El Festival de Cine Iberoamericano volvió a acercarse al centro de la ciudad para intentar recuperar el calor de los onubenses que le ha ido faltando en las últimas ediciones al desaparecer las salas de proyecciones convencionales por los multicines en zonas más alejadas. Un total de 285.666 personas acudieron a las salas, lo que supuso un incremento del 36,6% con respecto a la edición anterior. El Festival también ha tratado este año acercarse a la juventud, ya que se ve necesario el cambio generacional para garantizar el futuro de una muestra consolidada y con un perfil muy determinado como es el cine Iberoamericano, que le garantiza el éxito con respecto a otros certámenes por su especialización.

Un Festival que se celebró en un 33 edición con un presupuesto de 820.000 euros lo que le ha llevado a mantener el esquema de años anteriores. El director de la muestra, Eduardo Trías, ya anunció que se hace necesario duplicar el presupuesto para al menos poder conseguir algunos nuevos objetivos.

En esta edición compitieron doce largometrajes por el Colón de Oro con una amplia variedad de estilos cinematográficos, de temáticas, con obras de corte más comercial junto al cine de autor, lo que supone un completo panorama de la producción que actualmente se realiza en Iberoamérica. Participaron un total de trece país y la cinta que se alzó con el Colón de Oro fue 'Lus silenciosa' , de Carlos Reygadas (México/Francia/Holanda); el jurado estuvo formado por Arturo Ripstein, Camilo Vives, Adriana Aizemberg, Tristan Bauer y Paz Sufrategui.

El Festival de Cine centró su mirada en la actriz Maribel Verdú y el productor Manuel Pérez Estremera, quienes recibieron el Premio Ciudad de Huelva.

El Festival también recordó a los actores recientemente fallecidos Emma Penella y Fernando Fernán Gómez. Contó, además con la presencia de Isabel Sarli, la musa del cine erótico en argentina.