La Gran Vía ya es semipeatonal

Desde las 10:00, un sistema de bolardos automáticos restringe el tráfico de la avenida al transporte público y residentes con garaje · El Ayuntamiento ya ha entregado las tarjetas y claves de acceso

A partir de hoy, sólo podrán acceder a esta avenida los peatones, taxistas y usuarios de garajes.
A partir de hoy, sólo podrán acceder a esta avenida los peatones, taxistas y usuarios de garajes.

Nació hace 60 años como "una avenida que enseñar con gusto a los forasteros" -acuñaba la prensa local- y en esta efemérides se inicia un hito en las edades de la Gran Vía: el bulevar de Martín Alonso Pinzón será semipeatonal a partir de las diez de la mañana de hoy, quedando restringido el tráfico mediante un sistema automático de bolardos retráctiles.

El Ayuntamiento se aferra a lo que considera el veredicto popular. Se cierra aquí un prólogo de controversia, debate que arrancó hace más de un año, cuando el alcalde, Pedro Rodríguez, anunció la reforma de la avenida, actuación estrella del primer Plan E. Con 3 millones de los fondos anticrisis se dotó de estructura semipeatonal a esta arteria, remozando después de medio siglo la imagen del corredor de edificios oficiales que robó el paso a la marinera calle de Enmedio o Bailén. Entonces se celebró el estreno de una avenida que quería prestar a Huelva "el empaque de gran urbe que le correspondía -queda en la hemeroteca- y ahora se pretende poner en valor "una entrada al casco Histórico con la categoría de una ciudad del siglo XIX", apuntaba ayer el regidor.

En esta última etapa de transición ha sido difícil el consenso. El alcalde se comprometió a pulsar las opiniones ciudadanas y optó por una solución salomónica: "No son pocos los que nos han pedido una Gran Vía 100% peatonal -dijo ayer Rodríguez-, pero eso es imposible. Tenemos que conciliar el disfrute de esta avenida como zona de paseo y embellecimiento de la ciudad con las necesidades del transporte público y los residentes y usuarios de garajes. A partir de aquí -advirtió- el camino lo haremos andando. El tiempo dirá si los ciudadanos, como nos han transmitido, tienen la voluntad de que la Gran Vía sea peatonal. Desde el Ayuntamiento, por nuestra parte, les hemos dado todas las facilidades".

La nueva Gan Vía será accesible mediante un sistema de control inteligente que ha supuesto una inversión de 200.000 €

"Con este sistema -explicó ayer el concejal de Movilidad, José Luis Barragán- la ciudad gana una gran avenida para disfrute de todos, mejorando considerablemente la seguridad de toda la zona ya que, según las últimas estimaciones, por esta arteria han transitado unos 3.000 peatones diariamente".

A partir de hoy, pues, todos los accesos a la llamada Avenida Martín Alonso Pinzón quedan cerrados, excepto dos entradas controladas por este sistema de bolardos retráctiles situados en la misma Gran Vía, a la altura de la calle Padre Marchena, y en la calle Arcipreste González.

Este sistema estará activado en horario de 07:00 a 23:00, pero en todo momento los dispositivos estarán vigilados mediante un servicio que incluye imagen y audio, mediante cámaras con comunicación al centro de control para cualquier incidente.

"Esto supone -señaló Barragán- que para cualquier emergencia, tanto ambulancias, como policías o vehículos particulares, tendrán la posibilidad de ponerse en contacto con el centro de control que desactivará los bolardos de manera inmediata, para dejar vía libre a los vehículos que lo necesiten".

Dentro del horario restrictivo y a través de Arcipreste González accederán: 1) los residentes con garajes en la Plaza de las Monjas, la calle Tres de Agosto y el primer tramo de la calle Méndez Núñez hasta la Plaza Arqueológica; 2) taxis y autobuses para acceder a sus paradas de la Plaza de Las Monjas; 3) cargas y descargas, tanto de los comercios y oficinas como de los residentes sin garajes en momentos necesarios.

A través del acceso instalado en la Avenida Martín Alonso Pinzón, a la altura de Padre Marchena, solo tendrán acceso los taxis para dejar y recoger pasajeros.

Para garantizar el acceso, los residentes con garaje tendrán una tarjeta magnética, que ya se está facilitando. El resto tendrán una clave personalizada para poder acceder en momentos puntuales.

Al margen, y debido al cierre de la Gran Vía, el Ayuntamiento ha realizado una serie de modificaciones para reordenar el tráfico de la zona. Así, se restringe el acceso a la calle Palos, que será de acceso preferentemente a garajes, parkings, carga y descarga y servicios públicos. Para ello se ha instalado cartelería informativa aconsejando como itinerarios alternativos acceder por las calles Magallanes, Jesús de la Pasión o Vía Paisajista.

Se ha abierto al tráfico la calle Padre Marchena. De esta forma, se habilita el acceso directo desde la Plaza Quintero Báez, (La Palmera), calle Palos y Fernando el Católico a la Alameda Sundheim o a la Avenida de Italia, a través de la Plaza del Punto. Desde la calle Padre Marchena sólo se podrá acceder hacia la Plaza del Punto.

Por otra parte, se ha habilitado el doble carril de circulación en la calle Palos y Fernando el Católico, con objeto de dar más fluidez a la zona. Así, los vehículos autorizados a transitar por Gran Vía, podrán acceder desde el carril derecho a los sistemas de seguridad sin interrumpir la circulación.

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