Entrevista a Emilio Ponce | Director de la Fundación Caja Rural del Sur

Emilio Ponce: "La cultura es una actividad muy necesaria para la salud mental"

  • Afirma que se “están viendo incrementadas las necesidades” en el ámbito social onubense 

  • Dentro de lo que cabe “pudimos dar respuesta a todas las demandas” durante el confinamiento

Emilio Ponce momentos antes de la entrevista a 'Huelva Información'.

Emilio Ponce momentos antes de la entrevista a 'Huelva Información'. / Alberto Domínguez

Mira hacia el futuro. Intenta huir del inmovilismo, tanto que la agenda de actos de la Fundación Caja Rural del Sur fluye para retomar el camino que se paró por la pandemia. Cuando llegó el confinamiento la labor se centró en lo social. Ahí se concentró la amplia mayoría de sus esfuerzos y gracias a la Fundación muchas asociaciones han visto la luz entre tanta incertidumbre. Habla del futuro de la agricultura, de la cultura y de Colón. Emilio Ponce es el director de la Fundación y este periódico ha mantenido un encuentro con él para conocer de primera mano cómo está la Fundación en la actualidad y sus objetivos inmediatos.

–¿Cuál es la base sobre la que se sustenta una fundación de una entidad?

–Nosotros somos una Fundación perteneciente a una entidad financiera, y concretamente al crédito cooperativo. Entonces nosotros somos una parte de la entidad. La Fundación realiza aquellas operaciones de carácter no financiero que la Caja Rural del Sur no lleva a cabo. Es la parte de la Responsabilidad Social Corporativa por decirlo de alguna manera. Y tiene un único fundador que es la propia Caja Rural del Sur, que es la que hace la aportación anual al presupuesto, que se deriva de una parte del beneficio propio de la entidad, que es cambiante cada año, obviamente.

–Una de las patas sobre la que trabaja la Fundación es la social, ¿de qué manera se ha trabajado durante la pandemia?

–Nos tuvimos que adaptar sobre la marcha al principio del confinamiento. Y además fue muy rápido, desgraciadamente. Por un lado con el cierre de los espacios culturales, obviamente, esa labor quedó en stand by y destinamos todos los recursos a lo que era necesario en ese momento: la labor social. Sobre la marcha contactamos y nos contactaron desde las diferentes ONG con las que normalmente tenemos colaboración en la provincias en las que tenemos ámbito de actuación (Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Málaga): bancos de alimentos, Cruz Roja, Cáritas, asociaciones de enfermos de alzheimer, Asociación Española contra el Cáncer...y con ello dotar de recursos económicos, de recursos materiales, y obviamente también de lo que hacía falta que eran EPIs, que en ese momento nos demandaban también. Los dos primeros meses de la pandemia ha sido muy constante.

–¿Todos los recursos se concentraron en lo social?

–No, digamos que se concentró la parte social y cultural en la parte social. Pero también nosotros tenemos una preeminencia en el sector agroalimentario.

–Y todo sin previsión.

–Obviamente previsión no había. Nos cogió a todos un poco de improviso. Pero lo que sí se hizo fue reconfigurar el trabajo para dirigirlo todo a eso. Y dentro de lo que cabe pudimos dar respuesta a todas las demandas que nos hacían.

–Tenían un Plan Estratégico 2019-2021, ¿en qué consiste? ¿se ha modificado por la Covid?

–Obviamente ha habido que maniobrar, un poco por las circunstancias. Porque los planes estratégicos antiguamente se hacían de cinco años y ya de hasta tres años son largos. El Plan Estratégico lo que busca es convertir a la entidad en la entidad más sostenible de Andalucía. Y en ese sentido, en este tiempo –nuestro ejercicio económico empieza el 1 de abril– nos hemos centrado muchísimo en hacer la primera memoria de sostenibilidad integral, que nos encargó el presidente de la Fundación y de la Caja y el director general de la Caja, que hacemos conjuntamente. Es decir, la Responsabilidad Social Corporativo no está sólo en la Fundación sino también en la entidad. En la gestión de personas, en el desarrollo de productos... en diferentes áreas. Así que el Plan Estratégico sigue su curso.

–¿En qué se diferencia esta fundación de otras?

–Esto es una Fundación de una entidad financiera, perteneciente al crédito cooperativo. No es patrimonialista. Esto es una Fundación asociada a una entidad que tiene entre sus principios un retorno a la sociedad. La Caja Rural del Sur es economía social, es una cooperativa de crédito. Parte de nuestros resultados retorna a la sociedad, en ese sentido la Fundación nace con un modelo de inversión social que se sustenta en cuatro pilares: el fomento y el desarrollo del cooperativismo agrario, con el fin último de mejorar la renta del agricultor; labor social y educación sanitaria; labor cultural; y una labor de investigación y de trabajo con las universidad y centros tecnológicos.

–El ámbito agrario es la nota diferencial.

–Correcto. Creo que casi el 50% de nuestros recursos van destinados precisamente a ese capítulo. Dentro, es muy importante un cambio de cultura que favorezca el desarrollo tanto de las organizaciones como de las personas que en ellas trabajan. Lo hacemos desde la formación, desde la mejora de las infraestructuras que posee el sector en general. Y lo hacemos desde el favorecimiento de las buenas prácticas en los órganos de gobierno que pertenecen a las cooperativos.

–¿El sector agrícola se siente agradecido por teneros detrás como apoyo?

–Lo percibimos. De hecho la Caja Rural, en principio de Huelva y después del Sur, nace como una necesidad en los años 60 para obtener financiación a un sector que normalmente no estaba atendido por la banca. El sector agroalimentario no estaba atendido por la banca convenientemente. ¿Qué ocurre? Se asocian las cooperativas y crean una cooperativa de crédito. Nuestro genoma está ligado al agro por nuestro nacimiento. Pero es que después nuestro día a día lo desarrollamos ligado a ellos también. Y es que una parte de nuestro beneficio retorna a ellos.

–Mucha gente llamará a la puerta de la Fundación, ¿cada vez más?

–Sí, porque cada vez tenemos más presencia. Si tienes más presencia eres más conocido. Si afortunadamente damos respuesta en la medida de nuestras posibilidades –porque los recursos son limitados– a esas demandas, cada vez son más las personas que se nos acercan y en todos los ámbitos. En el cultural.

–¿Y en la parte social concretamente debido a necesidades?

–Sí, eso lo hemos visto incrementado últimamente. Ya no solo este año. Principalmente este año pero sí se están viendo incrementadas las necesidades. Nosotros interactuamos con las Administraciones, no somos solucionadores de los problemas sociales como es lógico. Pero sí interactuamos con las Administraciones y tratamos de dar un soporte, humilde, y un apoyo.

–Van 18 años de trabajo, siempre faltan objetivos por cumplir, ¿cuáles son los que tienen a corto-medio plazo?

–Actualmente a medio plazo consolidarnos como nuestro modelo de inversión social. Que trate de estar más presente si cabe todavía en la sociedad. Seguir avanzando en el sector agroalimentario, en la innovación y en el desarrollo. Incrementar nuestras actuaciones con las universidades de nuestro entorno. Aumentar la colaboración con el asociacionismo agrario para implementar proyecto de innovación agroalimentaria. Tener una agenda cultural que sea coherente con las de las demás organizaciones e instituciones que cohabitan en una ciudad. Es decir, que en un mismo día no haya tres cosas importantes, por ejemplo.

–¿Una Fundación se tiene que reinventar continuamente?

–Sí. La prueba la tenemos en este año. Si no reinventarse continuamente, sí adaptarse a los hechos que de repente te aparecen. Nuestro modelo de inversión social son cuatro pilares, en torno a eso ¿cabe reinvención? Hombre yo no voy a cambiar esos cuatro pilares de hoy a mañana porque es a lo que nos debemos y principalmente el sector agroalimentario. Pero sí reinventarte un poco en las acciones.

–La cultura ha recibido un golpe importante en estos meses, ¿piensa que será de los últimos sectores que se recuperen ya que es un gasto de ocio para el ciudadano?

–Es obvio que hay sectores que están muy tocados como el turismo y el cultural porque requieren de presencia y concentración de personas. Pero aún así, nosotros pensamos en lo cultural por ejemplo, y yo particularmente, que hay que empezar a caminar con todas las medidas sanitarias. El pasado 11 de septiembre decidimos abrir nuestros espacios culturales con la limitación de aforo, las mascarillas, hidrogeles... pero abrirlo. La cultura es una actividad muy necesaria para la salud mental, para que el ocio no decaiga, para que la ciudadanía se sienta cohesionada. Que seguimos aquí y, en definitiva, que no podemos parar.

–Ustedes están muy relacionados con el sentimiento iberoamericano. ¿Qué opina de las pasadas manifestaciones en otros países sobre las estatuas de Colón?

–Yo personalmente no las entiendo. Están fuera de lugar. Se corresponden con las revueltas sociales y políticas que algunos auspician. Sin ningún fundamento histórico y además fuera de tono. No tiene sentido. Como hemos podido ver en algunos lugares se derriban estatuas de Colón y aquí las realzamos como recientemente ha hecho estos días atrás la Autoridad Portuaria.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios