El reto está encima de la mesa; para el año 2030, las instalaciones de Cepsa deberán reducir a la mitad sus emisiones y apenas dos décadas después, ninguna de ellas tendrá huella alguna. En ese escenario, las instalaciones presentes y futuras de la empresa energética en Huelva, jugarán un papel fundamental. Así se puso de manifiesto en un seminario de Cepsa en la sede de Jerez de la Universidad de Cádiz, donde Pablo Ronse, responsable de Marketing y Electricidad del área de Renovables; Joaquín Jadraque, al frente del departamento de Hidrógeno; María Guerrero de Proyecto Estratégicos; y Javier Antúnez, responsable del área de Biocarburantes, expusieron las estrategias de un proyecto que comienza su andadura.

Andalucía y en concreto los dos sites que Cepsa tiene en la comunidad, Huelva y elCampo de Gibraltar, lo tienen todo de cara a convertirse en lo que varias intervenciones denominaron “el Golfo Pérsico o la California de la energía renovable”.Además del conocimiento basado en una experiencia de décadas con la energía como producto estratégico, las instalaciones, las horas de sol, la provincia de Huelva pone a disposición de esa nueva estrategia, el suelo necesario para poder instalarse en ella.

De hecho, hace unos días, Huelva Información adelantaba la concesión de más de 26 hectáreas para la puesta en marcha de una planta de HVO, el diesel de segunda generación que emite hasta un 90% menos de contaminantes.

Antúnez se centró en la generalización de los biocombustibles como una respuesta inmediata a las nuevas políticas que emanan de la UniónEuropea y que, lejos de decaer por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, se han reafirmado en la denominada Fit x 55 que determina las nuevas pautas de cara a lograr la eliminación de las emisiones en 2050. Es en estas circunstancias donde Cepsa pretende liderar el mercado de los biocombustibles cada vez más comunes y que hará que nos familiaricemos con términos como HVO, FAME, Bioetanol, SAF (queroseno de aviación), biobutanol o biogás.

Es en este marco donde el hidrógeno verde se abre camino como la alternativa más razonable para cumplir los requerimientos normativos y, al mismo tiempo, garantizar los suministros para una movilidad sostenida. La descarbonización de Cepsa y de todas las energéticas, llegará de la mano de este combustible, en un primer momento al transporte pesado (buques y camiones donde el proceso de electrificación es más complejos), aunque con ánimo de extenderse.

Los proyectos para implantar plantas de producción de hidrógeno verde, pasan por asegurar la viabilidad económica del mismo, para lo que conseguir mercado para el mismo, se antoja colmo algo fundamental. En un primer momento, el principal cliente de Cepsa será la propia necesidad de hidrógeno para los procesos de refino de sus carburantes, toda vez que se trata de uno de los principales consumidores del país. Hay que tener en cuenta que el sobrepasar las toneladas de CO2 permitidas por la legislación europea y que tienen los años contados, ha llevado a que su precio en el mercado haya pasado de 33 a más de 88 euros en apenas un año.

La visión a 2030, habla de una reducción del 23% en las emisiones de CO2 y conseguir un 74% de energías renovables en generación eléctrica. En 2050, esos objetivos serán del 90% y 97% respectivamente.

La estrategia de la energética explicada en un acto a los medios de comunicación.

En este escenario, España y en concreto Huelva se postula como uno de los principales productores de hidrógeno verde en todo el mundo, en directa competencia con proyectos que se desarrollan en China, Chile, Estados Unidos, Australia y países árabes. Lo que le da ventaja competitiva a la opción onubense es la disposición de unas mejores infraestructuras de transporte del mismo, lo que hace que Andalucía sea el lugar que presenta un menor coste de producción. La interconexión con el resto de mercados europeos será, por lo tanto, una de las claves a impulsar en el transcurso de los próximos años.

El objetivo de Cepsa es pasar a desarrollar una producción de 2 gigavatios de hidrógeno verde para 2030, con hasta 7 gigavatios en cartera de proyectos renovables (en su mayoría en el Campo de Gibraltar donde también se llevarían a cabo las operaciones de bunkering) y con la disponibilidad de suelo suficiente (más en Huelva) para poder llevarlo a cabo. Por el momento se ha puesto en marcha el primer corredor de hidrógeno verde de Europa que enlaza el puerto de Algeciras con Rotterdam, aunque desde Cepsa se augura que las instalaciones que Cepsa dispone en el Puerto de Huelva, estarán dispuestas a ser utilizadas según las necesidades de demanda.

El siguiente paso será la producción a escala de este tipo de combustibles, cuya entrada en el mercado será a corto plazo. El posicionamiento de Huelva parece concederle una posición de privilegio de cara a ese nuevo escenario global.