La Joya reivindica Huelva como corazón de Tarteso: la gran exposición sobre un hallazgo único en el mundo

La Joya, vida y eternidad en Tarteso

La necrópolis del cabezo de la capital onubense centra la muestra inaugurada este viernes como fundamento clave para entender uno de los pueblos más fascinantes de la antigüedad

Imágenes de la exposición 'La Joya, Vida y Eternidad en Tarteso' en el Museo de Huelva

¿Es Huelva el origen de Tartessos? 200 piezas encontradas en los cabezos de la ciudad se muestran por primera vez en la mayor exposición del Museo

Autoridades y resposables de la exposición, tras la recreación del carro tartésico encontrado en el cabezo de La Joya.
Autoridades y resposables de la exposición, tras la recreación del carro tartésico encontrado en el cabezo de La Joya. / Josué Correa

Huelva/No hay en el mundo un lugar como Huelva, que defina y explique Tarteso. Como tampoco hay ningún otro yacimiento que ayude a construir un relato sólido, coherente y de aceptación unánime, como el de la necrópolis de La Joya. Ahora ese discurso narrativo que ofrece ese hallazgo esté recogido en una completa exposición como nunca antes se había visto. Más de 200 piezas encontradas hace 80 años en uno de los cabezos de la capital onubense, en torno al 80% de ellas inéditas, no exhibidas anteriormente, entre ellas la extraordinaria arqueta de marfil de la tumba 17, o la brillante recreación del carro tartésico. Y ahora, reunidas, con un hilo conductor de horizonte infinito, se muestran desde este viernes en el Museo de Huelva, como La Joya, vida y eternidad de Tarteso.

No es la primera vez que se plantea la realización de esta exhibición, aunque ha sido ahora cuando se ha materializado. En su origen y en el que debe ser el punto de proyección principal para el futuro. En Huelva. Así se ha destacado durante la inauguración en el Museo onubense, que ha contado con el valioso apoyo institucional de la Junta de Andalucía, con la consejera de Cultura al frente, Patricia del Pozo; y del Ayuntamiento de Huelva, con su alcaldesa, Pilar Miranda, y con el respaldo privado también que aporta, una vez más, la Fundación Atlantic Copper, representada por su presidente, Heliodoro Mariscal, en los grandes proyectos de recuperación del pasado y elementos arqueológicos de Huelva.

De ello se ha hablado en el acto de apertura de la muestra. De identidad, de orgullo y de reivindicación, teniendo en cuenta que en este momento se pretende reclamar la atención nacional e internacional hacia la ciudad, como "capital de Tarteso", como indicó la alcaldesa. "Esperamos que cada visitante, sea especialista o alguien que entra por curiosidad, salga con la sensación de haber descubierto una parte de sí mismo", apuntaba la doctora en Arqueología por la Universidad de Huelva, Clara Toscano.

Toscano es comisaria de la exposición, junto a Javier Jiménez y Rafael Rodríguez, onubense "y con padre criado en La Joya". Pero su profundo trabajo de investigación, junto a ese vínculo identitario, unen conocimiento y pasión. "Hoy abrimos una ventana al mundo tartésico, una cultura que floreció hace más de dos mil setecientos años en este rincón del suroeste peninsular, y que todavía guarda muchos secretos. Tarteso es, sin duda, una de las civilizaciones más enigmáticas del Mediterráneo antiguo, mencionada por autores clásicos, rodeada de misterios durante siglos, y sin embargo, profundamente real, tangible, anclada en esta tierra que hoy habitamos".

El fundamento de esta "ventana abierta" en torno al yacimiento de La Joya describe "su organización social, sus creencias, sus rituales y, sobre todo, su forma de entender la vida y la muerte", explicó Clara Toscano en su intervención. "Cada cultura construye su visión del mundo y de la muerte a partir de sus propios valores. Lo que hoy podemos observar con asombro o incomprensión fue para otras entidades sagradas. Y esa es, precisamente, la mirada que queremos proponer en esta exposición. Una mirada abierta, respetuosa, dispuesta a escuchar lo que el pasado tiene que decirnos en el presente, a modo de cuento, entre dos tiempos, entre dos mundos. Para los onubenses, La Joya tiene un valor aún más profundo. No es solo arqueología, es vida. Es el testimonio de que esta tierra ha sido un lugar de encuentro y de riqueza cultural".

la consejera Patricia del Pozo y la alcaldesa Pilar Miranda reciben explicaciones de las piezas de parte de uno de los comisarios de la muestra.
la consejera Patricia del Pozo y la alcaldesa Pilar Miranda reciben explicaciones de las piezas de parte de uno de los comisarios de la muestra. / Josué Correa

Ese recorrido que ofrece la exposición en la primera planta del Museo de Huelva ofrece piezas de gran valor, en todos los sentidos. La mayoría de ellas, inéditas para el público, y con una contextualización gráfica y visual que transporta a esos rituales del pasado en las diferentes tumbas de ese enclave tan reconocible que es el Cabezo de la Joya.

La consejera de Cultura refrendó su importancia de forma elocuente, subrayando el papel de esta "exposición histórica". "Querida Clara, querido equipo de comisarios, tenéis que sentiros muy orgullosos por haber comisariado, por primera vez, y ya para la historia de Huelva, la gran exposición que reivindica a Huelva como centro neurálgico de la cultura tartésica", afirmó Patricia del Pozo. "Tenéis que sentiros muy orgullosos de este hito, porque todas las piezas proceden de la Necrópolis de La Joya, un referente incuestionable y único en el mundo en la arqueología internacional de Tarteso, y todas ellas forman parte de los fondos propios de este Museo de Huelva. Por tanto, el que quiera conocer de verdad qué es Tarteso tendrá que venir, desde donde se encuentre en el mundo, hasta aquí, hasta Huelva, para conocerlo en profundidad y como tiene que conocerse la cultura tartésica".

"La fascinación que despierta Tarteso dentro y fuera de Andalucía, y de nuestro país, sigue siendo intacta. No sólo sacando a la luz nuevas piezas, también reinterpretando las piezas que ya tenemos a la luz de los nuevos conocimientos que vamos adquiriendo. Y eso es precisamente lo que pretende esta gran exposición", incidió la consejera, "dar una visión integral de la cultura tartésica, centrándose en uno de sus enclaves más emblemáticos. En La Joya arrancaron las excavaciones hace aproximadamente unos 60 años, y se ha seguido, marcando un antes y un después. Pero con esta gran exposición, Huelva, precisamente por todo esto, se reivindica legítimamente como el centro neurálgico de Tartesos, figura clave en la edad de oro tartésica. Y se reivindica, no con tres o cuatro piezas, sino con 200 piezas, el 80% de las cuales absolutamente desconocidas, porque nunca antes habían sido expuestas".

La arqueta de marfil encontrada en la tumba 17, una de las piezas más valiosas de la exposición.
La arqueta de marfil encontrada en la tumba 17, una de las piezas más valiosas de la exposición. / Josué Correa

La alcaldesa, Pilar Miranda, también se confesó "emocionada", como alcaldesa y como ciudadana onubense, por ver en esta exposición "un sueño cumplido". "Creo que ya ha llegado el momento de reclamar la capitalidad de Tarteso. Tiene que quedar claro que este es su centro neurálgico y tenemos que hacerlo entre todos, con exposiciones como ésta, yendo juntos todos de la mano la iniciativa público-privada. Somos la ciudad más antigua de Occidente y eso lo tenemos que poner en valor entre todos. Tenemos que dar a conocer nuestro patrimonio", defendió la regidora onubense.

Y Miranda avanzó que el Ayuntamiento trabaja actualmente en la adquisición de los terrenos del cabezo de la Joya para la creación de "un gran parque arqueológico" en torno al yacimiento en el que se encontraron las piezas expuestas ahora en el Museo en esta exposición tartésica. "Tenemos ahora una oportunidad y debemos aprovecharla para crear un gran centro de interpretación".

El presidente de la Fundación Atlantic Copper, Heliodoro Mariscal, quiso destacar como “un hito importantísimo” el hecho de que el Carro de la Joya, con esta recreación, pueda ser disfrutado por la sociedad como pieza clave de una exposición que ayuda a entender “un periodo histórico fascinante”. “Es la demostración de que nuestro compromiso con el patrimonio de Huelva se materializa en acciones reales y concretas”, ha manifestado Mariscal, que ha agradecido la colaboración de la Consejería de Cultura y Deporte, la delegación territorial y el Museo de Huelva para la puesta en marcha de esta iniciativa.

“Mantenemos con estas instituciones una fructífera colaboración, de la que la recreación del carro tartésico es la última muestra, después de otro importante proyecto cultural como la exposición Ídolos. Miradas Milenarias desde el extremo suroccidental de Europa y la publicación de su Guía-Catálogo que desarrollamos el año anterior", ha resaltado el presidente de la Fundación Atlantic Copper.

Joyas tartésicas encontradas en la necrópolis de Huelva.
Joyas tartésicas encontradas en la necrópolis de Huelva. / Josué Correa

Para conocer mejor la cultura tartésica

Esta exposición de gran envergadura reúne más de 200 piezas, el 80% de las cuales nunca se habían expuesto antes. Tiene como principal objetivo dar a conocer la cultura tartésica, unade las culturas más ricas, a la par que complejas y populares de nuestra historia. La muestra ofrece una visión integral de la vida, la muerte y la eternidad, según la cosmovisión tartésica, utilizando como un hilo conductor los hallazgos de la necrópolis de La Joya, excavada por vez primera en los años sesenta del siglo pasado por los arqueólogos Juan Pedro Garrido Roig y Elena Horta.

La necrópolis de La Joya es uno de los yacimientos más representativos de la cultura tartésica. Su estudio ha proporcionado una visión profunda de sus creencias funerarias y prácticas rituales. Este yacimiento se ha convertido en un referente para la arqueología, destacando por la calidad y variedad de los objetos hallados, muchos de ellos de un alto valor simbólico.

La muestra se divide en dos partes: la primera de ellas se adentra en el rito funerario y las diferentes etapas relacionadas con el momento del depósito de los ajuares en las tumbas. La Tumba 17, la tumba principesca, se representa tal y como fue hallada en el momento de su descubrimiento: los años sesenta del pasado siglo.

La segunda parte de la exposición, que recoge el ajuar de la Tumba 17, está acompañada por la recreación del carro tartésico y por las piezas originales del referido carro. Sin duda, uno de los elementos clave de esta muestra es la recreación, a escala real, del citado carro de La Joya, una de las piezas más emblemáticas halladas en la necrópolis. Su reconstrucción, basada en estudios arqueológicos detallados y en técnicas artesanales tradicionales en combinación a nuevas tecnologías, permite a los visitantes comprender su significado dentro del ámbito funerario y su papel en la sociedad tartésica como elemento de uso cotidiano. Este objeto, además de ser un símbolo de estatus, fue depositado como ajuar en la tumba del difunto.

Vasija tartésica encontrada en La Joya y expuesta ahora en el Museo de Huelva.
Vasija tartésica encontrada en La Joya y expuesta ahora en el Museo de Huelva. / Josué Correa

La muestra incorpora también recursos visuales e interactivos ofreciendo una experiencia inmersiva a los visitantes. El Museo de Huelva ha elaborado un amplio programa de actividades complementarias, como visitas guiadas por expertos, ciclos de conferencias sobre la sociedad tartésica y talleres educativos dirigidos a distintos segmentos de público.

La cultura tartésica, aunque aún rodeada de cierta fantasía popular, tras décadas e incluso siglos de tergiversación al ser vinculada a aspectos míticos e imaginativos, es uno de los pilares fundamentales, desde la perspectiva académica, para comprender la evolución de las culturas arqueológicas que habitaron el sur de la península Ibérica. Los tartesios florecieron entre los siglos IX y VI aC, en un entorno geográfico en el que convergen las influencias mediterráneas y atlánticas. Su ubicación en la cuenca del río Guadalquivir y la proximidad al mar de la costa suroeste permitió a esta cultura desarrollarse en un contexto de intercambio comercial, sobre todo de productos minero-metalúrgicos, lo que a su vez generó una cultura rica en tradiciones, arte y espiritualidad, como reflejan sus restos materiales.

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