del Juan Ramón a través de los concursos de traslados”, lo que ya han hecho algunos trabajadores.

La solución al problema que se les suscitó a estos empleados años atrás, conllevará un planteamiento de los propios hospitales. Antonio Botello añadió que todo depende de “la cartera de servicios que establezca de manera definitiva, Asistencia Sanitaria para cada uno d ellos hospitales”, mientras que Cercadillo apuntó al hecho de que con el trasvase de profesionales, la plantilla del Juan Ramón Jiménez va a quedar sobredimensionada lo que implicará la necesidad de una dotación extra de plantilla”.

Tras la sentencia, que vino como consecuencia de una denuncia planteada por CSIF, la desfusión se aceleró a partir de mediados de 2017 con la división funcional de los servicios que ya estaban funcionando como únicos. Incluso meses antes, algunos facultativos de Ginecología y Traumatología habían pedido que el Infanta contara asimismo, con un materno-infantil, la decisión de aglutinar esta asistencia en un único centro se veía ya en aquellos momentos, como una decisión irreversible.

En todo caso, la separación efectiva y legal de los dos hospitales de la capital fue una realidad desde mayo de ese 2017. Con rapidez se procedió a aplicar las directrices para volver a reenviar a los pacientes a sus centros sanitarios correspondientes, lo que dio a no pocos equívocos durante algunas semanas ya que en la inmensa mayoría de las especialidades ya se estaban aplicando, listados únicos de pacientes.

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