Patxi López afirmó ayer que va a ser el lehendakari "de todos, de los que han votado socialista y de los que no", y pidió el "respaldo" a su formación "cuando tenga que tomar decisiones pensando, no en el interés del partido, sino en lo mejor para la sociedad".

El secretario general de los socialistas vascos intervino en Bilbao ante el Comité Nacional del partido, que se congregó en el Palacio Euskalduna para avalar las negociaciones que mantiene con el PP con el objetivo de recabar su apoyo en la investidura como lehendakari. López aseguró que este acuerdo con el Partido Popular busca "dar estabilidad" al futuro Gobierno vasco y garantizó que "no contendrá ni una sola política contraria a nuestros principios, ni a nuestros compromisos con la sociedad vasca" .

El lehendakari en ciernes destacó que la voluntad del pueblo vasco se expresó claramente en los comicios del 1 de marzo, apostando por la propuesta "del cambio", que ha avanzado "con claridad", dijo, en detrimento de la "apuesta soberanista del tripartito". En este sentido, López manifestó que la ciudadanía vasca "ha cerrado un ciclo de políticas frentistas y excluyentes que, a través de la confrontación, buscaban la imposición de un modelo de país del que sobrábamos más de la mitad de sus ciudadanos".

"Nadie niega que el PNV ha sido la fuerza más votada. Pero éste no es un régimen presidencialista. No votamos para elegir a un presidente. Elegimos un Parlamento y es quien tiene más apoyos en ese Parlamento quien obtiene la confianza de la Cámara, quien es elegido lehendakari", recordó. Asimismo, Patxi López reivindicó la "legitimidad" para gobernar que se ha puesto en duda, y arremetió contra "aquellos para los que el apoyo de quienes siguen en connivencia con la violencia eran totalmente naturales para que Ibarretxe fuera lehendakari".

En referencia a las acusaciones de frentismo que está recibiendo, López remarcó que su Ejecutivo, "desde el respeto y el reconocimiento a la pluralidad política vasca, buscará el máximo apoyo y la complicidad de todas las fuerzas políticas parlamentarias para afrontar los retos de futuro".

El presidente del EBB del PNV, Íñigo Urkullu, manifestó por su parte que el preacuerdo al que han llegado el PSE-EE y el PP vasco para garantizar la investidura de López "viola" la dinámica parlamentaria y consideró que en el futuro se visualizará que el pacto incluía a otras instituciones, como la Diputación alavesa, donde el PNV gobierna pese a ser la tercera fuerza más votada.

Además, acusó a algunos dirigentes de los socialistas vascos de "poner en riesgo" la estabilidad, el desarrollo económico y el progreso "por avaricia personal", y de "romper" los puentes que PNV ha intentado reconstruir en el último año. En una entrevista concedida a Europa Press, Urkullu afirmó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lo tiene "crudo" para gobernar y que le quedan "pocas cartas" para seguir jugando "a la improvisación".

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, destacó a su vez en Cuenca que el Partido Popular está siendo "el garante de la libertad en el País Vasco", donde está demostrando una "altura de miras que no es comparable a ninguna otra visión política que haya en este país".

Cospedal, que asistió al VIII Congreso Regional de Nuevas Generaciones de Castilla-La Mancha, afirmó que su partido también está siendo el garante "de la libertad para los padres para elegir la lengua en la que quieren educar a sus hijos, de la libertad para los padres para elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos, de la libertad para moverse por las calles y sobre todo de la libertad que supone acabar con ETA".

La número dos del PP aseguró que es "un momento histórico para España", porque por primera vez ETA no estará en el Parlamento vasco y en el País Vasco habrá "una forma distinta de gobernar".