La caja de las maravillas encontrada hace 54 años en Huelva
Pieza destacada
Una de las piezas más extraordinarias encontradas en la necrópolis tartésica de Huelva es la estructura de marfil, bronce y plata de fuerte evocación egipcia
La Joya reivindica Huelva como corazón de Tarteso: la gran exposición sobre un hallazgo único en el mundo
Entre los objetos más extraordinarios del ajuar de la tumba 17 se encuentra la arqueta depositada en el lateral oriental de la fosa, junto a las bridas del carro y otros bienes de prestigio incluidos en el mobiliario funerario de esta magnífica sepultura.
La arqueta es una pieza compleja, realizada en varios materiales: marfil para la tapa y la estructura, bronce para las esquinas del bastidor y plata para las bisagras. Es probable que el cofre propiamente dicho fuera de madera, que no se ha preservado.
Lo que ha llegado hasta nosotros es el soporte que sostendría la caja, constituido por cuatro listones de marfil unidos por ángulos de bronce en los que se insertaban sendas figuras humanas en bulto redondo. Estas figuras, a modo de pies o tenantes, están muy incompletas, pero a partir de los fragmentos recogidos se puede recomponer su estructura y su iconografía. Se trataría de cuatro esculturas antropomorfas que representarían a otros tantos personajes masculinos con el torso y las piernas desnudas que adelantarían el pie izquierdo en posición ritual. No se sabe si estas figuras cubrirían sus cabezas con algún tipo de tocado, pues no se conserva esta parte del cuerpo, pero basta observar las figuras de bronce que exhibe el museo de Huelva en su sala de Protohistoria para apreciar la fuerte vinculación de estos soportes con ellas y con el arte egipcio.
Por otro lado, tenemos la tapa, formada por lamas de marfil unidas a través de procedimientos típicos de la carpintería tradicional, como los machihembrados y las escopladuras. De gran sencillez, estaría decorada en su frente por una moldura curvada, segmentada en partes menores, formada por múltiples cilindrillos acoplados. La tapa sería abatible gracias a un par de complejas bisagras de plata que se conservan en buen estado y que aún hoy funcionan. Estas bisagras estarían unidas a la propia tapadera y a la caja, que no se ha conservado.
Arqueta de la Tumba 17
Datación: Siglo VII aC.
Material: Marfil, plata y bronce. Dimensiones: 56 x 40 cm.
Origen: Tumba 17 de la necrópolis de La Joya (Huelva). Excavación: Juan Pedro Garrido Roiz y Elena Orta García, 1971.
Fotografías: María Clauss.
Dónde verla: Exposición La Joya. Vida y eternidad en Tarteso, Museo de Huelva (Alameda Sundheim, 13). Horario: De martes a sábado, de 09:00 a 21:00 y domingos de 09:00 a 15:00. Entrada gratuita. Hasta el 30 de enero.
Con la arqueta se hallaron, además, los brazos y mecanismos que permitirían mantener la tapa abierta, pues tan importante era la posesión de su contenido como la posibilidad de exhibirlo. Aunque no se conserva este contenido, es probable que la arqueta guardara ricos y vistosos tejidos decorados con motivos orientales. Los fenicios eran célebres por sus manufacturas textiles aunque lo que nos ha quedado de esta brillante artesanía son, sobre todo, referencias literarias. Los tejidos fenicios debían ser objeto de deseo por parte de las élites tartésicas de Huelva en la misma medida que lo eran los oros, los bronces o los marfiles.
Las dimensiones de esta arqueta (56 x 40 cm), así como el trabajo del marfil en bulto redondo, convierten a esta pieza en un producto extraordinario en el contexto orientalizante de la península ibérica, a donde, probablemente, habría llegado importado de talleres orientales.
Esta excepcionalidad se hace eco, una vez más, de la importancia del personaje enterrado en la tumba 17 que contenía, además, un carro, objetos de alabastro, vasos de bronce, etc.
La arqueta se halló muy deteriorada, por lo que ha tenido que ser sometida a varios trabajos de restauración por parte de expertos y profesionales, inicialmente en Madrid, en el actual Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), justo después de su extracción, en los años setenta del siglo pasado; después en Sevilla, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). Estos trabajos han permitido que esta extraordinaria arqueta se pueda contemplar en su actual estado.
La exposición La Joya, Vida y Eternidad en Tarteso es una magnífica ocasión para disfrutar de esta obra única, ya que normalmente, y debido a sus necesidades de conservación, no se halla expuesta en el recorrido habitual del Museo de Huelva.
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