8-M Día de la Mujer en Huelva

Una brecha que se mantiene en el tiempo

  • Huelva es la provincia de España en la que más diferencia salarial existe en el hombre y la mujer: 6.000 euros al año

  • El género femenino es el más castigado en el paro y las pensiones

Manifestación del 8 de Marzo.

Manifestación del 8 de Marzo. / Josué Correa

El ocho de marzo tiene nombre de mujer. Es una fecha invernal en la que el género femenino aviva la llama de sus históricas reivindicaciones. La igualdad de derechos. La igualdad de salarios. Un equilibrio lógico entre la justicia y la objetividad. Mismo trabajo, misma nómina. Igual esfuerzo, igual compensación. Las mujeres del país se pintan el corazón de morado en una fecha como la de hoy. Es su color de guerra con el único altavoz que sus gargantas rotas ya de tanto reivindicar lo que les pertenece.

Los números y las cifras desiguales se mantienen e incluso se alargan en el tiempo por más que pasen los ocho de marzo. Un hecho que hace que esta fecha siga siendo, ahora y hoy, más necesaria que nunca. Y con más fuerza si cabe se agranda la disparidad que existe en la provincia de Huelva. Tan solo hay que rescatar estadísticas sindicales y de organizaciones feministas para darse cuenta que con las cartas boca arriba, las mujeres juegan en clara desventaja. Y sobre todo si el escenario es el tapete del territorio onubense.

Ya de por sí, Huelva es la provincia en la que se registra la mayor brecha salarial que existe en España. Las mujeres cobran de media al año 6.000 euros menos que los hombres y si se alarga este proceso durante una vida laboral de 35 años el montante asciende hasta los 200.000 euros. Y por si fuera poco Huelva es la provincia con el peor salario medio de España para el género femenino.

Hay que poner de relieve la dificultad que existe actualmente para acceder al mercado laboral de Huelva y más si cabe encontrar un contrato con carácter indefinido. En los que llevamos de 2020 el territorio onubense es donde menos acuerdos laborales de este tipo se firman. No se llega ni al 2%. El resto tienen marcada la temporalidad. Esa ruleta rusa entre el mercado laboral, la cola del paro, y todo sumado al trabajo en casa, ya que hay que recordar que numerosas mujeres todavía siguen siendo las que sustentan el cuidado del hogar y de los hijos; es un hecho que se denuncia también en un día como el de hoy. De ahí un dato mayoritario que expone que el 95,4% de las personas que han dejado de trabajar o han reducido su jornada laboral por el cuidado de sus hijos en España son mujeres.

La brecha también existe en la cola del paro. El desempleo en la provincia de Huelva es superior en el género femenino que en el masculino. Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, de los 45.914 parados que hay en el territorio onubense, 26.303 son mujeres y 19.611 son hombres.

Y no todo queda ahí ya que en el rescate de cifras y porcentajes, las denuncias que alzan la voz en Huelva es que de las 109.801 asalariadas onubenses, 48.492 de ellas cobra menos de 332 euros al mes mientras que 23.178 no llegan a 645 euros. Esto supone que dos de cada tres mujeres que están en el mercado laboral no reciben a final de mes más de 645 euros. Y no sólo eso sino que el 68% del género femenino trabaja a tiempo parcial. Esto al final es una consecuencia cuando llega el turno de las pensiones puesto que las mujeres cobran un 40% menos que los hombres debido a que el género femenino acapara el mayor número de pensiones bajas mientras que el masculino lo hace en las más altas. Un dato claro es que las pensiones que oscilan entre los 250 y los 300 euros están dirigidas en la provincia a 1.099 mujeres y sólo 345 hombres. Cuanto más se sube en el rango económico la balanza se desequilibra de un lado para otro.

Entre las propuestas sindicales para darle la vuelta a toda esta situación que se refleja en la sociedad aparecen la reivindicación de una Ley de Igualdad más fuerte y efectiva. Además, se pide una ley de compromiso por parte de los empresarios, así como una ley de transparencia salarial. Hoy volverá a ser el turno de las mujeres. Volverán a demostrar que sin ellas el mundo se para. Una manifestación, que saldrá a las 18:00 desde la plaza del Antiguo Estadio Colombino, recorrerá las calles de Huelva. Una marea morada gritará justicia e igualdad hasta su llegada a la Plaza de las Monjas. Hoy el día es de ellas. Que se pare el mundo.

El emprendimiento desde el punto de vista de la mujer

Elena Sánchez es empresaria. Tiene un estudio de fotografía en la calle Niebla de la capital onubense. Empresaria y, por lo tanto, emprendedora. Estudió Fotografía en la Escuela de Arte tanto el Grado Medio como el Superior. En total siete años. En aquella época en las aulas había “más hombres que mujeres, se decía que se consideraba una especie de profesión de hombres”. La afición por la pintura de Elena Sánchez fue lo que le llevó a la fotografía después de “descubrir que había gente que dibujaba y pintaba mejor que yo, encontré con la fotografía realmente lo que quería transmitir. No tenía necesidad de pintarlo sino con la misma imagen tenía el resultado y las sensaciones”.

Elena Sánchez. Elena Sánchez.

Elena Sánchez. / Josué Correa

Pero no terminó los estudios y montó su empresa, eso ocurrió después. Previamente estuvo trabajando durante trece años en un estudio de fotografía que se encontraba en la calle Rico. No fue hasta que el dueño se jubiló y cerró cuando Elena Sánchez decidió abrir su propio estudio, hace ya siete años. “Como empresaria y emprendedora es verdad que te ayudan mucho. Hay centros que me guiaron, cómo se tiene que proyectar una empresa, cuáles son los documentos y papeles que se necesitan...todo es un mundo nuevo que empieza”.

Cierto es que Elena Sánchez se encuentra en un mundo –el empresarial– en el que hay más hombres que mujeres, aunque poco a poco la mentalidad va cambiando y numerosas mujeres deciden emprender con su propio negocio. Sánchez piensa que el cuidado de los niños, entre otras cuestiones, es una razón que “ralentiza el hecho de que la mujer se pueda proyectar y desarrollar en ese aspecto”. Asimismo asegura que la mujer emprendedora “es una mujer independiente, una mujer que en cierta manera no tiene muchas responsabilidades y cargas porque le tiene que dedicar mucho tiempo al trabajo hasta que su empresa empieza a funcionar”.

Asimismo piensa que el concepto machista de que las mujeres son las que se tienen que encargar de todo –aunque es verdad que hay más hombres que mujeres que emprenden– empieza a desaparecer ya que cree que “la mujer empieza a tener más espacio”. “Creo en la mujer trabajadora, pienso que es un gran paso, es como cuando la mujer pudo votar. Va abriendo puertas”. Aun así, en el campo de la fotografía todavía, reconoce Elena Sánchez, hay más hombres que mujeres, pero “es verdad que hay más mujeres que años atrás”. Y es que cuando ella estudiaba en su clase había diez personas “ocho hombres y dos mujeres”, algo que hoy no ocurre ya que “se está abriendo el campo para la mujer fotógrafa”.

Educar desde pequeños para cambiar

Ana Caballero es profesora titular en el Departamento de Química, de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Huelva. Además, trabaja en la Onubense como investigadora en el Laboratorio de Catálisis Homogénea del Centro de Investigación de Química Sostenible (Ciqso). Previamente, estudió la carrera de Química en la Universidad de Sevilla para después venir a Huelva a realizar la tesis.

Ana Caballero. Ana Caballero.

Ana Caballero. / M.G.

“En la carrera hay más o menos igualdad” de presencia entre hombres y mujeres “pero cuando vas subiendo escalafones es verdad que, el número de mujeres que llegan a hacer tesis, ser profesoras, y ya no te digo catedráticas, va disminuyendo”, reconoce a Huelva Información Ana Caballero. Que los hombres sean los que desempeñen los puestos de responsabildad “no sé si será que por el camino las mujeres inevitablemente nos quedamos embarazadas y luego tienes que hacerte cargo de una familia. Creo que detrás de todo esto hay todavía muchas razones socioculturales pero al final el cuidado de niños o personas mayores lo seguimos haciendo las mujeres”. Estas son las razones, piensa Ana Caballero, por las que después el género femenino es el que tiene que aceptar una reducción de jornada en su trabajo “y de esa manera es difícil ascender, con lo cual los sueldos son más bajos”.

Es la visión general de esta investigadora, pero no es su caso concreto ya que asegura que siempre ha tenido el apoyo de su familia para estudiar y formarse. “Siempre me han ayudado”. Cierto es que cuando se quedó embarazada estuvo casi un año de baja. Un hecho que después de ese parón “cuesta mucho volver a la vida laboral, a coger el ritmo”.

Además, con su pareja se reparten los trabajos domésticos y el cuidado del pequeño. De modo que cada uno pueda desarrollar su vida profesional y doméstica de la misma manera. Aun así, a nivel general, el tema de la conciliación Ana Caballero lo ve todavía un poco utópico. Hoy en día “es muy difícil, no te ayudan mucho en España para conciliar”. Así, pone el ejemplo de que en los países nórdicos el Estado da ayudas para cuidar a los niños. En cambio, en España “cuesta más trabajo y muchas mujeres tienen que dejar de trabajar”, pero en su caso se reparten las tareas.

La cuestión es cómo evitar que ocurran todo este tipo de cosas en la sociedad. Caballero cree que hay que empezar desde cuando uno es pequeño. La educación. “Que no tenga la mujer la imagen de que tiene que cuidar de niños o mayores”, sino como algo que pueden hacer tanto los hombres como las mujeres. A raíz de esto después se ven las consecuencias en la presencia de hombres y mujeres en las carreras universitarias, ya que Enfermería está copada en una mayoría por mujeres mientras que los hombres son mayoría en la ingenierías, por ejemplo.

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