Urbanismo

Aprobado el trámite inicial para el uso social del Colegio de Ferroviarios

  • La Junta de Gobierno local da luz verde a la modificación puntual del PERI del Casco Histórico que permitirá rehabilitar el inmueble como viviendas colaborativas para mayores

El Colegio San José de Calasanz abrió sus puertas en 1932 y echó el cerrojazo en 2002.

El Colegio San José de Calasanz abrió sus puertas en 1932 y echó el cerrojazo en 2002. / Nedd Chairi Muñoz (Huelva)

Nuevo impulso al proyecto de rehabilitación del antiguo Colegio de Ferroviarios como comunidad de viviendas colaborativas para personas mayores. Tras la firma del convenio urbanístico entre el Ayuntamiento y la cooperativa Senior Cohousing Huelva en julio del pasado año, la Junta de Gobierno local del Ayuntamiento capitalino ha aprobado inicialmente la modificación puntual número 3 del Plan Especial de Protección del Casco Antiguo relativa a las determinaciones urbanísticas y a la catalogación del inmueble.

Esta aprobación, que tendrá que pasar por el Pleno para ser definitiva, persigue el objetivo de adaptar el edificio –calificado actualmente para uso dotacional docente compatible con otros usos dotacionales– al nuevo uso asistencial y social previsto, algo a lo que se comprometió el Consistorio en el mencionado convenio firmado con la cooperativa.

Así, se promueve la inclusión del inmueble en el Catálogo de Edificios, Elementos y Espacios urbanos de valores singulares del Plan Especial del Casco Histórico del antiguo colegio San José de Calasanz y se redacta una nueva ficha pormenorizada que, respetando lo establecido por el catálogo del Plan General, detalle los elementos arquitectónicos protegidos y desarrolle aspectos de vital importancia para la puesta en marcha de un edificio histórico que a fecha de hoy cuenta con serios problemas de conservación. El grado de protección específica es el vigente: integral no monumental.

La aprobación definitiva de este cambio en el planeamiento pasará por el Pleno municipal

Dentro de la parcela –de 2.707 metros cuadrados que alberga un edificio de dos plantas en avanzado estado de deterioro, más torreones, y que alcanza una superficie construida de 1.750 metros cuadrados– se distinguirá el edificio exento existente como parte protegida, mientras que el espacio libre ubicado en la parte trasera de la parcela tendrá nuevas condiciones urbanísticas.

Así, el edificio se restaurará, el jardín delantero y las fachadas exteriores conservarán su imagen primigenia y en el patio trasero, zona de recreo del antiguo colegio, se construirá una nueva edificación (con los parámetros restringidos en el marco del convenio) para cubrir las necesidades dotacionales de la nueva actividad.

La nueva edificación, que no será visible desde la avenida de Italia, deberá construirse “como volumen aislado y con un estilo arquitectónico que establezca una relación unitaria y perfectamente compatible con la imagen del edificio original catalogado”.

Además, la actuación creará una fachada trasera hacia el parque de nueva creación tras el traslado, que tuvo lugar hace ya más de un año, de la antigua estación.

El proyecto cumplirá un doble objetivo: salvar de las ruinas un hito del patrimonio histórico abandonado y, a la vez, cubrir una demanda asistencial. Así, con esta iniciativa la ciudad recupera uno de sus edificios históricos, que lleva más de 15 años cerrado y abandonado y cuya rehabilitación se veía dificultada por tratarse de una propiedad privada; y, por otra parte, se promueve la creación de un equipamiento social con un proyecto innovador en la ciudad.

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