Crítica 'Casa grande'

Un retrato social de desigualdades en el Brasil actual

Casa grande. Producción: Brasil, 2014.- Duración: 107 minutos.- Dirección: Felipe Barbosa.- Guión: Felipe Barbosa y Karen Sztajnberg.- Fotografía: Pedro Sotero.- Música: Patrick Laplan y Víctor Camelo.- Montaje: Nina Galanternick.- Intérpretes: Thales Cavalcanti, Marcello Novaes, Suzana Pires, Alice Melo, Bruna Amaya, Clarissa Pinheiro.

Esta historia dramática que su director Felipe Gamarano Barbosa presentó con éxito en los Festivales de Rotterdam y San Sebastián celebrados este mismo año, es un clarividente retrato social que podría situarnos en el seno de muchas familias de hoy, de España o de cualquier otro país latinoamericano, que por unas u otras circunstancias, muchas de ellas derivadas de las distintas crisis económicas, otras vicisitudes o vaivenes de diversa índole propios de nuestro tiempo, han venido a menos, están en franca decadencia o fatalmente en la ruina.

Así es la vida de Jean, un muchacho, hijo de familia adinerada pero que está en quiebra económica. Trata de liberarse de la posesiva protección de sus padres. Un día el chófer de la familia es despedido y Jean se ve obligado a utilizar el transporte público, algo que siempre deseó. Ello le permitirá tomar contacto con gente de la que siempre vivió distante. Entre ella conoce a Luiza, una estudiante de la universidad pública. En su relación la chica le abrirá los ojos sobre los conflictos, diferencias y contradicciones con su familia. Un mundo real que ignora, dominado por la influencia imperativa del padre.

Felipe Barbosa no hace más que, a través de una visión personal, describir un panorama sobre las desigualdades de la sociedad brasileña actual. Esa perspectiva nos permite conocer la decadencia económica de una familia de Río de Janeiro, lo mejor y lo peor de las clases sociales de la capital de una élite social, la clase media-alta que puede verse gravemente afectada por circunstancias más o menos coyunturales. El ámbito del drama se enmarca en una confortable residencia que contrasta sensiblemente con la dura realidad circundante. Aunque el escenario sea la capital carioca podría ocurrir en cualquier otra urbe del territorio latinoamericano.

Con los elementos propios y característicos de esas telenovelas de tanto eco popular, Felipe Barbosa describe un retrato social, el de la mansión familiar, perfectamente recogida al inicio, que da título al filme como exponente de un poder en decadencia y aunque el tratamiento argumental no profundice cuanto parece necesario en tan loables intenciones, sí logra exponer evidencias sociales y educacionales, decisivas reivindicaciones y problemas vigentes de insoslayable trascendencia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios