Huelva

Hergueta achaca su cese como gerente del Infanta Elena a “a la politización de una reivindicación laboral”

  • Indica que el intento de cambio de turno en enfermería ha sido la excusa

Paloma Hergueta en el exterior del  Hospital Infanta  Elena.

Paloma Hergueta en el exterior del Hospital Infanta Elena. / Josué Correa (Huelva)

La ex directora gerente del Hospital Infanta Elena de Huelva, Paloma Hergueta, tras su cese al frente del centro hospitalario, en plena crisis sanitaria por el Covid-19 y tras la polémica por los cambios de turnos, ha asegurado que su cese se debe a "la politización de una reivindicación laboral".

En la carta sobre su cese, remitida a Europa Press, Hergueta asegura que en su año al frente del hospital ha recibido "graves ataques" a su imagen y honor, así como "amenazas que tendrán su oportuna respuesta en los juzgados".

Asimismo, recuerda que lideró durante varios años el movimiento ciudadano y la asociación Huelva por una Sanidad Digna, que consiguió congregar las cinco manifestaciones "más multitudinarias de la provincia", y después se le ofreció ser gerente del hospital Infanta Elena, "el hospital donde ha trabajado toda la vida".

Convencida de que este nombramiento no gustó a algunos, ha remarcado que supuso "una gran responsabilidad y un ingente trabajo", Hergueta ha precisado que no necesitaba ese cargo puesto que ya ostentaba otras responsabilidades como vicepresidenta del Colegio de Médicos de Huelva, tesorera del Sindicato Médico y tenía plaza en propiedad como dermatóloga en el hospital Infanta Elena, entre otros.

No obstante, ha defendido que, tras años pidiendo mejoras en la sanidad, "no podía negarse" a trabajar ahora para que se llevaran a cabo, toda vez que ha recordado que fue "atacada" desde el primer momento.

"En este año de trabajo lo he hecho lo mejor que he sabido y podido. No sólo yo, que hubiera sido imposible, sino contando con el apoyo inestimable de muchos, de dentro y de fuera del hospital, y a pesar de una oposición feroz, desde el minuto cero, de otros muchos, más interesados en destruir, persona y proyecto, que en construir una nueva sanidad en nuestra provincia", ha destacado en su misiva.

"Mi cese no ha sido por mi gestión por el coronavirus, como se ha publicado (ahí están los resultados hasta ahora), ni siquiera por el intento de cambio de turno a la enfermería de algunos servicios (que si ha sido la excusa y el detonante). Ha sido la politización de una reivindicación laboral, el resultado final de una orquestada campaña de mentiras que han buscado, en un momento tan crítico como el que estamos, alarmar a la población en contra de mi gestión como forma de llegar hasta la gestión de los responsables del gobierno de la Junta de Andalucía que me nombraron", ha subrayado.

Se trata, como ha proseguido, de "una campaña que defendía intereses muy particulares, que ni siquiera eran los del pequeño número de trabajadores afectados". Por ello, le resulta "totalmente incomprensible" que en una situación tan compleja como la actual debido a un estado de alarma "se forme un revuelo tan radical y agresivo, por algo tan simple como un cambio de turno temporal en tres servicios -urgencias medicina interna y UCI- los que van a estar más afectados por la avalancha de pacientes graves, si no es porque hay algo más detrás".

Así, ha sostenido que "lo único" que pretendía con este cambio era "la mejor y más segura atención a los pacientes", ya que "qué prefiere un paciente ser atendido por alguien que lleve 12 horas trabajando o por alguien que lleve siete".

"Si tienen que trabajar 35 horas a la semana con enfermos la exposición al virus, ¿no es la misma sean los turnos los que sean? ¿Por qué decían que se exponían más? ¿No son más fáciles los errores y los accidentes de seguridad cuantas más horas seguidas se trabaja?", se ha preguntado.

Así las cosas, considera que "los organizadores de las protestas habidas (no espontáneas) con una declaración de Estado de Alarma en el país, que además faculta a realizar esos cambios, (Orden SND/232/2020 del 15 de marzo de 2020, en su artículo 10 apartado 4) pisaron la línea roja incluso de lo delictivo".

Asegura que vuelve a su vida anterior, "agradecida" a su equipo y a todas las personas que han trabajado en el proyecto, al tiempo considera que, con su trabajo, ha ayudado a mejorar "la maltrecha sanidad onubense".

"Mi única pena es no haber podido acabar los proyectos en marcha, como la desfusión hospitalaria, cuando ya, por fin, estaba planeada y definida, y cuya ejecución ha quedado paralizada por esta epidemia terrible que nos asola", ha continuado, antes de enumeras algunas de las actuaciones que espera que sean culminadas.

Por último, afirma que está "francamente feliz" por el apoyo que recibe, a nivel privado, de ciudadanos y sanitarios, "por el temor a sufrir el acoso del que yo he sido víctima por defender lo que entendía más razonable", ha dicho.

Después de destacar "la profesionalidad" de la gran mayoría del colectivo, remarca que, aunque ha recibido "hasta amenazas personales y a su familia", ha señalado que nunca hubiera dimitido porque "nunca habría cometido semejante cobardía e irresponsabilidad". Dice que habrá podido cometer errores pero se reafirma en que "no en esta medida" que cree "necesaria" para "intentar evitar la situación de estrés y agotamiento de los profesionales, los posibles errores por agotamiento y las escenas dolorosas que están sufriendo compañeros sanitarios de otras ciudades como Madrid".

"Me equivoqué por confiar en personas que me traicionaron, pensando que todos buscábamos lo mejor para los pacientes. Poco a poco, y con la oportuna reflexión, todo saldrá a la luz", ha apuntado Hergueta, que considera que éstos "han aprovechado para, con mentiras, organizar un motín político que, quitándome de en medio, afiance sus corruptelas e intereses".

"No pretendo con estas declaraciones calentar el ambiente en esta situación, sino que se que conozca una parte de la historia que no es la que se ha contado y, por supuesto, defender mi honor".

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