Educación

El profesor de la UGR que simula juicios para potenciar la capacidad de expresión y retórica del alumnado

Inicio de uno de los juicios del tribunal de talentos que imparte Emilio Villa / G. H. (Granada)

"Por favor, pónganse en pie. En el nombre de la justicia y en el cumplimiento de la ley, declaro inaugurada la audiencia del tribunal de talentos". Así comienza su clase Emilio Villa, un profesor de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada, que simula juicios en sus clases para potenciar la capacidad de expresión y retórica del alumnado.

Esta experiencia de innovación educativa se enmarca en la asignatura de 'Iniciación y especialización temprana en el Deporte', dentro de la Facultad de Ciencias del Deporte de la UGR. Es una asignatura del cuarto curso de Grado. "Utilizamos una metodología de investigación-acción-participación en contextos jurídicos, un tipo de metodología que sobre todo se usa en facultades de derecho. Los alumnos preparan juicios que van asociados a casos de estudio creados por el docente", ha comentado.

El tribunal de talentos nace según el docente principalmente porque el alumnado universitario ha disminuido su capacidad comunicativa, tanto la parte oral como la parte escrita. "La capacidad discursiva, la oratoria, la escucha activa... en definitiva, la capacidad de venderte, que hoy en día, bajo mi punto profesional, es imprescindible. Y no solo para encontrar trabajo, sino también para la vida".

"Lo hacemos con contenido de la asignatura, como problemas de la especialización del deporte o la salvaguarda de menores dentro del mundo deportivo, entre otros", explica el docente.

Tras un tiempo de preparación, los alumnos presentan sus particulares testigos, envían pruebas en sobres cerrados, e incluso se presentan a los juicios uniformados. En la audiencia, cada grupo defienden sus posturas. Ese día cada alumno representa su rol, y hay mucha motivación en la clase.

"Los grupos que pierden el juicio tienen que pagar unas sentencias activas, o lo que es lo mismo, ejercicios físicos como sentadillas, burpees, o flexiones durante un tiempo determinado. Siempre supervisados por el grupo que gana el juicio", explica Villa.

Según el docente, con este tipo de actividad diferente los alumnos salen de su zona de confort, participan de forma activa y fundamentan de manera rigurosa todo el discurso. Y deben ser muy estrategas para ganar el juicio.

"Después de los juicios reciben sus clases teóricas, y como docente he podido corroborar que el interés de los alumnos por la asignatura y su atención aumentan de forma considerable cuando se utiliza esta estrategia de enseñanza y aprendizaje", valora el profesor.

Todo ello con el objetivo de ser capaces de transmitir todo lo que aprenden una vez dejen los muros de la facultad granadina. "Un buen estudiante deja de serlo cuando, a pesar de tener muchos conocimientos sobre una temática, no es capaz de expresarlos de manera adecuada", defiende Villa.

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