Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Merece la pena?
Fabián Cancellara, Bradley Wiggins, Sylvain Chavanel, Tejay Van Garderen, Edvald Boasson Hagen, Maxime Monfort, Denis Menchov, Cadel Evan, Haimar Zubeldia y un largo etcétera de ciclistas de gran nivel y de todas las nacionalidades se disputan estos días el Tour de Francia, la carrera ciclista más célebre del mundo y que atrae la atención de millones de personas durante el mes julio cada año.
Se trata de una competición muy exigente pero a la vez es todo un atractivo por los numerosos parajes naturales que pueden apreciarse durante su disputa. Sin ánimo de sufrir mucho en un recorrido asequible y más llano y sin intención tampoco de colarse un maillot amarillo de campeón, los vecinos de El Campillo se han subido en sus bicicletas para pasar un día agradable de convivencia, eso sí, al mismo tiempo que disfrutan de parajes tan atractivos como los de la prueba francesa, pero por pinares de la tierra.
Cerca de medio centenar de personas ha participado en esta actividad, cuyo fin es recuperar la celebración del Día de la Bicicleta. Se trata de una jornada dedicada al medio de transporte más sano y sostenible de todos, el de las dos ruedas combinadas con los pedales, sin la mediación de motores ni combustibles que emitan gases deletéreos de ningún tipo hacia la atmósfera.
La actividad, organizada por el Ayuntamiento minero con la colaboración de los supermercados Gregorio Fernández y Marisol, la empresa citrícola Río Tinto Fruit y la Panificadora Sánchez (Valverde del Camino), rememoraba las ediciones de aquel encuentro que en los años 90, bajo el contexto de la fiebre ciclista originada a nivel nacional por los éxitos consecutivos de Miguel Induráin en el Tour de Francia, llegó a movilizar a la práctica totalidad de la población salvocheana y que, de forma paulatina, cayó en el olvido hasta desaparecer.
El destino elegido en esta ocasión ha sido también uno de los de antaño, la aldea de El Membrillo de Zalamea la Real, a la que ya se dirigió la comitiva de bicicletas en su día, la misma que otras veces avanzó por las carreteras de la Cuenca Minera de Río Tinto hacia lugares emblemáticos de la comarca como el Puente de los Cinco Ojos (dirección Almonaster por la N-435), el pantano de Campofrío (por la A-461) o la también pedanía zalameña de El Villar (por la N-435 y la vía que comunica con el Andévalo occidental a través de Calañas).
Este año, el de su reactivación, el paseo, de unos 19 kilómetros (ida y vuelta), fue matinal. Los ciclistas, un total de 48 inscritos, con sus camisetas conmemorativas, arrancaron pasadas las once de la mañana desde la Plaza del Ayuntamiento de El Campillo para, al arribar a su meta, degustar un desayuno mediterráneo y, así, reponer las fuerzas necesarias para iniciar el retorno a casa.
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