Huelva

La Declaración Ambiental del CEUS certifica el fin de los trámites administrativos

  • El Boletín Oficial del Estado recoge las características de un proyecto que “cumple con todos los requerimientos medioambientales exigidos”

Un vehículo todo terreno accede al paraje en el que se instalará el proyecto CEUS.

Un vehículo todo terreno accede al paraje en el que se instalará el proyecto CEUS. / Alberto Domínguez (Moguer)

Un vial de ensayos de dos kilómetros de longitud y 45 metros de anchura con una franja de seguridad de otros 150 a ambos lados; otro vial de ensayos de tierra compactada de 1,5 kilómetros y 60 metros de ancho; una calle de rodaje perpendicular a la vía principal de 536 metros; otra para conectar los viales; una plataforma de estacionamiento de 18.000 metros cuadrados para drones; dos hangares junto a la plataforma de estacionamiento, de planta cuadrada y 45 metros de longitud; un edificio de control de oficinas, desarrollo de servicios y seguimiento de misiones; una caseta con el personal de seguridad; un centro de transformación; una planta potabilizadora de agua, un grupo electrógeno y dos depósitos de combustible de aviación, todo ellos con un vallado de seis kilómetros de longitud y 1,8 metros de altura.

Ese será el Centro de Ensayos de Sietemas No Tripulados, CEUS, cuya Declaración de Impacto Ambiental (DIA) fue publicada ayer por el Boletín Oficial del Estado, lo cual concluye la tramitación estatal del proyecto. Si se tiene en cuenta que la autonómica no es necesaria por estar todavía en vigor la Autorización Ambiental Unificada (hasta marzo del año que viene cuando antes comenzarán las obras) tan solo queda la venta de terrenos, el soterramiento de la línea eléctrica de media tensión que corresponde a la Consejería de Transformación Económica y la licitación y comienzo de unas obras a las que deben preceder los trabajos de desbroce y allanado de los terrenos que se hará con la empresa pública Tragsa.

Las instalaciones del CEUS, según se contiene en la documentación consultada por Huelva Información, “supondrán 2,5 operaciones semanales, con un máximo de hasta siete. La operativa de los vuelos se limita a unos espacios concretos llamados LED, en los que se permiten mediante regulación de protocolos estrictos para evitar accidentes, Esta operativa consiste en el ascenso de los drones hasta alcanzar los mil metros de altura como mínimo y 3.050 metros como máximo y se dirigirán a un corredor de seis kilómetros de ancho”. Los drones que se probarán y certificarán en Moguer, corresponden a los denominados UAS clase 3, es decir de ocho metros de ancho, 4,6 de largo, 1,8 de alto y un peso máximo de cinco toneladas, con lo que está abierto a los más grandes vehículos aéreos no tripulados, tanto en su vertiente civil como militar.

Para poder operar este tipo de vehículos se tuvieron en cuenta tres alternativas para ubicar sus instalaciones. La denominada Moguer I, planteaba la dificultad del sobrevuelo de Mazagón, así como de las áreas industriales, depósito de combustible y la bocana del Puerto de Huelva. La Moguer III también implicaría sobrevolar Mazagón y aunque no afectaría a zonas protegidas, no se podía garantizar la servidumbre perimetral, toda vez que se localizaba en un lugar de invernaderos con elevado tránsito de personas y vehículos. Finalmente se optó por la denominada Moguer II, que no interfería con término municipal alguno y tan solo afectaba a la autovía aérea R-47; dado que la misma opera a una altitud superior a los 3.050 metros -la máxima permitida para los drones­ se optó por ella como la más conveniente.

Recreación del lugar donde irá ubicado el CEUS y las superficies afectadas. Recreación del lugar donde irá ubicado el CEUS y las superficies afectadas.

Recreación del lugar donde irá ubicado el CEUS y las superficies afectadas.

Las disposiciones medioambientales ocupan buena parte de la veintena de folios que componen la DIA que en un primer momento ubica las instalaciones del CEUS convenientemente alejadas de Moguer (7,5 kilómetros), las Madres (7,8), Mazagón (8,6) y Palos (más de 9 kilómetros). Las actuaciones proyectadas “no se consideran susceptibles de generar impactos significativos en relación con el ruido sobre los distintos elementos del medio, debido a la lejanía de los núcleos urbanos y el bajo número de operaciones contempladas” y los niveles máximos llegan a los 50 decibelios.

En cuanto a la calidad del aire, ni el movimiento de tierras de las obras será relevante y además, se proponen medidas durante las mismas tanto para el control del transporte de los materiales, como del movimiento de tierras requerido para las mismas. La desaparición de 66 hectáreas de pino piñonero, suponen “una afección importante que está justificada en el contexto de una actuación estratégica declarada prevalente por el Consejo de Gobierno”, según reconoce la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible en Huelva, a pesar de que dichas instalaciones no inciden en la flora amenazada o de interés cercana al CEUS, aunque antes del inicio de los trabajos en la zona se llevarán a cabo muestreos de identificación y trasplantes si son factibles.

Uno de los aspectos más criticados acerca de la zona en la que se instalará el CEUS es su afectación a la flora y la fauna después del incendio del verano de 2017 que afectó al monte en el que se localizan las infraestructuras pero que, según reconoce la DIA, “no llegó a afectar a la zona de actuación”. Las posibles afecciones por riesgo de incendios y contaminación de agua y aire esgrimidas en el periodo de alegaciones por colectivos ecologistas, son aclaradas con “las medidas preventivas y correctoras que plantea el promotor del proyecto (INTA)”. Además se encuentra “en fase de contratación de los medios humanos que elaborarán un proyecto de reforestación en colaboración con la Universidad de Huelva, la Delegación de Desarrollo Sostenible y que será sufragado con fondos propios del INTA”.

Para evitar la interferencia con la fauna y sus periodos de cría, se cita que “las obras se llevarán a cabo entre octubre y enero, algo que evita el periodo reproductivo de anfibios, reptiles y el resto de vertebrados detectados en la zona”.

Con todo ello la DIA reconoce que “de acuerdo a los antecedentes de hecho y fundamentos de derecho alegados y como resultado de la evaluación de impacto ambiental practicada, que no es necesario el sometimiento al procedimiento de evaluación ambiental del proyecto del Centro de Ensayos de Sistemas No Tripulados, CEUS, ya que no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas en el documento ambiental y en la presente resolución”.

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