No hubo quema del choco en esta edición del Carnaval Colombino, la Federación de Peñas y Asociaciones del Carnaval (Fopac) optó en esta ocasión por trasladar el acto al centro de la ciudad, y reducirlo a un recorrido con el gran cefalópodo por algunas de las calles peatonales del casco urbano.

Al igual que el resto de actos de calle (carrusel de agrupaciones y cabalgata), la Plaza de las Monjas fue el escenario de la jornada de clausura de la programación carnavalera, en la que no faltó, en el apartado gastronómico, una degustación del plato típico de Huelva, las habas con chocos.

La previa concentración de viudas tuvo lugar en el espacio público, desde el que, pasados más de diez minutos de las ocho de la tarde, salió la comitiva, formada por las viudas, agrupaciones locales que participaron en el concurso del Gran Teatro, las choqueras mayor, Ana Sevilla, y la infantil, Marina Garrido, acompañadas de su corte de damas y de los caballeros.

Al igual que en años anteriores, entre los asistentes a este peculiar entierro del choco había pocas personas disfrazadas, un acto fin de fiesta que tuvo poca concurrencia.

Los encargados de portar el choco en su recorrido por las calles del centro de la ciudad fueron los integrantes de la comparsa de los Giraldo, La habitación de los sueños, que en el certamen se llevó uno de los premios al mejor pasodoble a Huelva.

La comitiva avanzó al ritmo de la charanga Los Pofesionales, que interpretó durante el itinerario canciones típicas de estos festejos como Carnaval, carnaval o la pegadiza de David Civera, Que la detengan. Los portadores movieron el choco al son de los temas e incluso lo hicieron girar en varias ocasiones al compás de la música.

Ya de regreso, en la Plaza de las Monjas prosiguió la jornada festiva, con la que se clausuró la programación carnavalera, que se inauguró el 28 de enero con el pregón de Fali Ramos, al que siguió el concurso de agrupaciones en el Gran Teatro con grupos de Huelva, Sevilla, Cádiz y Málaga, y se completó con una intensa jornada de carnaval de calle, en la Plaza de las Monjas.