En el corazón de los españoles se ha sentido tanto el fallecimiento en la madrugada del martes de María Teresa Campos, triste desenlace que se vislumbraba a raíz de su ingreso en un hospital este domingo, como la muerte, algo más inesperada, de María Jiménez en la noche del miércoles al jueves, en Sevilla.

Dos figuras indiscutibles y dos mujeres luchadoras, brillantes en cada una de sus carreras con sus momentos de remontada, que han sido respaldadas con un aprecio unánime. Se van apagando voces que fueron importantes para la sociedad española.

El acelerado deterioro cognitivo de Campos fue dramático a lo largo de estos meses y sus hijas, Carmen Borrego y Terelu Campos, iban preparándose para una triste agonía que se cerraba en esta semana.

María Teresa Campos

María Teresa Campos y María Jiménez eran amigas, admiradoras mutuas tras tantos años de batalla, y la malagueña mostraba toda su preocupación cuando la cantante sufrió la grave septicemia que la mantuvo en coma durante varias semanas en la primavera de 2019. El hijo de la artista, Alejandro Sancho, recibía las llamadas y mensajes de Campos. En aquellos momentos nadie hubiera imaginado que cuatro años después iba a ser María Jiménez, de nuevo ya muy débil de salud, la que diera el pésame a la familia de María Teresa Campos.

La nieta e hija de Terelu, Alejandra Rubio, ha desvelado que en el móvil de su madre ha aparecido una llamada perdida de María Jiménez en la mañana de este pasado martes. Entre tantos mensajes, que la familia ha ido respondiendo uno a uno, se encontró con esta llamada. Entre los mensajes de voz en el whatsapp la hija de María Teresa Campos ha hallado las palabras de Isabel Jiménez, hermana de la cantante, en la que le expresaba el pésame en el nombre suyo y el de su hermana, que no estaba en condiciones de escribir un mensaje. Apenas un día después se producía el triste desenlace en Triana. Sevilla ha despedido en este viernes a María Jiménez con todo el sentimiento y el reconocimiento.

A su vez Terelu Campos se ha puesto en contacto con la hermana y el hijo de María Jiménez para transmitirles su pésame. Una historia cruzada en una llamada perdida que resulta sobrecogedora.