Iberoamericano

"Me gusta la multiplicidad de lecturas que puede salir de aquí"

  • La auténtica protagonista de la película de Marialy Rivas está satisfecha de "la apropiación" que hacen muchos espectadores de su historia · Cree que el tema principal es "la libertad en términos generales"

-¿Cómo surge la historia?

-Era un fotolog, una plataforma similar al blog pero mucho más de adolescentes. Yo hacía lo que todo el mundo, posteaba fotos de mí hasta que un día me aburrí y escribí una historia sobre mi infancia con mi familia evangélica y pensé que era lo que me gustaría hacer. Ahí cerré ese y abrí otro, Soy evangélica, puras historias sobre mi vida evangélica, pero con cierta distancia, ironía, cariño, rabia... mil cosas. Conocí por internet a una chica que escribía superdivertido, que quería tener un fotolog de sexo y lo hicimos. Se llamaba El gemir de los gemires y nos turnábamos para escribir. La Marialy [Rivas, directora] vio el fotolog evangélico y éste y ahí me contactó. No nos conocíamos en la vida real, me posteó y me dijo que le interesaba hacer una película basada en eso.

-¿Escribía como válvula de escape?

-No lo veía tan así como al ver la película y se hace una lectura mucho más detenida. Lo veía como una diversión, no más. Ahora mirando para atrás y con la perspectiva del tiempo, pienso que tenía eso. Y también más que escape, había muchas cosas de la vida represiva religiosa que habían sido traumáticas y al escribirlas se volvían divertidas. Era como limpiar esa experiencia que había sido negra para volverla rosada. Tenía algo terapéutico, aunque yo no lo veía. Ahora lo pienso así pero ya estoy más vieja.

-Cuando Marialy Rivas le propone hacer la película y escribir el guión, ¿qué se proponían mostrar?

-Era todo muy incierto al principio. De hecho cuando me ofreció la película me dijo que quería hacer una especie de docuficción que podría protagonizar yo. Eso me horrorizó porque estar detrás no me molestaba, pero ahí actuando lo encontraba espantoso. Y también me daba cosa el tema familiar. No me ofreció lo del guión al tiro pero al final llegué yo. Estaba un poco asustada antes porque no sabía qué estaban haciendo con mi vida, pero para mí era mucho mejor saber qué se estaba haciendo. Y no había un propósito. En ese momento eran las ganas de contar la historia, de que quedara bien y después, ya mirando la película, creo que hay cosas que empezaron a quedar más claras. Para mí se trata, sobre todo, de una película que, aunque suene a cliché, es de libertad en términos generales ante represión de cualquier tipo.

-Se haría difícil ver la vida propia en un guión.

-En el fotolog, aunque era yo, tenía consciencia de que armaba un personaje, a pesar de que fuera verdad lo que contaba. Condensaba todo lo interesante de mi vida en un solo personaje, que era joven y alocada. Era y no era yo. Toda la gente me pregunta qué se siente al ver tu vida en la pantalla grande. Pero es mi vida y no es mi vida.

-¿Está contenta con el resultado?

-Sí. Me gusta la película, me gusta cómo quedó la libertad, me gusta lo que ha generado en Chile. Me gusta en verdad todo lo que vino después de la película. Ahora ya no tengo ese fotolog y tengo el facebook Joven y alocada y es la misma cuestión con cambio de plataforma. Hay 20.000 seguidores y la gente me escribe para pedirme consejos.

-¿Y satisfecha de cómo se está leyendo la historia?

-Me gusta porque, aparte que hay gente que le carga y no le gusta nada la película, los que me escriben la ven como un conflicto muy propio.

-Porque es una adolescente más.

-En verdad es eso, la historia de cualquiera, no más, que tiene otro escenario quizá. Cuando un adolescente se ve enfrentado a una fuerza que lo oprime, quiere ser libre.

-¿Cómo ve que la adopten como bandera del movimiento gay?

-Me parece bien. Me gusta cualquier tipo de apropiación, en realidad. Más que eso, cualquier tipo de identificación. Es lo bueno de hacer una película o un libro, que cada uno lo lea como quiera leerlo. Me gusta la multiplicidad de lecturas que puede salir de aquí, y si hay una lectura de apropiársela como bandera gay, me parece bien. Lo que no me gusta es que sea una lectura excluyente de otras. No es una película sólo de lesbianas. Permite esa lectura y permite un montón de lecturas más. Si no, sería muy aburrido.

-¿Cómo fue ganar en Sundance?

-Superimpresionante. Fue muy bonito para mí porque justo estaba viviendo un momento muy conflictivo porque mis papás se acababan de enterar de la película. Fue tres días antes y me fui con toda esa carga. Ya no vivía con ellos pero igual era raro. Ganar un premio y que justo fuera al mejor guión fue reconfortante, justo en ese contexto, y por algo que había trabajado harto con Marialy.

-¿Cómo se ha tomado su familia la película?

-Tuve problemas con mis papás, no con el resto de mi familia. Todavía seguimos con relaciones congeladas porque para ellos fue superduro. No tenían ni idea que yo tenía un fotolog ni que era bisexual ni que había una película, y se enteran de todo... Hiroshima para ellos. Y lo entiendo. Pero me lo tomo muy tranquila porque pienso que era algo necesario. La única parte de la Biblia que me hace sentido todavía es en la que Jesús dice "la verdad os hará libres". Y es verdad. Fue tan impresionante la sensación de libertad, que lo terrible que podría haber sido se anuló. Me saqué un peso muy gigante que ya ni me daba cuenta que llevaba. Porque en el fondo ella pierde su familia y todo eso, pero se gana a sí misma, gana su propia honestidad, gana quien quiere ser, aunque sea estar perdida, como dice al final. Mejor estar perdida por la suya y no porque alguien se la impone.

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