Huelva

En bici hasta Estambul para ayudar a reforestar Almonaster

  • La onubense Marta Vázquez está pedaleando hasta la ciudad turca para recaudar fondos y poder repoblar unas 500 hectáreas de las más de 12.000 afectadas por el incendio del pasado verano

Marta posa ilusionada ante la nueva aventura antes de la partida.

Marta posa ilusionada ante la nueva aventura antes de la partida. / Josué Correa

Periodista y traductora de profesión, aunque aventurera de vocación, Marta Vázquez es una onubense a la que mucho antes de que Greta Thunberg apareciera en escena y despertara las conciencias medioambientales de todos por la falta de acción en la lucha contra el cambio climático, ya le preocupaba el medio ambiente y la alta contaminación que producen los desplazamientos en los medios de transporte tradicionales.

Allá por 2015, Marta decide dar la vuelta al mundo y es precisamente durante esa experiencia cuando ella despierta y advierte de la importancia de buscar medios de transportes alternativos para tratar de contaminar menos, “para que por mucho que duren mis viajes no afecten al medio ambiente”.

Así, en mitad de la salvaje naturaleza de Nueva Zelanda, “cuando te sientes tan lejos de casa que sabes que en cuanto te muevas vas a estar más cerca”, explica, la onubense comienza a madurar la idea de empezar a desplazarse por el mundo en bicicleta.

Un plan de viaje que 6 años después se ha convertido en realidad, ya que desde el pasado 17 de julio Marta Vázquez está pedaleando hasta Estambul por una buena causa que, como no podía ser de otra manera, tiene una clara vocación medioambiental.

Se trata de la iniciativa a Estambul, ¡Por Piñones!, con la que la onubense quiere recaudar fondos para poder replantar parte de la zona afectada por el incendio de Almonaster del verano pasado, “porqué al ver en la tele las llamas arrasando y luego al comprobar cómo había quedado todo de destrozado después del fuego se me encendió la bombilla y decidí que tenía que poner mi granito de arena y colaborar para recuperar la zona medioamentalmente, vi que era el momento de poner en marcha la aventura que llevaba tanto tiempo rondando en mi cabeza”.

En cuanto decide dar el paso, Marta se pone en contacto con varias asociaciones locales que trabajan en la zona como la Asociación de Vecinos de Cueva de la Mora, Aldeas Unidas, Federación de la Sierra de Huelva de Ecologistas en Acción, Con los pies en la tierra o la Plataforma Vecinal de la Zarza, “ellos conocen perfectamente la realidad en la que vamos a trabajar y son los que van a desarrollar el trabajo de reforestaración propiamente dicho”.

La idea es volver a dotar de vegetación 500 hectáreas de los alrededores de Cueva de la Mora, la aldea de Almonaster en la se originó el incendio que durante 10 días el pasado agosto quemó más de 12.000 hectáreas de la sierra onubense.

“El centenar de vecinos de esta aldea, además de ver cómo el fuego llegó hasta la misma puerta de sus casas, arrasando huertos y animales, encontró su entorno reducido a carbón y cenizas. Todo negro. Muerto. Y aunque desde entonces se han realizado algunas actuaciones para reforestar la zona, aún queda mucho trabajo por hacer”, explica Marta.

El método para colaborar con la causa es muy sencillo. Son casi 8.000 kilómetros financiables a euro por kilómetro. Se pueden realizar los donativos a través de la plataforma de crowdfunding www.gofundme.com, o bien mediante la página web porpinones.com, donde se puede encontrar toda la información del proyecto. De todo lo recaudado, continúa la onubense, “el 75% se va a destinar a los trabajos de repoblación y el 25% restante será para sufragar los gastos de la logística del viaje”.

Además de las tareas de reforestación, el proyecto es todavía más ambicioso ya que pretende llegar a tener fondos para poner en marcha un vivero forestal, “que es lo que va a asegurar que pueda haber repoblaciones en el futuro”, comenta.

Estará ubicado en Cueva de la Mora, será gestionado por las ONGs mediambientales que trabajan en la zona y tendrá una producción de unos 5.000 plantones de especies autóctonas, “las mismas que se van a utilizar para la reforestación: alcornoques, encinas, piruetanos, mirtos, etc., con el objetivo de que en un futuro no haya que depender de agentes externos para repoblar”.

Para poder convertir esta gran iniciativa en realidad Marta tiene por delante una ruta de unos seis meses de duración y en la que va a atravesar nueve países: toda la costa mediterránea de España, la Costa Azul francesa, los Alpes italianos, -el trayecto que más respeto da a la ciclista-, Eslovenia, Croacia, Montenegro, Albania, Grecia y, finalmente, Turquía.

Y es que, como dice el nombre de este proyecto, a Estambul hay que llegar ¡Por Piñones!, “me gustó el juego de palabras entre los piñones de los pinos y los de la bici, y también como un grito de ánimo que seguro voy a necesitar en algún momento del viaje, porque a Estambul yo llego por piñones”, comenta entre risas.

Marta va ya por la costa de Cádiz y por ahora la aventura transcurre sin imprevistos, aunque la bici le está dando un poco la lata por que ayer mismo se le rompió la pata de cabra, “pero son cosas menores, fáciles de solucionar así que por supuesto sigo para delante, estoy entusiasmada”, comenta.

Se está tomando estas primeras etapas con calma “para ir aclimatando el cuerpo y evitar así las lesiones, pero la idea es llegar a hacer unos 60-80 kilómetros por las mañanas para evitar las horas de más calor del medio día y descansar para recuperar por la tarde”.

A parte de la iniciativa mediambiental, con este viaje Marta también quiere reivindicar que las mujeres pueden perfectamente disfrutar de estas aventuras en solitario sin ningún riesgo, “o por lo menos sin más riesgo que el que puedes tener paseando por tu ciudad”. “Últimamente suelo viajar sola y nunca he tenido ningún problema, al revés, quizás por el hecho de ser mujer me he encontrado con más protección y cuidado por parte de los oriundos. El 99% de la gente son buenas personas y siempre siempre me he encontrado con gente que me ha tendido la mano”.

Para seguir el día a día del viaje no hay que perder de vista el perfil de Instagram de Marta, @hilandomapas, donde la onubense va a ir contando sus sensaciones.

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